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Economía

EE.UU. vs China: cuatro asimetrías que redefinen la economía mundial

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La relación económica entre Estados Unidos y China ha transitado de la dependencia tecnológica de Pekín hacia una asimetría en la que China se consolida como el eje de la manufactura y la innovación global, desplazando a Washington en áreas estratégicas de producción, comercio e influencia internacional.

Actualmente, China concentra entre 30 y 35% de la producción manufacturera mundial, frente a menos de 15% de Estados Unidos o la Unión Europea. Además de ser el principal centro de ensamblaje de bienes tecnológicos, sus estándares productivos marcan el ritmo del mercado.

Cuatro asimetrías centrales

  1. Dependencia manufacturera: Estados Unidos depende de la capacidad de ensamblaje de China. La imposición de aranceles de hasta 145% por parte de la Casa Blanca refleja el encarecimiento de bienes como computadoras, baterías y celulares producidos en territorio chino.
  2. Estructura industrial: Mientras que en países como EE.UU., Alemania, Francia o Japón la industria automotriz es el motor del sector manufacturero, China cuenta con una capacidad de producción de 60 millones de vehículos anuales (40 millones de combustión y 20 millones eléctricos), cifra que cubre dos tercios de la demanda global. En contraste, el sector manufacturero estadounidense enfrenta hasta 50% de aranceles en acero y aluminio.
  3. Innovación tecnológica: Investigadores como David Autor (MIT) destacan que la capacidad de investigación e innovación en tecnologías críticas pasó de EE.UU. a China en la última década. Hoy, Pekín no solo invierte más, sino que traduce esos recursos en innovación aplicada y producción a gran escala.
  4. Influencia en el sur global: África es un ejemplo del creciente alineamiento con China. El financiamiento, la inversión en infraestructura y los aranceles preferenciales (0% frente a hasta 30% con EE.UU.) consolidan a China como socio estratégico de países en desarrollo.

A estos factores se suma la erosión del “poder blando” de Estados Unidos, históricamente sustentado en su estilo de vida y atractivo cultural, que pierde terreno frente al dinamismo económico y tecnológico de China.

Reconfiguración del ciclo global

Analistas advierten que el ciclo económico internacional se transformará en los próximos años. Estados Unidos mantendrá su estatus de potencia, pero la dinámica de crecimiento y liderazgo se desplaza hacia China, reforzada por su influencia en manufactura, innovación y relaciones con países emergentes.

El papel de las divisas internacionales también entrará en debate. Aunque el dólar sigue siendo el principal referente desde 1944, surgen cuestionamientos sobre la estabilidad del sistema monetario global y el futuro rol de la Reserva Federal en un escenario cada vez más multipolar.

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