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Gentrificación: retos, oportunidades y transformación urbana detrás de este fenómeno

Por Maria Carolina Quintero, Líder de comunicaciones Propiedades.com

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Gentrificación retos, oportunidades y transformación urbana detrás de este fenómeno

La gentrificación es un fenómeno urbano cada vez más visible en la Ciudad de México. Este proceso implica la transformación de barrios populares a medida que nuevos residentes de mayor poder adquisitivo se mudan a estas zonas, incrementando el valor de las propiedades y modificando el entorno social, cultural y económico. Aunque la gentrificación puede traer consigo mejoras en infraestructura y servicios, también plantea importantes desafíos sociales y económicos, principalmente para los habitantes originales de estas áreas.

En la Ciudad de México, colonias como la Roma, Condesa, Juárez, entre otras, son ejemplos claros de gentrificación, el valor de las propiedades en estas zonas ha aumentado significativamente en los últimos años. En la colonia Roma, por ejemplo, los precios de algunos inmuebles han subido hasta un 40% en solo cinco años. Este incremento refleja la creciente demanda por vivir en zonas céntricas, pero también expone a las comunidades locales a presiones económicas, lo que a menudo resulta en el desplazamiento de sus residentes.

El desplazamiento es uno de los principales problemas asociados con la gentrificación. Los habitantes tradicionales, que han vivido en estas colonias por generaciones, muchas veces no pueden afrontar el aumento en los costos de alquiler o en los precios de las propiedades. Esto provoca una fractura en el tejido social, ya que la llegada de nuevos residentes, en su mayoría jóvenes profesionales y extranjeros, cambia las dinámicas sociales. 

Comercios tradicionales desaparecen, dando paso a nuevas unidades económicas que se crean en función de las necesidades y estándares de esta nueva población.

Sin embargo, podemos ver, en algunos casos, como la gentrificación también tiene aspectos positivos. En zonas gentrificadas, como la Condesa, el mejoramiento de la infraestructura y la llegada de nuevos servicios han incrementado la calidad de vida. La seguridad, el transporte y los espacios públicos se modernizan, beneficiando tanto a los nuevos como a los antiguos residentes. 

Estos cambios han generado un notable aumento en la plusvalía de las propiedades, beneficiando tanto a los nuevos inversionistas como a los propietarios tradicionales. Ahora, ambos pueden aprovechar esta transformación para vender o rentar sus inmuebles, maximizando así sus ganancias gracias a este fenómeno.

Es fundamental que las políticas públicas acompañen este proceso para evitar o mitigar sus efectos negativos. La regulación de los precios de alquiler, la implementación de programas de vivienda asequible y la inclusión activa de las comunidades locales en los planes de desarrollo son claves para reducir el desplazamiento. A través de un enfoque equilibrado y sostenible que combine desarrollo económico con justicia social, es posible que la gentrificación no sea solo un fenómeno negativo, sino una oportunidad para transformar la Ciudad de México en una urbe más inclusiva y equitativa.

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