FINANZAS
Problemas de Estados Unidos para sustituir importaciones mexicanas

Gabriela Siller Pagaza, directora de Análisis Económico-Financiero y Jesús Anacarsis López Flores subdirector de Análisis Económico-Financiero en Grupo Financiero Base, señalan que México, además de tener una estructura de exportaciones que se asemeja más a economías avanzadas como Alemania y Japón, tiene como ventaja el bono demográfico que podría permitir tasas de crecimiento económico más aceleradas.
Agregan que el bono demográfico no es una condición suficiente para seguir exportando a Estados Unidos, pues se necesitan otras condiciones como: estado de derecho, certeza jurídica, apertura a la inversión en sectores estratégicos, calidad educativa e infraestructura.
En su estudio ¿Puede Trump sustituir fácilmente lo que Estados Unidos compra a México?, Volumen 2, detallan que si Donald Trump, presidente deEstados Unidos, quisiera emprender un proceso de sustitución de importaciones buscando aislar a México se enfrentaría con los siguientes problemas:
1. Las economías latinoamericanas tienen productos de baja complejidad y requerirían un proceso de especialización para que su producción sustituya a la de México. Además, necesitarían mayor capacidad de planta instalada y desarrollo de proveedores, lo cual lleva tiempo.
2. Entre economías emergentes, solamente China tiene un grado de complejidad económica y capacidad suficiente para sustituir a México, pero esto es contrario a los esfuerzos de seguridad nacional de Estados Unidos, que busca reducir la participación de China y limitar su acceso a sectores estratégicos, esfuerzos que se han intensificado durante el segundo mandato presidencial de Donald Trump.
3. Entre los principales socios comerciales que son economías emergentes, Vietnam tiene un bajo grado de complejidad económica, y entre sus principales exportaciones a Estados Unidos destacan manufacturas de menor complejidad como textiles, calzado y materias primas.
Con esto, se estima que se necesitaría de las diez economías emergentes con mayor participación (omitiendo a China) para sustituir lo que Estados Unidos importa desde México; sin embargo, esta sustitución de las importaciones de México resultaría en mayores costos para Estados Unidos.
Por lo anterior, la imposición de aranceles a las importaciones mexicanas y la presión sobre México solamente tiene sentido si:
1. El gobierno de Estados Unidos busca obligar a México a una mayor integración económica regional y al aislamiento de China, limitando la influencia del país asiático en Norteamérica.
2. Estados Unidos ve a México como un riesgo por la posibilidad de que con el aumento de las importaciones se incremente el poder de negociación de México. Actualmente, Estados Unidos tiene un poder casi monopsónico sobre México, con la capacidad de usar el comercio como herramienta de presión sobre otros temas como migración y seguridad, poder que ha sido usado ampliamente durante el segundo mandato de Donald Trump.
3. Trump quiere limitar la cantidad importada, desde cualquier parte del mundo, con el objetivo de reducir el déficit comercial de Estados Unidos. Cabe recordar que en el comercio internacional los países exportan los productos en los que tienen una ventaja comparativa en su producción, lo que resulta en especialización e incremento en el bienestar de la población. Forzar el regreso de toda la manufactura que actualmente importa Estados Unidos, sería retroceder en el tiempo y poner en riesgo la especialización, innovación y desarrollo de productos.
4. El gobierno de Estados Unidos desea incrementar su recaudación tributaria, ante el elevado endeudamiento. Cabe recordar que el gasto en intereses alcanzó un total de 881.65 mil millones de dólares en el año fiscal 2024, lo que representa el 13.1 por ciento del gasto total, el porcentaje más alto desde 1999.
Al interior, el gasto público en intereses en 2024 creció 155.8 por ciento, el mayor crecimiento en registro. En 2025, hasta el 10 de junio, Estados Unidos ha recaudado 71,253 millones de dólares por concepto de aranceles, esto es un incremento del 80.7 por ciento respecto a los aranceles cobrados en el mismo periodo del 2024.