¿Cómo es la vivienda adecuada?

Por Marcela Heredia Izquierdo, Presidenta CMIC CDMX 

Las primeras fueron cuevas…. que puede cuadrar con la definición actual de un lugar protegido para que vivan las personas… no así, con la definición de un espacio con 4 paredes y un techo… mucho menos con la definición de ONU Hábitat de una “vivienda adecuada” que ya contempla otros factores que van mucho más allá del simple espacio. 

La ONU Hábitat señala que para que una vivienda pueda ser considerada como adecuada, debe cumplir con 7 elementos básicos: 

Por desgracia, según datos de la ONU Hábitat, al menos 38.4% de la población en México, habita, viviendas no adecuadas. Los retos fundamentales para el cumplimiento de estos 7 elementos están en la correcta inversión en infraestructura urbana y cuestiones económicas y sociales que dificultan que la población de menores recursos pueda acceder a viviendas dignas ubicadas cerca de sus centros de trabajo. 

En el tema de infraestructura urbana, la movilidad, el acceso a agua potable, saneamiento y por supuesto la certidumbre jurídica, son fundamentales.  En la actualidad la Ciudad de México se enfrenta a un problema de escasez de agua potable, por lo que es fundamental incrementar la inversión en este tema y asegurar el suministro de este vital líquido para la población. 

En, el tema económico y social, podemos observar, el último informe de Relevamiento Inmobiliario de América Latina (RIAL), que realiza la Universidad Torcuato Di Tella y Navent, que señala que al cierre del tercer trimestre de 2023 (3T2023), la Ciudad de México se colocó como la segunda urbe latinoamericana con los departamentos en venta más caros; lo anterior conlleva a un problema de asequibilidad para la población de menores recursos, resultando así, en un fenómeno de gentrificación, en el que observamos una migración de esta población,  hacia áreas alejadas del centro económico de la ciudad – lo que conlleva a una disminución en la calidad de vida al tener que trasladarse diariamente hasta 4 horas al día para poder llegar a sus lugares de trabajo y regresar a sus viviendas. Dado lo anterior, es necesario replantear los usos de suelo para promover una ciudad más vertical y accesible para todos.