COVID-19
Apreciación del peso podría frenarse por tema China-EUA: CI Banco
Los analistas de CI Banco señalan que después de haberse presionado a su peor nivel en marzo pasado, en las últimas semanas, la moneda mexicana ha recortado parte de las pérdidas (poco más de tres pesos); sin embargo, el escenario no está exento de riesgos. Uno de ellos, es el tema de la retórica beligerante entre EUA y China, lo que podría minar la tendencia reciente del peso mexicano de apreciación.
En un comentario sobre la paridad peso dólar, los analistas señalan que la apreciación de la moneda nacional se debe a cinco elementos: levantamiento de algunas de las medidas de confinamiento por parte de las principales economías del mundo; noticias de avances en la búsqueda de una vacuna y medicamentos eficientes para curar COVID-19; percepción de que lo peor en materia económica ya pasó; rebote en el precio internacional del petróleo y; estímulos monetarios por parte de los principales bancos centrales, en particular la Reserva Federal de EUA.
Opinan que, ante ello, es factible que, si se mantienen estas condiciones, el tipo de cambio pueda romper hacia abajo los $22.0 spot en los próximos días/semanas.
Sin embargo, señalan que luego de que EUA y China lograran firmar la primera fase de un acuerdo comercial en enero pasado, este mes regresaron las tensiones entre ellos. Se profundizó la desconfianza y puntos de fricción por acusaciones estadounidenses de prácticas comerciales y tecnológicas injustas, además de conflictos sobre Taiwán y Hong Kong.
Esta situación se da en momentos muy desfavorables, porque un posible rompimiento comercial sería un lastre en la endeble y difícil recuperación económica el mundo, afectando también al ánimo de los mercados financieros.
El coronavirus y la inminente campaña presidencial estadounidense (elecciones en noviembre próximo) han amplificado la rivalidad, llevando la guerra de palabras en los últimos días a un punto más alto.
Trump ha dado un viraje significativo en su campaña para lograr la reelección en los comicios de este año. Su retórica en contra de Pekín marcó una nueva fase en un esfuerzo por encauzar una elección que ha sido transformada por la pandemia.
El mandatario estadounidense había planificado hacer de la próspera economía estadounidense el foco de la campaña, pero esa estrategia zozobró. Las caídas en el PIB y el aumento robusto en el desempleo a raíz de las medidas de confinamiento lo han orillado a buscar a quien culpar de la situación.
Así es como ahora aparece China, donde se originó la pandemia y acusada de responder muy lentamente a su contagio global. La retórica agresiva se basa en la creciente furia, en el gobierno y entre muchos legisladores, por la falta de transparencia del gobierno chino sobre el virus que ha traído el desastre global.
Así, se anticipan tiempos todavía más turbulentos para la ya inestable relación entre las dos mayores economías del mundo. Hay que estar atentos y preparados.