Warner Bros. y HBO Max: el impacto de la compra en la pluralidad audiovisual

La posible compra de los estudios de cine y televisión de Warner Bros. Discovery, así como de su división de streaming HBO Max, por parte de grandes conglomerados como Netflix o Paramount, representaría un riesgo significativo para la televisión pública, los pequeños estudios y las y los creadores independientes, advirtió la Mtra. Claudia Arruñada, académica del Departamento de Estudios Empresariales de la Universidad Iberoamericana.

De acuerdo con la especialista, este tipo de transacciones profundiza el debilitamiento de la televisión abierta, particularmente la pública, que desde hace años enfrenta una pérdida sostenida de audiencias, especialmente entre los sectores más jóvenes. Aunque la concentración de plataformas podría reducir la oferta de servicios de streaming, Arruñada señaló que esto no implica necesariamente una democratización de los precios ni un mayor acceso para todos los públicos.

Concentración, fuga de anunciantes y riesgo para contenidos alternativos

La académica subrayó que, conforme los grandes conglomerados amplían su participación en el mercado del entretenimiento, los espacios más pequeños quedan en una posición vulnerable, especialmente ante la fuga de patrocinadores y anunciantes hacia las plataformas con mayor alcance. Esto podría derivar en la desaparición de proyectos independientes y medios alternativos que dependen de esos ingresos para subsistir.

En el ámbito cinematográfico, Arruñada destacó que la empresa que adquiera los activos de Warner Bros. Discovery obtendría el control de un vasto catálogo de franquicias de alto impacto global, como Harry Potter, Game of Thrones y el universo de DC Comics. Este escenario, señaló, representa un golpe a la pluralidad creativa y a la posibilidad de desarrollar narrativas diversas, innovadoras e independientes.

“La concentración del poder de producción termina marcando la ‘batuta de calidad’ y definiendo quién participa y quién queda fuera del juego”, explicó la académica, al advertir que las estrategias de marketing de los grandes estudios suelen imponerse sobre propuestas artísticas con menor capacidad de promoción.

Control de narrativas y poder simbólico

La investigadora en Tecnología y Transformaciones Sociales también enfatizó que el control de la producción audiovisual implica, inevitablemente, el control de las narrativas. En este contexto, señaló que estas operaciones no solo involucran decisiones corporativas, sino también a organismos reguladores y autoridades encargadas de la protección al consumidor, lo que abre la puerta a posibles manejos de agenda y estructuras comunicacionales alineadas con intereses específicos.

Aunque reconoció que dejar de consumir estas plataformas podría parecer una alternativa, Arruñada consideró que se trata de una opción poco realista, dado que el acceso al streaming y a los contenidos digitales se ha convertido en un componente central de la vida cultural y social contemporánea.

Poder económico y reconfiguración del mercado

La académica también reflexionó sobre las razones detrás de la venta de los activos de Warner Bros. Discovery, pese a contar con ambiciosos planes de expansión de franquicias como Harry Potter, Game of Thrones y nuevas producciones del universo DC. Más allá de factores económicos, Arruñada señaló que estas decisiones responden, en gran medida, a la búsqueda de poder y posicionamiento estratégico dentro del ecosistema global del entretenimiento.

Finalmente, recordó el caso de Netflix, empresa que en distintos momentos fue subestimada por la industria tradicional y que hoy se posiciona como uno de los actores más influyentes del mercado. Para la académica, este proceso es un recordatorio de que las dinámicas de poder pueden cambiar rápidamente y que la compra de Warner Bros. Discovery podría redefinir el tablero del entretenimiento global.

La especialista concluyó que, ante este escenario, es fundamental analizar cómo se reacomodan los intereses económicos e ideológicos, y qué impacto tendrán estas transformaciones en los hábitos de consumo, la diversidad cultural y el acceso a contenidos independientes.