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Ligera recuperación del PIB por sector agropecuario

Iván Arias, Rodolfo Ostolaza y Magdaleno Mendoza, analistas en Grupo Financiero Banamex, señalan que durante el primer trimestre del 2025 (1T25) el Producto Interno Bruto (PIB) creció 0.2 por ciento con respecto al 4T24, de acuerdo con la estimación oportuna del INEGI, por encima de su y la del consenso (ambos de 0.0 por ciento).
En una Nota Oportuna detallan que este resultado sigue a la contracción de 0.6 por ciento registrada en el trimestre anterior, lo que implica una recuperación parcial de la actividad en el primer trimestre.
Señalan que, considerando las perspectivas para los determinantes de la actividad, especialmente los efectos del ambiente de elevada incertidumbre por factores externos e internos, anticipan que ésta se mantendrá débil en los próximos trimestres, por lo que mantienen su proyección de una variación nula (0.0 por ciento) para el PIB en todo 2025.
Asimismo, reconocen que hay factores de riesgo muy relevantes para esta estimación, tanto a la baja como al alza. Dentro de estos destacan los asociados a la evolución de la política arancelaria de EUA, así como los efectos para la economía de EUA y México tanto de dicha política en sí, como de la incertidumbre sobre la misma.
Comentan que el avance del PIB se debe totalmente a la expansión trimestral de 8.1 por ciento en el sector agropecuario, ya que la producción industrial disminuyó 0.3 por ciento, y los servicios no mostraron variación con respecto al trimestre previo.
El crecimiento mayor que el estimado del sector agropecuario explica la sorpresa positiva respecto a su proyección del PIB total. Los resultados de hoy implicarían que el IGAE de marzo registró una disminución mensual de 0.1 por ciento, desde un crecimiento de 1.0 por ciento en febrero y de 0.1 por ciento en enero.
La estimación oportuna de INEGI para el PIB del 1T25 señala un crecimiento trimestral de 0.2 por ciento, por arriba de su estimación y la del consenso (0.0 por ciento). Este resultado sigue al retroceso trimestral de 0.6 por ciento en el 4T24, y del crecimiento acumulado de 1.5 por ciento anual en 2024 desde el avance de 3.3 por ciento en 2023.
Crecimiento sólo en el sector primario. El sector agropecuario presentó una expansión de 8.1 por ciento, tras la contracción de 8.5 por ciento en el 4T24. En contraste, la producción industrial (PI) se redujo 0.3 por ciento trimestral (-1.5 por ciento en el 4T24), y los servicios no presentaron variación con respecto al 4T24 (+0.2 por ciento en dicho periodo).
Con cifras sin ajuste estacional, en el 1T25 el PIB aumentó 0.8 por ciento anual (0.5 por ciento en el 4T24). La Producción Industrial cayó 0.9 por ciento (-2.0 por ciento el trimestre previo), mientras que los servicios crecieron 1.5 por ciento (2.1 por ciento en el 4T24), su menor ritmo desde el 2T22.
El sector primario creció 6.4 por ciento, tras la caída de 4.0 por ciento del trimestre previo. Las perspectivas apuntan a que la actividad se mantendrá débil en los próximos trimestres.
Los analistas recuerdan que la economía mexicana se ha desacelerado de manera importante desde finales de 2023. Los resultados del PIB oportuno del 1T25, a pesar de la bienvenida sorpresa de hoy, muestran que en ese periodo la producción industrial sigue debilitándose y los servicios continúan perdiendo dinamismo al grado de estancarse.
Para la producción industrial anticipamos que persistirá una tendencia gradual a la baja, si bien en lo inmediato las manufacturas todavía podrían registrar cierto crecimiento en caso de que empresas estén adelantando producción para generar inventarios y evitar los aranceles de EUA.
Más allá de este factor de muy corto plazo, proyectan un ligero incremento de las manufacturas para el acumulado del año, dada su vinculación con la industria de EUA (que registraría una recuperación modesta) y la pérdida de dinamismo de la inversión y del consumo que pronosticamos.
También anticipan que persistirá el debilitamiento en la construcción, como consecuencia de la reducción presupuestada para la inversión pública, y de la menor inversión privada dado el entorno de elevada incertidumbre por factores internos y externos, y las elevadas tasas de interés.
Para los servicios prevén una desaceleración debido a la pérdida de fortaleza del mercado laboral y los efectos del debilitamiento de la inversión.
La ligera recuperación del sector primario, luego de la caída del año pasado en parte asociada a condiciones climatológicas desfavorables, será en todo caso un factor mitigante modesto del debilitamiento del resto de la economía.