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El control de precios abrirá una puerta falsa, advierten comerciantes
Al rechazar la propuesta del Ejecutivo de establecer, mediante el “control de precios”, una política de choque contra los efectos de la inflación, Gerardo Cleto López Becerra, presidente del Consejo Para el Desarrollo del Comercio en Pequeño (ConComercioPequeño), pidió tener cuidado para que “el remedio no resulte peor que la enfermedad”, toda vez que este tipo de estrategias ya probaron su ineficacia en México cuando fueron promovidas por los gobiernos populistas en los 70 del siglo pasado.
“Para un gobernante es fácil imponer ‘topes’ en los precios de productos de consumo popular desde la comodidad de un escritorio, sin conocer los costos de producción, trasporte, mano de obra y comercialización que tienen todas las mercancías, pero esto abre una puerta falsa que termina generando desabasto y mercado negro”, dijo.
Precisó que, de acuerdo con la experiencia de varias décadas por haber realizado comercio de abarrotes, no se olvidan los efectos nocivos que tuvo la política económica del entonces presidente Luis Echeverría hace cuatro décadas, cuando en su administración se fijaban los precios de diversos productos y se publicaba las listas.
Recordó la crisis del azúcar, en donde se culpó a los comerciantes y empresarios de acaparar el producto para subir los precios, cuando en realidad, la falta del endulzante se originó por la falta de producción y lo incosteable que resultaba.
López Becerra reconoció el esfuerzo presidencial para buscar un acuerdo con los grandes empresarios y enfrentar la crisis inflacionaria, tratando de que la economía no se nos vaya de las manos y afectar lo menos posible a los sectores más pobres, pero recomendó que no sea la vía de “precios fijos y subsidios” la forma de enfrentar el problema de la inflación, aunque le quieran llamar “precios de garantía”; eso es control de precios aquí y en China.
El presidente de ConComercioPequeño agregó, en entrevista, que el mercado de abasto no necesita precios fijos sino su estabilidad; que cuando el ama de casa vaya al mercado pueda encontrar los productos que requiere y que el costo varíe dependiendo de la calidad. Agregó que se necesita que la economía se mueva con más valores basados en el mercado socialmente responsable y menos bajo criterios de control por parte del gobierno y los grupos monopólicos.