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FINANZAS

Simplicidad operativa debe complementarse con gestión de riesgos

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Simplicidad operativa debe complementarse con gestión de riesgos

El estruendo de los misiles sobre Tel Aviv y las tensiones en el estrecho de Ormuz parecerían eventos lejanos para un tesorero de cooperativa en Guadalajara o Monterrey; sin embargo, la realidad es que estos conflictos geopolíticos han puesto en evidencia, una vez más, una vulnerabilidad que el sector cooperativo mexicano ha ignorado durante décadas, su exposición al riesgo cambiario, señala Guillermo Mateos, Director de Derivados de Banco BASE.

En su nota “Incertidumbre en tiempos de guerra”, indica que la verdadera lección de esta coyuntura no es sobre geopolítica ni sobre mercados cambiarios, es sobre adaptabilidad institucional, en un mundo donde las crisis geopolíticas son cada vez más frecuentes y sus efectos económicos más interconectados, por lo que la capacidad de anticipar y mitigar riesgos no es un lujo, sino una necesidad existencial.

Opina que la volatilidad l eventualmente se calmará y el peso seguirá reflejando sus fundamentales, además de que los conflictos geopolíticos encontrarán resolución, pero la lección permanecerá, en un mundo financiero cada vez más complejo, la simplicidad operativa debe complementarse con sofisticación en la gestión de riesgos.

Ante ello, las cooperativas mexicanas tienen la oportunidad de escribir un nuevo capítulo; uno donde la prudencia tradicional se combina con herramientas modernas de protección financiera, donde la responsabilidad hacia los socios se manifiesta no solo en tasas competitivas, sino en estabilidad garantizada.

Agrega que en las últimas semanas, se ha sido testigo de la volatilidad cambiaria, después de períodos de calma. El peso mexicano ha fluctuado cerca de 3 por ciento en sesiones individuales, mientras que el petróleo crudo se ha disparado 8.1 por ciento; asto que representa otro martes cualquiera; para las cooperativas, puede significar la diferencia entre cumplir con las expectativas de sus socios o enfrentar una crisis de confianza.

La pregunta no es si las cooperativas necesitan evolucionar financieramente, la pregunta es si tendrán la visión para hacerlo antes de que la próxima crisis las obligue a ello.

El problema no es nuevo, pero sí la intensidad, porque las cooperativas mexicanas manejan activos superiores a los 800,000 millones de pesos y atienden a millones de socios que confían en la estabilidad de estas instituciones; sin embargo, la mayoría opera sin herramientas adecuadas de gestión de riesgo cambiario, confiando en la estabilidad histórica del peso y en estrategias reactivas más que preventivas.

De esta forma, plantea un escenario hipotético pero plausible, donde si el conflicto en Medio Oriente escala y afecta el tránsito petrolero por el estrecho de Ormuz, el peso podría debilitarse 15 por ciento en cuestión de semanas, por lo que una cooperativa con  100 millones de pesos en operaciones denominadas en dólares enfrentaría pérdidas inmediatas de  15 millones.

¿Cuántas cooperativas pueden absorber este impacto sin afectar los rendimientos de sus socios? ………La respuesta es incómoda: muy pocas.

También ejemplifica que durante la Guerra del Golfo en 1991, el peso se depreció 23 por ciento en seis meses, mientras que en la crisis de Crimea de 2014, la volatilidad cambiaria global se incrementó 400 por ciento.

Como se observa, los patrones históricos son claros: los conflictos geopolíticos en regiones productoras de petróleo tienen consecuencias directas y medibles en economías emergentes como México. Aquí surge una paradoja interesante: mientras las cooperativas han sido conservadoras en su gestión financiera, su naturaleza misma las convierte en candidatas ideales para estrategias de cobertura cambiaria.

Su responsabilidad fiduciaria hacia miles de socios, su orientación de largo plazo y su aversión natural al riesgo especulativo las posicionan perfectamente para adoptar instrumentos de protección, no de especulación.

El especialista, manifiesta que los forwards cambiarios, las opciones de cobertura y otros instrumentos derivados no son herramientas especulativas cuando se utilizan correctamente; son instrumentos de cobertura. Un seguro contra la volatilidad que puede preservar el patrimonio de los socios y garantizar la continuidad operativa en tiempos de turbulencia.

La crisis geopolítica actual presenta otra oportunidad para que el sector mexicano madure financieramente, no se trata de transformarse en Hedge Funds ni de adoptar estrategias agresivas, sino de incorporar herramientas de gestión de riesgo que han sido estándar en el sector corporativo durante décadas.

Las cooperativas que aprovechen este momento para implementar estrategias de cobertura cambiaria no solo protegerán a sus socios de la volatilidad actual, sino que establecerán un precedente de gestión profesional que fortalecerá su posición competitiva en el sistema financiero mexicano.

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