Conéctate con nosotros

FINANZAS

Señales de alerta financiera antes de la cuesta de enero

Publicado

en

Señales de alerta financiera antes de la cuesta de enero

Tradicionalmente se piensa que la cuesta de enero comienza después de las fiestas decembrinas; sin embargo, este fenómeno suele gestarse desde semanas antes. En 2025, las primeras señales de presión financiera en los hogares mexicanos aparecieron desde noviembre, cuando el aumento en los precios esenciales comenzó a afectar el bolsillo de millones de familias.

De acuerdo con David Lask, director general de Tala en México y Latinoamérica, el contexto inflacionario y el incremento anticipado del consumo crearon las condiciones para una cuesta de enero que se formó desde el último trimestre del año.

“La inflación general cerró noviembre en 3.80 por ciento anual. Los alimentos, que representan hasta 38 por ciento del ingreso mensual de los hogares, registraron un incremento cercano al 5 por ciento anual. Si a esto se suma que desde noviembre aumenta de forma importante la intención de compra, estamos ante una cuesta de enero que comenzó antes de tiempo”, explicó Lask.

Cuatro señales tempranas de la cuesta de enero 2026

En este escenario, el especialista identifica cuatro indicadores claros de que la presión financiera ya está presente en los hogares:

  1. Deterioro de la liquidez desde noviembre.
    El aumento en los precios de bienes y servicios esenciales redujo el margen financiero de los hogares incluso antes del inicio de los gastos estacionales de diciembre.
  2. Mayor uso del crédito para gastos básicos.
    El crédito comenzó a utilizarse para cubrir alimentos, transporte y servicios, y no únicamente para compras propias de la temporada, una señal temprana de estrés financiero.
  3. Incremento en la recurrencia de microcréditos y solicitudes consecutivas.
    Aunque este comportamiento funciona como un amortiguador inmediato, también refleja una tensión económica que merece atención.
  4. Pequeños atrasos estacionales sin morosidad estructural.
    En muchos casos, los usuarios no llegan con liquidez suficiente a su fecha límite de pago debido al contexto, no por una incapacidad permanente de cumplir con sus obligaciones.

¿Por qué es importante identificar estas señales desde ahora?

Reconocer estas alertas permite tomar decisiones preventivas, especialmente en una etapa del año marcada por intercambios, regalos y promociones que incentivan el gasto. Ante este panorama, David Lask comparte algunas recomendaciones clave para reducir el impacto de la cuesta de enero.

1. Priorizar gastos esenciales sobre los de temporada

Los gastos esenciales —como alimentos, transporte, renta o hipoteca y servicios básicos— son aquellos que impactan directamente en el bienestar del hogar. En contraste, los gastos de temporada incluyen regalos, cenas especiales, viajes o compras impulsivas.

La recomendación es destinar cualquier ingreso extraordinario, como aguinaldo o bonos, primero a cubrir los gastos esenciales de enero y febrero. Solo si existe margen financiero, considerar los gastos propios de la temporada.

2. Evitar acumular deudas pequeñas en múltiples plataformas

Uno de los riesgos más comunes no es una deuda grande, sino varias deudas pequeñas dispersas. Aunque cada una parece manejable por separado, en conjunto pueden consumir el flujo de efectivo y dificultar el seguimiento de fechas de pago, generando recargos o intereses innecesarios.

Reducir el número de compromisos activos al mismo tiempo y evaluar si realmente es necesario adquirir una nueva deuda puede ayudar a mantener el control financiero.

3. Aprovechar modelos de evaluación basados en el comportamiento actual

Durante años, el sistema financiero se ha basado principalmente en el historial crediticio, penalizando errores pasados incluso cuando fueron circunstanciales. Hoy, modelos apoyados en Inteligencia Artificial y análisis de comportamiento, como Tala InSight, buscan evaluar cómo las personas administran su dinero en el presente.

Estos modelos consideran el cumplimiento reciente, la estabilidad en los patrones de ingreso y el uso responsable del crédito, lo que abre la puerta a un acceso más justo a financiamiento.

Para los usuarios, esto implica cuidar sus hábitos actuales: pagar de forma puntual, aunque sean montos pequeños; mantener comunicación ante un atraso y utilizar el crédito como una herramienta para construir un historial positivo. En contextos como la cuesta de enero, donde los atrasos suelen ser temporales, las buenas decisiones presentes pueden compensar errores del pasado con mayor rapidez.

Loading

Comparte la nota
Continua leyendo
DA CLICK PARA COMENTAR

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.