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Elección judicial del 1 de junio descoloca un contrapeso de Poderes

Nydia Iglesias, analista en Banamex, señala en una nota oportuna que la reforma constitucional que se aprobó en el sexenio de AMLO, adoptó un esquema que ningún país del mundo ha considerado; la elección popular de cada uno de todos sus juzgadores, detallando que en Bolivia se eligen a 19 jueces nacionales, en algunos Cantones de Suiza y Estados de EUA eligen jueces locales; mientras que, en Colombia, Francia, Perú y Venezuela, hay algunas localidades que eligen a sus jueces de paz. https://www.banamex.com/sitios/analisis-financiero/notas/economia/detail.html?2485290&lid=MX|sitios|analisis-financiero|index-AnalisisFinanciero-Economia-Ir2485290-ES
Agrega que los expertos han señalado los riesgos de politización asociados al mecanismo electoral de instalación de las personas juzgadoras.
Es de recordar que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, señala en su Artículo 49. El Supremo Poder de la Federación se divide para su ejercicio en Legislativo, Ejecutivo y Judicial. No podrán reunirse dos o más de estos Poderes en una sola persona o corporación, ni depositarse el Legislativo en un individuo, salvo el caso de facultades extraordinarias al Ejecutivo de la Unión, conforme a lo dispuesto en el artículo 29. En ningún otro caso, salvo lo dispuesto en el segundo párrafo del artículo 131, se otorgarán facultades extraordinarias para legislar.
Además, esta división de poderes se conceptualizó desde la Revolución Francesa como un contrapeso de cada uno de ellos, para evitar la concentración de poder que existía hasta ante de ella.
La nota de Nydia Iglesias señala que el 1 de junio se elegirá la mitad de la judicatura federal y de los juzgadores locales de 19 Estados de la República; se relevará a 881 juzgadores federales ya 1,081 locales.
La especialista detalla las siguientes características de esta elección: la definición de quienes serían candidatos federales, no fue democrática ni meritocrática; es inasequible para el modelo electoral mexicano; su tamaño es inalcanzable; las boletas tienen atajos informativos para orientar al voto.
Sobre la evolución de la jornada, la analista considera que posiblemente la participación será baja; las encuestas subestiman el efecto de que lo pocos que votan lo hacen mayoritariamente por la posición de quienes promueven la consulta¸ la existencia de candidatos impugnados podría alterar los resultados oficiales y que por primera vez desde que existe el IFE/INE, no serán los ciudadanos quienes cuenten los votos.
Agrega que los procesos locales sólo adicionarán complejidad al evento porque todos tendrán reglas distintas y en el proceso preparatorio de la elección las campañas y el arbitraje han violentado numerosas disposiciones originales de esta elección.
Dentro de sus conclusiones, considera que cualquiera que sea el resultado, no se configurará otro poder mayoritario, sino minoritario, ya que entre otras razones que quienes se convertirán en jueces a partir de septiembre próximo, habrán sido elegidos por una minoría que no habrá entendido la naturaleza ni el alcance de su decisión.
También que el Poder Judicial previamente existente podía haber sido sometido a mejores controles de desempeño, fenómenos de nepotismo tenían que haber sido combatidos desde la autoridad administrativa; Asimismo, esta también tenía que haber promovido esquemas que protegieran a la judicatura del País de las presiones del crimen organizado, pero nada de eso ocurrirá en esta elección.
“El orden judicial del País, quedará sometido a una lógica de control autocrático y discrecionalidad, la procuración de justicia comenzará a sufrir los efectos de haber desdeñado la importancia de que los juzgadores se especialicen en sus materias y su función, de haber eliminado la independencia política del Poder Judicial, y con ello, desactivado al último contrapeso institucional”, concluye la especialista