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Columna En Concreto

Asuntos del Peso

Publicado

en

Ricardo Jiménez

Entre el rebrote del COVID-19 y elecciones de Estados Unidos presionan al peso, a 22 pesos por dólar.

El peso mexicano comienza a ponerse en alerta ante el rebrote del COVID-19 a nivel mundial y los posibles conflictos poselectorales en Estados Unidos, luego de incorporarse nuevamente sus cotizaciones por arriba de los 21.20 pesos por billete verde y con amplias posibilidades de alcanzar los 22 pesos en los próximos días.

En el Mercado de Futuros de Chicago (CME), los inversionistas no reaccionaron ante esas perspectivas, pues los inversionistas extranjeros le siguen aportando al peso mexicano, luego de alcanzar un monto de 669 millones de dólares al cierre de la semana del 27 de octubre, con respecto a la semana previa que registró una cantidad de 470 millones de dólares, implicó un avance de 40.4%

Los mercados financieros internacionales mostraron un comportamiento negativo durante la semana pasada, derivado básicamente de las señales de una segunda ola de contagios de coronavirus tanto Europa como Estados Unidos, que tiene la capacidad de obligar a los gobiernos a aplicar nuevas medidas de restricción a la movilidad y a las empresas, a fin de evitar nuevamente una saturación en los sistemas de salud.

En Alemania se anunciaron medidas de distanciamiento social más rigurosas, que incluyen restricciones a la movilidad en ciertos horarios, y cierre de negocios como restaurantes, bares, cines y teatros. De igual manera, Francia anunció que a partir de noviembre se aplicará un nuevo confinamiento similar al de marzo y abril, con suspensiones temporales de negocios que se consideran no esenciales.

En Estados Unidos se reportó un nuevo récord de 89,000 nuevos casos en las últimas 24 horas tomando como base el jueves pasado, mientras en países de europeos se registraron incrementos históricos en el número de casos hacia la segunda mitad de octubre.

Los analistas del mercado de cambios manejan tres escenarios posibles para el tipo de cambio peso-dólar ante las elecciones presidenciales de Estados Unidos. El primer escenario es que gane Biden y Trump reconozca su derrota; la paridad peso-dólar podría fluctuar entre 20.30 y 22.50 pesos por dólar.

El segundo escenario es que gana Biden y Trump no reconoce su derrota; el tipo de cambio peso-dólar fluctuaría entre 22.0 y 23.50 pesos, y el tercer escenario es que gane Trump (menos probable); el tipo de cambio peso-dólar podrían cotizar entre 22.0 y 23.0 pesos por billete verde.

El mercado de cambios nacional también reaccionó negativamente a las elecciones presidenciales de Estados Unidos, las cuales se llevarán a cabo este 3 de noviembre con la perspectiva de que este día comenzará el conteo de las votaciones en ese país.

Más de 60 millones de votos ya han sido enviados por correo, mientras el resto se llevará a cabo de manera presencial en las urnas. De ser una elección cerrada, se podría dar inestabilidad política si el candidato que pierda no acepta su derrota, lo que podría generar protestas y problemas sociales.

Es importante señalar que existe una alta probabilidad de que el presidente que obtenga la victoria deba gobernar con un Congreso dividido, lo que podría representar una dificultad para aprobar nuevos estímulos fiscales, particularmente ahora que se ha elevado la posibilidad de ver nuevas medidas de confinamiento.

La agencia calificadora Fitch Ratings bajo el contexto antes mencionado cambió la perspectiva para la calificación de la deuda estadounidense de largo plazo, argumentando que existe el riesgo de inestabilidad política tras las elecciones presidenciales.

En la próxima semana se esperan datos económicos sobresalientes que podrían afectar el comportamiento de la moneda mexicana, como el caso del anuncio de la política monetaria de la Reserva Federal (miércoles), además la notificar el dato de desempleo a octubre.

En la parte interna, se anunciará la cifra del índice de la confianza empresarial correspondiente a octubre, el dato de las remesas familiares y la cifra de la inversión fija bruta al mes de agosto que se espera siga siendo negativa.

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