OPINIÓN
Censura mata libertad

La presidente de México, Claudia Sheinbaum, acaba de enviar al Senado de la República una iniciativa de ley para que, a través de los instrumentos y dependencias que la misma presidencia ha creado, se bloquee-desinstale-baje distintas plataformas digitales, redes sociales y todo tipo de medio digital que pudiera ser crítico o indispuesto con el gobierno de la 4-T-Morena.
Es evidente que el Poder Ejecutivo del país, y su ad later Poder Legislativo, en lo que respecta a su mayoría morenista, quisieron aprovechar el envío de unos spots del gobierno de Estados Unidos, que fueron proyectados en televisión comercial de México aunque dado el escándalo producido por estos, fueron retirados pronto.
En esos spots agraviantes de 30 segundos aparece la secretaria del Departamento de Seguridad Nacional de EUA, Kristin Noem, lanzado una advertencia a los migrantes mexicanos: «Permítanme darle un mensaje al mundo de parte del presidente Trump: si estás considerando entrar ilegalmente a EUA ni lo pienses», dice.
Te puede interesar: Unas elecciones particulares.
«Déjenme ser clara: si vienen a nuestro país y rompen nuestras leyes, los vamos a perseguir. Los criminales no son bienvenidos en Estados Unidos… Si intentas entrar ilegalmente vas a ser capturado, vas a ser deportado y nunca más podrás regresar. Sigue la ley y tendrás oportunidades. Si la rompes, encontrarás consecuencias», amenaza.
Esto dio motivo a que la presidente Sheinbaum enviara el 22 de abril la Iniciativa de Reforma a la Ley de Telecomunicaciones para prohibir la transmisión de este tipo de mensajes y de paso hizo ajustes que consideró apropiados para su propio beneficio de gobierno.
El artículo de la reforma referido a la propaganda extranjera dice: “Los concesionarios y permisionarios de radiodifusión y televisión en el país no podrán transmitir propaganda política, ideológica o comercial de gobiernos o entidades extranjeras, ni permitir que los medios de comunicaciones que operan en su concesión sean utilizados para fines que pueden influir en los asuntos internos del país “.
Además incluyeron un larguísimo articulado que obviamente los senadores de Morena -como es su costumbre abyecta y sometida al poder Ejecutivo- aprobaron a modo fast-track en apenas dos días sin leerlo y, por lo mismo, no quietaron ni un punto ni una coma al envío presidencial.
En el artículo 109 hay una propuesta que evidentemente significa censura, y significa atentado a la libertad de expresión y contra la libertad de pensamiento.
En este artículo se plantea que, a petición de “las autoridades competentes”, la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones podrá “bloquear temporalmente” una plataforma digital “en los casos en que sea procedente por incumplimiento a disposiciones u obligaciones previstas en las respectivas normativas que les sean aplicables”.
Es claro que el documento no detalla qué supuestos ameritarán un bloqueo ni a qué plataformas se hace referencia, pero los analistas y especialistas y periodistas- han señalado que en esa categoría se encuentran las redes sociales, las plataformas de streaming…
Como por ejemplo YouTube, Netflix, Facebook y los servicios de mensajería —como WhatsApp o Telegram—. Y amenaza censura a periodistas, pensadores, analistas y muchos otros ciudadanos que encuentran en las redes sociales la libertad de expresión indispensable en toda democracia.
Evidentemente la propuesta de censura que hace el gobierno federal como el poder Legislativo es extremadamente peligrosa para un país en el que ya se apropiaron del Poder Judicial y de los instrumentos de supervisión autónomos como el Instituto de Acceso a la Información…
Es ilógico que la presidente envíe una iniciativa a la Ley sin haberla leído. Simple y sencillamente no es lógico. ¿Se podría enviar una iniciativa de reforma constitucional sin haberla leído o no estar consciente de las consecuencias políticas y sociales en tanto derechos y libertades?
Esto porque luego de que el tema estalló en todo el país, acusando censura, ella dice que fue un problema de redacción, que en todo caso se ajustará el párrafo correspondiente (artículo 109) o que se retirara, pero que, en todo caso “las cosas ya no van a ser como antes”.
Pero el Senado ya había aprobado en comisiones la iniciativa tal y como llegó de la presidencia.
Aun así, frente al alud de críticas y advertencias de grave peligro a las libertades y derechos, la presidenta pidió al Senado que fuera más despacio en su aprobación, que se quitara el párrafo 109 y que “nosotros no censuramos”, dice en su auxilio. Pero no se ha quitado.
Adán Augusto López, el fiel amigo del expresidente López Obrador y al único que obedece, a regañadientes aceptó que la discusión en el pleno del Senado no será el lunes como se prometió originalmente y que se llevará a cabo una consulta y diálogo con los actores involucrados.
Es histórico. El poder político -Ejecutivo o Legislativo- es el enemigo número uno de la Libertad de Expresión, de imprenta y de pensamiento. No toleran la verdad y no toleran la crítica a sus errores, abusos o corrupción política o económica. No les gusta la verdad si se descubren sus mentiras. La defensa de la soberanía, sin defenderla, es motivo de crítica y eso no lo quiere el Poder Político.
En el siglo XIX se persiguió a periodistas libres y críticos: José Antonio Fernández de Lizardi, El Pensador Mexicano, fue a la cárcel por hacer críticas al gobierno. Venustiano Carranza en el siglo XX inventó “los viajes de rectificación” para que periodistas críticos “rectificaran” su información.
El 8 de julio de 1976 el entonces presidente Luis Echeverría dio un golpe mortal al periódico Excélsior dirigido por Julio Scherer García. Fue un golpe muy grave a la libertad de expresión, sin ninguna duda…
Estos son apenas unos ejemplos de la lucha interminable entre el gobierno y los medios de comunicación. No sólo desde el gobierno federal, también los gobiernos estatales y municipales.
Hoy estamos frente a una grave amenaza a la libertad de expresión. La Ley Censura que propone el poder político federal de México es un peligro para todos los mexicanos, y sobre todo para los que vienen porque podrían encontrar a un país en donde el silencio sustituye a las libertades. Pero eso nunca será posible: La libertad y los derechos sociales son intrínsecos al ser humano.