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Quiebran empresas para reestructurarse

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Las medidas adoptadas para controlar la pandemia de coronavirus en el año 2020, han provocado que las empresas entren en una crisis financiera, obligando a muchas a cerrar y otras a quebrar; sin embargo, existen alternativas para entrar en un periodo de reestructuración, si se acogen al mecanismo de Chapter Eleven en Estados Unidos o a la Ley de Concursos Mercantiles en México, tal como señalaron en plática con Grupo en Concreto, Alejandra Marcos Directora de Análisis en Intercam Banco y Jorge Gordillo Arias, Director de Análisis Económico y Bursátil de CIBanco.

Las finanzas empresariales, señalan que cuando una compañía puede entrar en una situación de suspensión de pagos, cuando no genera los suficientes recursos (liquidez), para afrontar sus compromisos con proveedores, cuotas o pago de nóminas, todo ello debido a un desajuste entre los ingresos y egresos, por un mal manejo de su tesorería. Esta situación puede ser superada, ajustando y negociando los montos de las ventas, plazos de pago de las mismas, además de los correspondientes a costos, gastos e impuestos.

En el caso de que una empresa presente su Capital Contable negativo o que sus Pasivos sean mayores al mismo en un 80%, se considera que está en quiebra y puede dar lugar a una causa de disolución de la misma, siendo entonces un problema de solvencia y no de suspensión de pagos.

De esta forma, puede existir diversas combinaciones entre una suspensión de pagos y una quiebra técnica, porque es posible que una situación de quiebra técnica no esté acompañada de una situación de suspensión de pagos, que una quiebra técnica este acompañada de una suspensión de pagos o que una suspensión de pagos no esté junto con una quiebra técnica. Se trata, por tanto, de situaciones financieras diferentes que requieren soluciones que se adecúen a cada caso.

Alejandra Marcos, indicó que, ante una situación de posible quiebra, las empresas pueden buscar reestructurar sus pasivos, suspendiendo en el corto plazo sus pagos al acogerse al Chapter Eleven, si tienen deudas o activos financieros en Estados Unidos o la Ley de Concursos Mercantiles, si sólo operan en México, detallando que, aunque son mecanismos similares, existen diferencias importantes.

Jorge Gordillo Arias, señaló que en el presenta año, la situación ha sido muy complicada para todas las empresas, sobre todo para las pequeñas y medianas, estimando que en el corto plazo no mejorará el entorno económico, ante lo cual se sugiere que se busque renegociar con todos los acreedores, bancos, proveedores, buscando pagar a mayor tiempo, bajo condiciones que convengan a ambas partes.

Opinó que cómo acreedor, lo que se quiere es que le paguen, para continuar y dar viabilidad a su negocio, por lo cual están dispuestos a negociar, ya que no les conviene que todos sus clientes cierren sus empresas.

Agregó que, para superar este complicado entorno, las compañías deben ser muy creativas, ver lo que las personas están consumiendo, darle seguridad, además de hacer una reestructura interna, disminuir costos y gastos, cuidando el flujo de efectivo.

CHAPTER 11 Y 7

La Directora de Análisis en Intercam Banco, detalló en la plática que el Chapter Eleven en Estados Unidos, es un proceso organizado de solución de controversias, en dónde la empresa que reconoce una situación de iliquidez tiene la posibilidad de acogerse a este procedimiento mercantil y poder lograr una licencia en el pago de sus obligaciones, a fin de que pueda organizarse con todos sus acreedores.

Desde su punto de vista, El Chapter 11 en Estados Unidos, es una mucho mejor manera de reestructurar financieramente una empresa que hacerlo en México con el Concurso Mercantil, pero se requiere tener obligaciones emitidas en dólares o que sus acreedores estén allá o sean extranjeros, en caso contrario no se puede hacer, manifestando que los dos son mecanismos independientes.

“En el caso de Banco Ahorro Famsa y Aeroméxico, son empresas que cotizan en Estados Unidos, por eso la recomendación de sus abogados, fue tomar el Chapter Eleven, para que les diesen la oportunidad de reestructurarse; sin embargo, en el caso de Famsa, la autoridad en México, le quito el permiso de banca y entonces ya es otro tipo de bancarrota”, comentó el Director de Análisis Económico y Bursátil de CIBanco.

Alejandra Marcos, comentó que hay muchos procedimientos que se pueden hacer antes que se acojan las empresas al Chapter Eleven, como es la liquidación de activos, procesos de reorganización, negociación con acreedores.

“Lo principal es que una vez que declarado el Chapter Eleven, es un proceso muy rápido y eficiente, por lo menos en la corte de Nueva York. Es un proceso de fe, en dónde no se tiene la obligación de pagar nada con respecto a los acreedores, hasta lograr una reorganización financiera, es decir se suspende el pago de intereses tanto de bonos, como de bancos, prácticamente todos los acreedores ya no tienen el derecho de cobrar mientras se solicita esta aprobación o esta reorganización”.

“Una vez que se adopta y autoriza este procedimiento, en el cual se evitan demandas de otros acreedores que pudieran obligar a hacer el pago de sus obligaciones, hay generalmente un acceso a un financiamiento llamado Debtor in possession (DIP), que es a tasas muy baratas, pese a que se está prácticamente un paso antes de la quiebra o liquidación. Entonces con la nueva deuda las empresas tienen tiempo de organizarse de reestructurarse y salir adelante”, declaró la ejecutiva.

Adicionó que el plazo que generalmente se maneja para estar en el Chapter Eleven es de 4 meses y que, si en ese plazo no se logra la viabilidad de la empresa, entonces se procede al Chapter Seven, dónde se tiene que liquidar los activos y la venta total de los bienes a fin de cubrir los compromisos con los acreedores.

Jorge Gordillo Arias, manifestó que en el caso de Aeroméxico, lo que le permite estar en Chapter Eleven, es que le den tiempo para tener un plan de negocios, reestructurar toda la parte de deuda que tiene en Estados Unidos, tiempo para mejorar las condiciones de la empresa, porque creen que los 4 meses son vitales para sobrevivir, porque tienen muchos costos fijos y que cuando la demanda regrese van a tener flujo, aunque las condiciones normales no van a regresar tan pronto como quisieran.

Agregó que estar en el Chapter Eleven, tiene un costo porque las calificadoras van a degradar la calificación de la empresa, va a ser difícil que obtenga nuevos medios de financiamiento, porque va a estar en un proceso de no pago, y en su caso la tasa de financiamiento será más elevada. Consideró que en el caso de Aeroméxico no tenían otra opción porque los planes de reapertura que tenían no se pudieron realizar.

CONCURSO MERCANTIL

Marcos indicó que en México el Concurso Mercantil está basado en el Chapter Eleven de Estados Unidos, funciona muy similar pero la eficiencia es diferente, porque aquí una vez que la empresa se trata de acoger, hay un procedimiento previo donde un juez evalúa los estados financieros de la empresa, hace todo todas las diligencias necesarias para ver si realmente la empresa está en problemas o no; por lo que este procedimiento generalmente tarda mucho más en declararse que el Chapter 11 en Estados Unidos.

“En México al igual que allá hay una reorganización financiera, en donde se logra un convenio concursal que es obligatorio para todos los acreedores, se necesita el 50 más uno de todos los acreedores para poderlo hacer igual al resto de los acreedores, tanto de Bonos como bancarios. Si no se llega a un acuerdo concursal, entonces se procede a la etapa 2 del Concurso Mercantil que es la liquidación, en ese entonces sería similar al Chapter 7 en Estados Unidos”.

“El tema aquí es que, a diferencia de Estados Unidos, ninguna empresa ha recibido DIP, una vez que se ha acogido al Concurso Mercantil, allá funciona bastante bien este tema de emisión de nueva deuda, para poder reestructurar y salvar a la empresa, además los tiempos allá son diferentes y son mucho más eficientes, tardan entre 6 y 12 meses, probablemente 8 en todo el proceso y aquí es mucho más lento. Tenemos muchos ejemplos de empresas que han salido bien libradas del Chapter Eleven, mientras que aquí tenemos a Comercial Mexicana”, detalló la especialista.

En este sentido, es de recordar que Comercial mexicana era una de las principales cadenas comerciales con rubro de autoservicio, pero en octubre del 2008 la compañía vio acrecentados sus adeudos, denominados en dólares de manera importante, además de haber realizado operaciones con productos derivados, ya que el peso mexicano experimentó una caída de poco más del 10% frente a la divisa estadounidense en menos de un mes.

Ante ello, la empresa buscó ampararse bajo la forma del concurso mercantil, el cual le permitía reestructurar su deuda, la inyección de recursos por parte de accionistas, obtención de concesiones por parte de los proveedores, la suspensión de intereses y detener embargos y demandas. Una vez realizado todo lo necesario en 2010 logró el Concurso Mercantil, para que en 2012 se lograra consolidar financieramente, mediante la venta de tiendas y servicios a Grupo Soriana.

Por su parte, Gordillo Arias, hizo referencia al caso de Grupo ICA el cual en diciembre de 2015 señaló que no tenía solvencia para cubrir con sus obligaciones financieras, iniciando un proceso de reestructuración para adherir en septiembre de 2017, a cinco empresas del grupo con adeudos por 66,101 millones de pesos, a un Concurso Mercantil, mismo que culminó de forma exitosa en mayo de 2018, inclusive con capitalización de la empresa por parte de nuevos socios.

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