FINANZAS
Trump se conduce muy parecido a su primer mandato

La presidenta Claudia Sheinbaum anunció una serie de compromisos entre Estados Unidos y México, tras haber tenido una conversación con Trump y se pactó poner en pausa la imposición de aranceles por un mes, lo que pareciera indicar que Donald Trump se está conduciendo muy semejante a su primer mandato, donde la imposición de aranceles es una herramienta para conseguir sus fines, señala Alejandra Marcos, directora de Análisis y Estrategia en Intercam Grupo Financiero.
En una Nota de Opinión Análisis, agrega que Estados Unidos se comprometió a trabajar para evitar el tráfico de armas, en tanto México reforzará la frontera norte con 10 mil elementos de la Guardia Nacional para evitar el tráfico de drogas a México a Estados Unidos, además de que equipos de ambas naciones empezarán a trabajar en materia de seguridad y comercio.
Señala que lo anterior es respuesta a que el pasado 1 de febrero el presidente de Estados Unidos, Donald Trump firmó una orden ejecutiva según la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA), ordenando aplicar una tarifa de 25 por ciento sobre productos mexicanos, con el fin de atacar la situación de emergencia que representa la migración y el tráfico de drogas, incluyendo el fentanilo.
Recuerda que la orden faculta al presidente de Estados Unidos a establecer las medidas necesarias para atender las amenazas de seguridad nacional o económicas provenientes del exterior.
Desde su punto de vista es difícil estimar un escenario con cierto grado de certidumbre, ya que existen muchas variables que son desconocidas, como la magnitud de los aranceles, las medidas de retaliación y la temporalidad de los mismos.
De esta forma, en primera instancia, como lo ha señalado anteriormente, el tipo de cambio será la primera variable de ajuste. Una depreciación en nuestra moneda podría evitar que los precios en dólares de los productos mexicanos que se venden en Estados Unidos aumenten en una magnitud semejante a la del arancel y permitiría que las exportaciones mexicanas mantengan cierta competitividad en el mercado norteamericano.
Sin embargo, al mismo tiempo es previsible que una parte del incremento en el arancel sea traducida al consumidor final quienes irremediablemente definirán sus opciones de compra con base en los precios, haciendo menos eficiente el proceso productivo de ciertas industrias que están altamente integradas con México.
Por lo tanto, la trayectoria des inflacionaria en Estados Unidos podría obstaculizarse, y con ello la Reserva Federal podría extender la pausa de los recortes por más tiempo de lo inicialmente estimado en la tasa de fondos federales.
Para México el sector exportador será el más impactado, pues podemos asumir que la demanda de productos mexicanos sea menor. Las exportaciones son aproximadamente el 30 por ciento del PIB y de las exportaciones el 83 por ciento se destinan a Estados Unidos
Aunque somos el principal socio comercial, pues más del 15.6 por ciento de lo que importa Estados Unidos proviene de México y el 16.3 por ciento de sus exportaciones americanas tienen como destino final nuestro país, es importante destacar que existe una asimetría en la relación comercial considerable entre ambos países.
La especialista señala que México podría responder con medidas retaliatorias, aunque no serán generales y los aranceles que se podrían imponer en Estados Unidos afectarían principalmente a los estados con gran cantidad de manufacturas, y serían en todo caso aranceles que estarían encaminados a ejercer una fuerte presión política, porque lo que se busca es desinhibir la permanencia de las tarifas hacia México.
Espera que tal y como sucedió en el 2016, se realice una labor importante sobre la precisión de los aranceles en los productos clave de Estados Unidos.
Aun sin medidas retaliatorias, Estados Unidos pudiera tener consecuencias importantes, porque la fuerte integración de las cadenas productivas, originaría una industria más débil en ese país, pues el consumidor- dado el incremento en costos y luego en precios- decantaría por otros productos sustitutos que se importan de otros mercados.
De esta forma, implementar aranceles sostenidos no les conviene porque encarecería significativamente los productos americanos y la producción de ese país se tornaría menos competitiva y eficiente.
Ante ello, no se puede descartar nuevos episodios de volatilidad tras las amenazas, más aún de cara a la revisión del TMEC, y del estudio que ordenó Trump el pasado 20 de febrero en materia de déficit comerciales; sin embargo, parece que tras los eventos ocurridos el fin de semana, es posible asumir que la imposición de tarifas se mantendrá como un arma punitiva para lograr los objetivos de Trump.