CONSTRUCCIÓN
¿Errores de obra? Plataformas digitales evitan pérdidas millonarias en infraestructura

Según KPMG, menos del 50 % del sector global de la construcción ha adoptado estas herramientas. En México, la resistencia cultural y el temor a una mala implementación frenan su avance.
Año con año, los errores de cálculo, fallas de coordinación y la falta de planeación generan sobrecostos millonarios en proyectos de infraestructura en México. Desde grandes obras públicas hasta desarrollos privados, las fallas técnicas siguen siendo una de las principales causas de pérdidas. Hoy, gracias a tecnologías colaborativas como BIM (Modelado de Información para la Construcción), las empresas pueden anticipar y corregir errores antes de que ocurran, ahorrando millones de pesos.
“Muchos proyectos fracasan no por falta de recursos, sino por falta de información compartida. Cuando cada área trabaja con planos y versiones distintas, los errores se multiplican. Por eso impulsamos la integración de equipos técnicos en plataformas digitales donde todos colaboran sobre un solo modelo actualizado y construible”,
afirma Eduardo Orozco, Director Regional de Negocios de Trimble para México, Centroamérica y el Caribe.
Desde 2024, en México el uso de BIM es obligatorio en la obra pública federal. La razón es clara: este enfoque permite ahorros de hasta 30 % en recursos, al centralizar información y automatizar procesos críticos de diseño, planeación y ejecución.
La tendencia es mundial. El estudio Emerging Trends in Infrastructure and Transport 2025 de KPMG revela que, pese a la presión por mejorar la eficiencia, menos del 50 % de las empresas de construcción en el mundo han adoptado plataformas digitales como BIM o PMIS. Mientras tanto, buena parte de la infraestructura existente opera bajo condiciones que ya no responden a sus especificaciones originales, lo que eleva el riesgo de fallos estructurales, sobrecostos e incluso catástrofes.
Pese a los beneficios comprobados, en México persisten los obstáculos. La resistencia cultural al cambio y el temor a una implementación fallida siguen retrasando la digitalización en numerosas organizaciones.
“Los datos no mienten: los errores pueden prevenirse y cada decisión bien informada desde el diseño genera valor”,
concluye Orozco.
La transformación digital en la construcción ya no es un valor agregado. Es la base sobre la que debe levantarse cualquier proyecto que aspire a ser rentable, preciso y sostenible.