EMPRESA
Cómo la tecnología está transformando el comercio agropecuario en México y América Latina

El comercio minorista agropecuario se ha consolidado como un eslabón estratégico dentro de la cadena del agronegocio, al conectar la producción rural con la industria y el consumidor final. Según explica Fabrício Orrigo, director de productos para Agro de TOTVS, los distribuidores, cooperativas y traders de granos son los actores clave que impulsan la eficiencia y la rentabilidad del sector.
Orrigo destaca que el comercio minorista agrícola opera bajo un ritmo particular, marcado por la estacionalidad y la concentración de operaciones durante los periodos de siembra y cosecha. Estos picos de actividad suponen desafíos logísticos y financieros que demandan herramientas tecnológicas especializadas para mantener la eficiencia y la trazabilidad.
Además, subraya que el crédito rural —incluyendo esquemas de barter (intercambio de insumos por producción futura)— requiere una gestión inteligente y ágil, capaz de evaluar riesgos asociados a factores climáticos y de mercado.
Para el ejecutivo, la tecnología es un motor de transformación estratégica. En el caso de los distribuidores, permite un control de inventarios más preciso, ofertas personalizadas y relaciones basadas en datos. En las cooperativas agrícolas, impulsa la transparencia, la gobernanza y la optimización de los procesos de venta conjunta. Mientras que para los traders de granos, la digitalización garantiza competitividad al ofrecer una visión en tiempo real de contratos, logística e inventarios.
“El futuro del comercio minorista agropecuario está en la integración. Cuando la información fluye sin fricciones, desde el pedido de un fertilizante hasta la liquidación de un contrato de soja, se logra verdadera eficiencia y nuevas oportunidades de negocio”, concluye Orrigo.