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Agua CDMX

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Agua CDMX

Por Jorge Gamboa de Buen, Director General de Fibra Danhos

El verano es complicado para la Ciudad de México. Un día se inundan amplios sectores de la ciudad al tiempo que escasea el agua potable en muchas colonias.

La CDMX siempre ha tenido una relación compleja con el agua. La civilización prosperó en este valle alto y cerrado porque había agua dulce, aunque Texcoco, el lago más grande, siempre fue salobre.

Los aztecas no se equivocaron. Una gran urbe como Tenochtitlán sólo pudo prosperar, en una latitud casi tropical, por estar a 2,000 metros sobre el nivel del mar. En la costa, las enfermedades transmitidas por moscos hubieran diezmado la población.

Los poblados ribereños como Coyoacán, Xochimilco, Mixquic, Chiconautla, Cuautitlán o Popotla vivían en armonía con los lagos, manantiales y ríos, pero tenían muy poca población.

Los aztecas eran guerreros y expansionistas. Al crecer su ciudad, empezaron a tener inundaciones provenientes del lago de Texcoco. Construyeron el albarradón de Nezahualcóyotl después de que, en el reinado de Moctezuma Ilhuicamina, se anegó toda la ciudad. Esta obra fue considerada la obra hidráulica más importante de los pueblos indígenas.

Los españoles intentaron evacuar las aguas del valle hacia el Golfo de México. Enrico Martínez diseñó y construyó el Tajo de Nochistongo, que junto con el Gran Canal de Porfirio Díaz, sigue funcionando.

El agua potable se tomaba de ríos y manantiales. La perforación de pozos comenzó en la Colonia, pero se intensificó en el siglo XX. En los años 50, el crecimiento urbano acelerado generó debate:

El Ing. Nabor Carrillo propuso aprovechar los manantiales y el lago de Texcoco para almacenar agua y evitar inundaciones.

Otra visión apostaba por grandes obras para traer agua de otras cuencas como Lerma y Cutzamala, y por drenar el valle.

Este último modelo prevaleció, pero una vez instaurado fue irreversible. Cuando dejó de funcionar por su alto costo, las obras se paralizaron. Ejemplo: el acuaférico en 1997, detenido pese a estar a la mitad.

Hoy se intentan soluciones simbólicas como la cosecha de agua o la infiltración, mientras el drenaje sigue dependiendo de las presas del poniente, interceptores y el Gran Canal. El desazolve y mantenimiento deben hacerse antes de la temporada de lluvias, no durante.

Datos actuales:

CDMX consume 33.4 m³/s:
15.9 de pozos
12.8 del sistema Lerma-Cutzamala
4.7 de ríos/manantiales
Con buena administración, hay agua suficiente para 300 litros diarios por persona (el doble del estándar internacional).
La población de CDMX disminuye.

La escasez no es real, es consecuencia de:

Fugas
Mala distribución
Sobreexplotación del acuífero
Solo se trata el 10% del total consumido (3.4 m³/s)
Problemas institucionales:
Tesorería cobra, Secretaría de Gestión del Agua administra → responsabilidades diluidas
Recaudación en descenso
No hay organismo integral que administre el agua

Situación crítica:

Solo 23% de las tomas tiene agua todo el tiempo
Muchas edificaciones se abastecen con pipas controladas por mafias
Incluso el aeropuerto usa pipas pese a estar conectado a la red

Urgencia:
La ciudad debe ordenar su sistema, o las crisis de desabasto e inundaciones seguirán agravándose cada verano.

Propuesta:

Crear un plan a 30 años bien pensado, ambicioso y de largo plazo
Rescatar ríos y lagos como símbolo y solución integral
Ejemplo: rescatar el río de la Piedad (hoy Viaducto) e inundar el lago de Texcoco

Reflexión final:
Muchas ciudades lo están haciendo. ¿Por qué no la nuestra?

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