Se perfila liderazgo presidencial diferente

Nydia Iglesias, analista de Citibanamex considera que Claudia Sheinbaum Pardo, perfila un liderazgo distinto, pese al marcado sentido de continuidad que ha tenido este proceso de transición entre López Obrador y Sheinbaum Pardo, sí se advierte que ella es un perfil más moderno y formado que el de su predecesor.

En una nota señala que el estilo de la presidenta es menos carismático, más pragmático y que se ha esforzado por mantener la defensa emotiva de su legitimidad a partir de la narrativa de justicia y moralidad que su predecesor construyó, pero ella parece dispuesta a admitir cifras para medir la realidad.

Señala que la jornada de toma de posesión de Sheinbaum transcurrió sin sobresaltos, la oposición participó institucional y pacíficamente del protocolo, en contraste con la forma en que Obrador se condujo hace 12 y, particularmente, hace 18 años

Agrega que Sheinbaum despega con oferta de continuidad, ya que celebró dos ceremonias de investidura como presidenta constitucional de México, una en el congreso, frente a los poderes republicanos y otra en el zócalo de la Ciudad de México, acompañada de representantes indígenas y ante su base electoral. En cada ceremonia, Sheinbaum pronunció un discurso, el eje central en ambos fue la idea de continuidad y avance del proyecto de la Cuarta Transformación.

Además de que tuvieron dos elementos centrales de carácter político el elogio de Obrador, que parece constituir una de las principales estrategias de Sheinbaum para fortalecer su conexión con la población y la colocación de su gobierno en el imaginario público como un avance histórico de las mujeres mexicanas, lo cual eventualmente podría darle una salida de afirmación propia de autoridad, ajena a López.

En su discurso también destacó su mensaje de moderación dirigido a los inversionistas, a la vez que retomó la narrativa nacionalista, en el discurso en el Congreso fue cuidadosamente preparado para tocar casi todos los temas en los que era crítico que enviara un mensaje de moderación.

Se definió como demócrata y aseguró que su gobierno será respetuoso de la división de poderes, el Estado de derecho y los derechos humanos, que respetará elementos centrales de estabilidad como la autonomía del banco central y la seguridad jurídica de la inversión privada.

Asimismo, no se refirió a la importancia del andamiaje institucional del país, ni a la necesidad de reconstruir puentes de comunicación y acuerdo con la oposición y con los grupos económicos y sociales del país que no votaron por Morena.

Hacia afuera, ofreció comunicación y colaboración con otros gobiernos soberanos, no concesiones, Sheinbaum se apropió la misma narrativa nacionalista y anti neoliberal, las mismas enemistades simbólicas y el mismo posicionamiento polarizador que caracteriza a Obrador, por lo que aún es posible que ella considere estratégico sostener estos mensajes en tanto afirma su autoridad como jefa de Estado y de gobierno.