Tecnología
Benefíciese del consumo circular en equipos electrónicos

El uso de telefonía móvil en la actualidad se ha convertido en una necesidad de interconexión, pero su consumo acelerado de dispositivos tecnológicos ha generado un creciente problema ambiental, por lo que Clevercel, tienda en línea con presencia en América Latina generó una alternativa al modelo de «usar y tirar» y desde hace cinco años ha permeado en la forma de adquirir tecnología en el consumidor latinoamericano, a través del impulso del consumo circular, el cuál ha sido bien recibido por los mexicanos.
“Más allá de comercializar dispositivos seminuevos, buscamos activar un cambio cultural entre los usuarios hacia un nuevo tipo de consumidor que vea más allá del costo adaptando su visión sobre el impacto de la compra que está realizando. Este nuevo mindset de consumo entiende que cambiar de teléfono u otro dispositivo tecnológico no debería significar contaminar más, gastar de más, ni fomentar la sobreproducción”, comentó Jorge Palacio, CEO / cofundador de Clevercel.
Desde su llegada a México, Clevercel ha vendido alrededor de 100 mil dispositivos a través de este esquema de segundas oportunidades – tecnología de nuevo ciclo, un crecimiento anual ponderado que supera el 100 por ciento. https://clevercel.mx/collections/full-saldos
En estos cinco años, la aceptación por parte del consumidor mexicano ha sido positiva y está incentivando que más personas conozcan los programas de retomas o trade-in. Este avance responde a una combinación de factores: la creciente preocupación por el impacto ambiental del consumo, el alza en los precios de los dispositivos nuevos y un cambio de mentalidad en los consumidores hacia decisiones más conscientes.
Entre las alianzas estratégicas con las que se cuentan destacan con operadores como Telcel y AT&T, y con fabricantes como Apple. Clevercel ha aprovechado los programas de retoma o trade-in que incentivan la devolución y actualización responsable de dispositivos, fortaleciendo y facilitando el ciclo de circularidad tecnológica entre usuarios.
Es de señalar que en tan solo en nuestro país se desechan más de 900 mil toneladas de residuos electrónicos al año, y a nivel mundial, los celulares y smartphones contribuyen con cinco millones de toneladas de basura tecnológica.
Ante esta realidad, es evidente que la forma en la que consumimos tecnología debe de atravesar por una reconfiguración, para que el acceso sea cada vez más sostenible y responsable.
Por el tamaño del país, hábitos de consumo y crecimiento de la consciencia al momento de adquirir tecnología, el país se ha vuelto un mercado prioritario para la compañía. El valor total de mercado de smartphones supera los 6,1 billones de dólares en el país.
El 13 por ciento del valor total de mercado corresponde a la comercialización de celulares seminuevos, representando casi 800 millones de dólares. En Europa la participación del seminuevo en el mercado de smartphones es superior al 35 por ciento y en Estados Unidos del 25 por ciento. En México progresivamente se va generando más confianza de los usuarios por comprar equipos seminuevos.
Ante ello, este año, Clevercel destinará 25 millones de dólares a la accesibilidad de los mexicanos a la tecnología.
¿Qué pasaría si cada dispositivo que compramos ayudara al planeta en vez de contaminarlo?
Extender la vida útil de un dispositivo se traduce en un 10 por ciento de menor desperdicio electrónico en el medio ambiente. Clevercel ha hecho frente al consumo de dispositivos desechables a través de un modelo circular donde smartphones, tablets y otros dispositivos tecnológicos encuentran una segunda vida, reduciendo su impacto ambiental sin comprometer su calidad y funcionalidad.
Para hacer realidad esta transformación, la empresa ha impulsado un modelo de consumo circular que revoluciona la forma en la que consumimos tecnología y la reutilizamos. No se trata solo de comprar un dispositivo seminuevo, la meta es adoptar una nueva mentalidad.
Alargar la vida útil de los equipos y asumir un rol más activo y consciente en cómo entran y salen los dispositivos de nuestras manos. La circularidad significa romper con la lógica de lo desechable, reducir residuos y permitir que más personas accedan a tecnología funcional y confiable.
Este modelo cobra aún más relevancia al considerar la creciente montaña de residuos electrónicos que, según el Informe Mundial de Residuos Electrónicos 2024 (UNICEF), alcanzó 62 millones de toneladas en 2022, cifra que representa un incremento del 82 por ciento en comparación con 2010. Solo el 15 por ciento de estos dispositivos son reciclados de forma adecuada, dejando un enorme volumen que termina en vertederos o contaminando ecosistemas.
Más allá de sus beneficios ambientales y sociales, la circularidad se vuelve una solución crítica ante el alza de precios en tecnología nueva. Las recientes políticas arancelarias han provocado incrementos de hasta 31 por ciento en dispositivos como smartphones, dificultando aún más el acceso a la tecnología para muchas personas. En este contexto, optar por dispositivos seminuevos y participar en un modelo circular es un acto responsable con el planeta y una vía para democratizar el acceso a la innovación tecnológica.
La circularidad es un paso esencial para enfrentar los retos ambientales y sociales asociados al consumo tecnológico. Adoptar modelos que prolonguen la vida útil de los dispositivos y fomenten su reutilización es fundamental para reducir residuos, optimizar recursos y avanzar hacia un sistema más sostenible y justo. Este cambio requiere la colaboración de todos los actores involucrados, desde fabricantes y distribuidores hasta consumidores conscientes.