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Mensaje de Vicente Gutiérrez Camposeco, CANACO

Encuentro entre Sindicatos y Empleadores

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Mensaje de Vicente Gutiérrez Camposeco, CANACO

Lo más sencillo sería proclamar que este es un hecho histórico. Una alianza sin precedentes. Pero no lo considero a sí. Al menos no todavía.

La historia no se define en el instante en que se anuncian las intenciones, sino cuando los hechos maduran y sus resultados transforman la realidad de generaciones futuras. Hoy, trabajadores, autoridades y empresarios iniciamos un camino con la firme convicción de que nuestras acciones podrán trascender.

Como antecedente, quiero recordar que, en 1945, en plena Segunda Guerra Mundial, el presidente Manuel Ávila Camacho a quién algunos lo llamaron el unificador, impulsó el Pacto Obrero-Industrial de México, un esfuerzo conjunto por fortalecer la autonomía económica nacional y mejorar el desarrollo social y cultural de los mexicanos.

Eran otros tiempos. Otras guerras.

Hoy, en un escenario marcado por tensiones económicas, disputas arancelarias e injerencias externas, convocamos a una nueva alianza entre los factores de la producción.  

No es solo un llamado: es una invaluable oportunidad para construir historia.

Este evento busca consolidar un compromiso tripartita y demostrar que la unidad nacional es posible. No hablo de una unidad en torno a una ideología política, ni mucho menos de un interés de clase, por genuina que esta pudiera ser.

No, una unidad en torno al más alto de nuestros valores nacionales: el País mismo. México somos todos y la unidad de todos es México

Si en el mundo de la física el movimiento se demuestra andando, en la política la unidad se demuestra actuando. Y hoy actuamos.  No por inercia, ni por imitación, sino por una necesidad impostergable ante las condiciones internacionales y nacionales que enfrentamos.

Nos encontramos en un momento crucial para el futuro del trabajo y el desarrollo económico del país. La transformación del mercado laboral no es una opción; es una realidad que exige visión, diálogo y compromiso.

Si, buscamos estabilidad económica, es imperativo fomentar el crecimiento empresarial. Para ello, debemos reducir la carga regulatoria, facilitar el acceso al financiamiento y promover la innovación.

Solo trabajando juntos podremos enfrentar los desafíos del entorno económico sin comprometer la capacidad de las empresas para prosperar. La confianza del sector privado será el reflejo de la certidumbre que logremos construir entre todos los actores aquí presentes.

La clave del éxito radica en el diálogo social. Las reformas laborales deben ser resultado de consensos sólidos, donde todas las voces sean escuchadas y donde el bienestar colectivo sea prioridad.

México no puede permitirse avanzar dividido. Necesitamos acuerdos firmes, estrategias claras y la determinación de construir un modelo laboral sólido y eficiente.

Hoy reafirmamos nuestro compromiso con el desarrollo económico y social del país. Creemos en la colaboración y en el entendimiento como herramientas para edificar un futuro donde los derechos de los trabajadores, la productividad de las empresas y el crecimiento de México vayan de la mano.

Juntos, podemos consolidar un mercado laboral moderno, competitivo y justo para todos.

Hace mucho dejé de creer en los dogmas de la lucha de clase. Prefiero la inteligente colaboración de clases.

Nuestra verdadera clase es ser mexicanos.

Los mexicanos siempre hemos cerrado filas para buscar la prosperidad del país, el desarrollo y progreso nacional.

En mi opinión no estamos ante una época de cambios, más bien un cambio de época, no tengo la menor duda de que juntos, gobierno, trabajadores y empleadores construiremos el México próspero para las siguientes generaciones.

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