Urbanismo
Cómo los parques olvidados en CDMX se transforman en espacios de juego y cuidado infantil

Lo que comenzó como una iniciativa ciudadana para recuperar espacios públicos olvidados se ha consolidado como un modelo innovador de transformación urbana que impacta plazas, calles y parques en la Ciudad de México y otras entidades del país. Su enfoque principal se centra en quienes históricamente han sido ignorados en el diseño urbano: la primera infancia y las personas cuidadoras.
Según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (INEGI), en el primer trimestre de 2025, el 61% de la población consideró inseguro vivir en su ciudad. Ante este panorama, el programa convierte el arte, el diseño y la colaboración vecinal en herramientas para transformar entornos deteriorados en lugares seguros, atractivos y funcionales.
“Un trazo no cambia las ciudades; lo que transforma es entender a la comunidad y hacerla partícipe de los espacios que habita”, afirma Luciana Renner, cofundadora de Fundación Placemaking México. Según Renner, la recuperación del espacio público contribuye a reducir la violencia, fortalecer la convivencia y devolver la esperanza a miles de personas.
De la idea al modelo adaptado
La iniciativa ha intervenido en comunidades de la CDMX y otros estados, logrando que vecinos, autoridades y organizaciones locales trabajen de manera conjunta en la apropiación de espacios públicos. El resultado son barrios que antes eran focos de inseguridad y que hoy se han convertido en zonas de encuentro y orgullo vecinal.
El modelo se basa en un urbanismo participativo adaptado, inspirado en la experiencia holandesa Space for Play, integrando urbanismo táctico, diseño participativo y desarrollo infantil. Busca que el espacio público no solo cumpla una función estética o práctica, sino que invite a jugar, explorar, aprender y cuidar en un entorno seguro.
Entre las estrategias de Placemaking destacan:
- Patios escolares: transformación de espacios monofuncionales en áreas de juego diverso que desarrollan habilidades múltiples y combaten el bullying.
- Parques naturalizados: integración de naturaleza, materiales locales y criterios de sostenibilidad.
- Barrios completos: intervenciones que conectan cruces escolares seguros, señaléticas informativas, bancas, espacios para cuidadores y áreas de juego diversas.
Espacios que importan desde la primera infancia
Durante los primeros seis años de vida, ocurre el mayor crecimiento cerebral y se forman el 60% de las estructuras mentales de la adultez. Los entornos seguros y accesibles son cruciales para minimizar riesgos como violencia vial, contaminación y ruido, al tiempo que fomentan aprendizaje y socialización.
La evidencia es contundente: alrededor de 127,000 niños menores de cinco años mueren cada año a causa de la contaminación del aire exterior. Crear espacios públicos verdes y seguros no solo mejora la vida urbana, sino que es un imperativo de salud pública.
Una conversación nacional
El modelo Placemaking demuestra que no se requieren inversiones millonarias para transformar realidades urbanas. Su escalabilidad abre un debate nacional sobre cómo convertir iniciativas ciudadanas en políticas públicas replicables, promoviendo ciudades más seguras, inclusivas y cohesionadas.