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Errores profesionales: el riesgo que amenaza a las empresas mexicanas
Aunque el 75% de las empresas mexicanas identifica los cambios geopolíticos y la incertidumbre económica como sus principales riesgos a corto plazo —según un estudio de KPMG—, un peligro silencioso continúa subestimado: los errores y omisiones profesionales. Un cálculo incorrecto, una asesoría incompleta o una falla contractual pueden derivar en pérdidas millonarias, demandas y daños reputacionales severos, advierte Félix Leguízamo, especialista en gestión de riesgos corporativos.
“Errar es humano, pero en los negocios un error puede costar la empresa entera”, afirma Leguízamo. Señala que muchas compañías cuentan con seguros contra robos o incendios, pero no con coberturas de Errores y Omisiones (E&O), que protegen justamente contra el riesgo más común y potencialmente más costoso. “Hoy, no contar con esta póliza no solo es una vulnerabilidad financiera, sino una desventaja competitiva”.
El impacto económico de un error profesional va mucho más allá de los costos legales directos. En México, un proceso judicial puede alcanzar decenas de miles de pesos, además de honorarios legales que oscilan entre $1,500 y $3,000 pesos por hora. No obstante, el daño reputacional suele ser más profundo: estudios señalan que hasta un 92% de los clientes dejaría de contratar a una empresa tras una mala experiencia.
El sector asegurador mexicano pagó 522 mil millones de pesos en siniestros durante 2024, un incremento de 5.3% respecto al año anterior. Aunque estos montos provienen de diversas categorías, la cifra refleja la velocidad con la que un imprevisto puede escalar. “Una demanda por negligencia no solo detiene proyectos; puede cerrar la puerta a licitaciones y contratos futuros”, señala Leguízamo. Cada vez más clientes corporativos y gubernamentales exigen una póliza de E&O como condición indispensable para contratar servicios.
El estudio Riesgos en México y Centroamérica 2025 de KPMG indica que el 52% de las empresas teme quedarse atrás en innovación y transformación digital. Sin embargo, la sofisticación de los servicios también incrementa la exposición a errores complejos, lo que vuelve indispensable fortalecer la gestión de riesgos y adoptar seguros especializados.
“Invertir en una póliza de E&O no es un gasto, es una inversión en continuidad y credibilidad”, concluye Leguízamo. “Reconoce la falibilidad humana sin comprometer el futuro del negocio. En un mercado tan competitivo, estar preparado para un error no es pesimismo: es estrategia”.
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