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Inflación subyacente no cede pese a debilidad económica

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Inflación subyacente no cede pese a debilidad económica

La inflación al consumidor durante noviembre creció 3.80 por ciento a tasa anual, superando el 3.70 por ciento del consenso, por su parte el índice subyacente se expandió 4.43 por ciento, también superando la del consenso, 4.33 por ciento. De esta forma, la inflación interanual alcanzó máximos de cinco observaciones y el subyacente se presionó de nuevo e hiló siete meses por encima del 4 por ciento, señaló Alejandro J. Saldaña Brito, Economista en jefe de Grupo Financiero B×+

En un comentario, el especialista detalla que la subyacente avanzó por tercera lectura consecutiva, presentó su mayor expansión desde marzo de 2024 e hiló siete meses encima del 4 por ciento.

Al interior del mismo, el componente de mercancías se aceleró ante lo que aparentemente fue una temporada promocional menos agresiva a la del año pasado, si bien fue un poco más extensa.

Asimismo, los servicios avanzaron por segundo mes consecutivo, en particular aquellos distintos a educación y vivienda. Llama la atención la reciente falta de progreso en el rubro de servicios, en un contexto de debilidad económica, de hecho, estos todavía exhiben tasas de crecimiento muy superiores a su promedio histórico. Su rigidez puede estar relacionada con los incrementos en costos laborales acumulados en los últimos años.

De esta forma, preocupa la renuencia en la inflación subyacente pese a la debilidad económica, y su panorama no ha mejorado.

En principio, el bajo crecimiento económico ejercerá presión a la baja sobre los precios, ello debería de ser más evidente en el rubro de los servicios, dentro del índice subyacente; sin embargo, estima que estos mantengan una variación superior a su promedio histórico derivado del incremento acumulado en los últimos años de los costos laborales, que no han sido acompañados por mejoras en la productividad.

Por su parte, el rubro de las mercancías puede re acelerarse en enero próximo, por efectos de las tensiones comerciales y el ajuste más fuerte a lo usual del IEPS para 2026, si bien la reversión de la depreciación cambiaria – que opera con rezago – ofrecerá cierto alivio.

Finalmente, la dinámica en el índice no subyacente puede normalizarse, tras exhibir bajas tasas de crecimiento recientemente.

El panorama inflacionario y la postura monetaria actual no dejan mucho margen de maniobra en adelante para Banxico. La inflación subyacente volvió a elevarse pese al bajo dinamismo económico, y su panorama no ha mejorado. Incluso, juzga que es poco probable que la variable converja a la meta de 3 por ciento en el 3T26, como pronostica el banco central.

Por su parte, la tasa de interés objetivo ya se encuentra dentro del rango estimado para su nivel neutral, y en la guía prospectiva de su último anuncio de política monetaria, la Junta de Gobierno de Banxico refirió que “valorará recortar la tasa de referencia” (singular), cuando antes se hablaba de “recortes adicionales” (plural).

Aunque el analista prevé que el crecimiento interanual en el índice nacional de precios al consumidor (INPC) cierre el año debajo del 4 por ciento, en un contexto de lento dinamismo económico, juzgamos que el panorama inflacionario todavía es complejo. Dado lo anterior y que Banxico ha llevado su postura monetaria a terreno neutral, considera que la política monetaria cuenta con un margen de maniobra muy estrecho.

Con todo lo anterior, considera que el recorte a la tasa de referencia de Banxico de diciembre podría ser el último recorte en la tasa de interés objetivo, al menos por varios meses.

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