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Tensiones en Ámsterdam
El Impacto del Conflicto en Gaza en los Países Bajos
Las tensiones en Ámsterdam, la capital de los Países Bajos, se han intensificado debido a incidentes relacionados con la guerra en Gaza. Las primeras protestas estudiantiles en apoyo al pueblo palestino surgieron en octubre de 2023, poco después de que iniciara el conflicto. Sin embargo, la Universidad de Ámsterdam (UvA) prohibió las protestas en sus instalaciones, lo que agravó el malestar entre estudiantes, autoridades universitarias y gobiernos locales.
El 7 de noviembre, en medio de estas tensiones, el partido de fútbol de la Europa League entre Ajax y Maccabi de Tel Aviv tuvo lugar en las afueras de Ámsterdam. Días antes, seguidores del club israelí habían causado disturbios en el centro de la ciudad, atacando un taxi, quemando una bandera palestina y coreando cánticos racistas.
Durante el partido, los aficionados israelíes interrumpieron un minuto de silencio en honor a las víctimas de inundaciones en España. Tras la victoria del Ajax por 5-0, se reportaron enfrentamientos violentos en los que varios seguidores israelíes resultaron heridos, generando condenas de ambos gobiernos.
Las protestas en los Países Bajos aumentaron en frecuencia y violencia. En Ámsterdam, un enfrentamiento entre manifestantes pro-Palestina y la policía tuvo lugar en la plaza de Dam, desafiando una prohibición de protestas tras los disturbios del partido. Cientos de personas exigieron un alto al fuego en Gaza, resultando en más de 50 arrestos y denuncias de violencia policial. Días después, jóvenes a favor de Palestina provocaron disturbios en un suburbio de la ciudad, incendiando un tranvía. En este barrio, con alta población árabe, el apoyo a Palestina es evidente.
En el parlamento neerlandés, el conflicto profundizó divisiones entre políticos pro-Palestina y pro-Israel. Geert Wilders, líder del partido PVV, culpó a los marroquíes de los ataques a los aficionados israelíes y sugirió deportar a aquellos con doble nacionalidad, lo que avivó tensiones. La alcaldesa de Ámsterdam, Femke Halsema, criticó la retórica anti-islamista, afirmando que esas posturas dividen a la población y complican la situación.
Según el Buró Central de Estadística de los Países Bajos, de los casi 18 millones de habitantes, 2.6 millones son migrantes, principalmente de Turquía, Surinam y Marruecos. La población árabe constituye un grupo relevante que ha contribuido al país desde la década de 1950. Esto explica el rechazo de muchos neerlandeses a las posturas anti-islamistas y las restricciones a las protestas.
La guerra en Gaza ha reavivado debates sobre migración e integración en los Países Bajos, aumentando la polarización entre sus habitantes.