Economía
Agro mexicano vive embestidas por paquete económico: CNA
Los recortes presupuestales en la Secretaría de Agricultura, impactan al sector
A pesar de que el país ha sido sucumbido por los efectos del cambio climático que ha dejado a su paso inundaciones y destrucción, provocando que más de 3.5 millones de hectáreas no se puedan sembrar, hoy sufren una embestida presupuestal para el 2022, pue el Paquete Económico para el próximo año, no considera como factor importante la atención a siniestros agropecuarios, aseguraron el Consejo Nacional Agropecuario (CNA) y la Asociación Mexicana de Secretarios de Desarrollo Agropecuario.
El presidente del CNA, Juan Cortina Gallardo, dijo que el sector agroalimentario en México requiere de políticas públicas que ofrezcan certidumbre y reglas claras para seguir creciendo en la producción de alimentos, con creación de empleos y divisas para México.
Durante su participación en el foro “Desafíos del campo y la seguridad alimentaria”, señaló que los elementos clave del sector agroalimentario son elevar la productividad, ser más sustentables, promover el uso de herramientas para la administración de riesgos, así como invertir en tecnología e investigación, toda vez que el problema del cambio climático, afecta la producción de alimentos repercutiendo en los precios al consumidor final, de ahí la importancia de una política que atienda.
Además, reveló que otro problema que enfrenta el agro mexicano es el aumento de riesgos sanitarios importantes y cada vez más frecuentes.
“También en México estamos enfrentando cada vez más riesgos sanitarios, hemos tenido este tema de la mosca miel en el estado de Colima, está el tema de la peste porcina africana que ya tocó el caribe y es un tema que puede afectar de manera muy significativa al sector porcícola mexicano, tenemos temas de tuberculosis y otros y obviamente unos presupuestos en Senasica más mermados”, señaló.
El líder del CNA, resaltó que el sector agroalimentario genera casi el 10% del PIB nacional, representa cerca de 10% de las exportaciones del país e incluso el 22% de lo que importa Estados Unidos de alimentos llega de México.
“Desgraciadamente, desde el punto de vista de políticas públicas, hemos tenido en los últimos años una serie de embestidas que no están ayudando para que este sector siga teniendo el dinamismo que debiera de tener: los recortes presupuestales en la Secretaría de Agricultura y el enfoque totalmente social que se le está dando al presupuesto del sector; así como la eliminación de muchísimos programas y la parte del financiamiento está siendo muy mermado”, afirmó.
Por su parte, Octavio Jurado, Gerente General de la Asociación Mexicana de Secretarios de Desarrollo Agropecuario, consideró que nos encontramos en un momento decisivo. “Estamos en la orilla del precipicio y si no tomamos decisiones que nos permitan plantear un horizonte distinto al que hoy se advierte en el campo mexicano podríamos enfrentar un escenario de riesgo para la seguridad alimentaria”, alertó.
A decir del especialista, seguimos viviendo los efectos negativos de la pandemia, que ha generado afectaciones globales en la cadena de suministro, modificando las tendencias de consumo. El Covid-19 no sólo ha tenido impacto en la economía de países, empresas y familias, sino en especial de los productores agrícolas mexicanos, que se han descapitalizado aún más por los eventos climáticos adversos, lo que a su vez ha causado un incremento en las importaciones.
Por ello, urgió a tomar decisiones que impulsen de manera decidida el desarrollo productivo, por lo cual es necesario un nuevo modelo agrícola, en el cual variables como el clima no sean los factores únicos y determinantes que le den viabilidad a la producción. Es decir, una política orientada a definir cuál es la vocación productiva de cada una de las regiones, un plan nacional que nos oriente sobre qué hacer y cómo hacerlo.
Añadió que la política pública y la orientación del gasto público es la herramienta más poderosa para poder impulsar la productividad del agro. No obstante, desde su punto de vista, actualmente se carece de una política de fomento y en los programas supuestamente diseñados para el sector están ausentes elementos como el desarrollo rural mediante la inversión, la capacitación, la investigación y la transferencia de tecnología.
“Es positivo que la prioridad del gobierno sea apoyo a los pequeños productores sobre todo al sur sureste, pero no se debe descuidar al sector productivo nacional, es fundamental, impulsar un presupuesto suficiente para no afectar el desarrollo del sector, incluyendo a los pequeños productores”, indicó.
En el foro se lamentó que, de acuerdo con la FAO, el 14% de los alimentos se pierden y un 17.5% se desperdician, cuando hay 811 millones de personas con hambre, pero de manera contrastante se producen los alimentos suficientes, por lo que esa situación es inconcebible e inaceptable.