Bancos
Existirá mayor volatilidad cambiaria en primer semestre 2024
De acuerdo a un análisis histórico, el tipo de cambio peso dólar, se deprecia frente al dólar en el primer semestre del año de elecciones presidenciales. Por lo tanto, dado que para el siguiente se tendrán elecciones en México y Estados Unidos, es razonable considerar que la paridad muestre mayor volatilidad, que la observada en lo que va de la segunda mitad del año 2023, señalan Nicolás Eguiarte Corona, Director de Desarrollo de Negocios, Guillermo Mateos, Director de Soluciones en Divisas y Derivados e Isaac Segura Cedillo, Analista de Derivados en Grupo Financiero Base.
En su documento “Impacto electoral en el tipo de cambio: Lecciones del pasado para mejores decisiones futuras”, señalan que una estrategia de cobertura que tome en cuenta estos factores le permitirá a las empresas que importan transitar por este periodo volátil de una forma mucho más sana y con un riesgo acotado: que el presupuesto que se utilice para el año 2024 se cumpla y que no se pongan en riesgo las utilidades.
También en esta coyuntura se abre la puerta para que las empresas exportadoras y que realizan gastos en pesos puedan recuperar, al menos en una parte, liquidez que han perdido por el “súper peso” que desde julio año 2022 hasta este momento ha significado un impacto superior a los $ 4 pesos por cada dólar que venden para pagar gastos en moneda nacional (una apreciación en el peso que hace mucho menos competitivas nuestras exportaciones en los mercados internacionales).
Comentan que el año 2024 trae consigo un complejo panorama político y económico en los mercados financieros, que vale la pena que inversionistas y tesorerías locales tomen en cuenta, porque en un estudio realizado por el equipo de análisis de derivados de Banco BASE se tomaron series de datos de los años en que ocurrieron las últimas cuatro elecciones federales para presidente de la República, encontrando una clara tendencia de depreciación.
También analizaron la volatilidad acumulada obtenida a través de la suma de los valores absolutos de las diferencias en las cotizaciones diarias, ya que así se obtiene una medida directamente interpretable en pesos, encontrando que el tipo de cambio experimentó una volatilidad cada vez mayor durante el primer semestre de cada año electoral.
Agregan que no se puede considerar que los procesos electorales son los únicos factores determinantes de la volatilidad del tipo de cambio ya que existen diversas variables que impactan su comportamiento, tales como la crisis por el COVID-19, pero, en diversas ocasiones sí juegan un papel determinante, como lo fue el caso del año electoral estadounidense de 2016 donde el discurso político del candidato (y posterior ganador de las elecciones) Donald Trump.
Esto porque sugería un panorama complicado respecto a la relación con México en términos económicos y políticos, lo cual generó gran incertidumbre por parte de los agentes económicos y a su vez, se vio reflejado en las cotizaciones de la paridad peso dólar con un máximo de variación de 1 peso con 52 centavos en un solo día.
Destacan que las condiciones macroeconómicas de los periodos analizados distan mucho de aquellas de los años setenta y ochenta, y dado que desde el año 2000 las sucesiones presidenciales ya no son sinónimo de crisis económica en México, principalmente por la confianza de los inversionistas en la economía mexicana, la solidez de las reservas internacionales y la diversificación de las fuentes de ingresos para el gobierno y para nuestro país, en su conjunto.
No obstante lo anterior, no se deben de obviar los siguientes puntos: en promedio durante las últimas cuatro elecciones presidenciales la paridad del tipo de cambio se ha depreciado 12.59 por ciento durante el primer semestre del año electoral y respecto al tipo de cambio mínimo del mismo periodo, por lo que la incertidumbre generada por el proceso de transición política sí tiene un impacto sobre la cotización.
Agregan que una vez pasada la jornada electoral, el tipo de cambio tiende a regresar a niveles previos, sin embargo, no vuelve a los tipos de cambio mínimos y este ajuste a la baja tan solo representa una apreciación promedio de 2.9750 por ciento durante los 4 años electorales analizados.