CONSTRUCCIÓN
Industria acerera se enfila a producción sustentable: Max Acero
La inversión en tecnologías e innovación, le permiten al sector siderúrgico en México usar aproximadamente 20 por ciento menos energía, que el promedio consumido mundialmente.
Datos de la Cámara Nacional del Acero (CANACERO), indican que México ocupa el décimo quinto lugar como productor mundial de acero, con una producción de 16.8 millones de toneladas.
Christopher Torices, CEO de Grupo Torices, al cual pertenece Max Acero Monterrey comentó: “Somos una industria de alto valor estratégico para el país, por ello como empresa 100% mexicana enfocada en atender un sector estratégico, entendemos que la demanda de materiales de construcción confiables y de alta calidad es esencial para garantizar la seguridad y durabilidad de las construcciones en México. Nuestra meta es ser un socio de confianza para ingenieros, arquitectos, constructores y empresarios especializados en esta industria”.
La empresa ha desarrollado procesos de fabricación rigurosamente supervisados y la utilización de tecnología de vanguardia, que garantizan que cada pieza de acero que sale de sus instalaciones sea duradera, resistente, segura y que cumpla con cada una de las normativas nacionales e internacionales.
En México, la industria de la construcción es uno de los sectores que más ha crecido en los últimos años, gracias a la inversión pública y privada, y genera empleos de manera directa e indirecta ya que los proyectos de construcción promueven la actividad económica de sectores conexos.
El amplio portafolio de productos de Max Acero Monterrey le ha permitido sobresalir en la industria. Ya que ofrecen desde perfiles, como el PTR y la viga IPR, hasta Lámina Pintro, galvanizada y Losacero, así como diversos productos de acero corrugado. Su amplia gama de opciones se enfoca en satisfacer las necesidades de proyectos de construcción como: edificaciones comerciales, infraestructura industrial o proyectos residenciales.
Max Acero Monterrey ha logrado tener presencia en todo el territorio nacional e impulsa la cadena productiva, para volverla más dinámica y atender las necesidades que los clientes demandan, adaptándose al entorno socio-económico y cultural predominante.