Bancos
Mujeres que usan y empujan a la Banca
Las mujeres usuarias de la Banca mexicana aumentan su presencia, aunque dentro de la administración del sistema financiero, en puestos de directivos, se mantienen, en número, con una mínima participación.
Los nombres de mujeres que dirigen y son parte influyente del sistema financiero en el país son apenas una pequeña lista, y al frente de alguno de los Bancos que operan en el territorio nacional en su mínima expresión. Nicole Reich, directora de Scotiabank, y Laura Cruz, directora general en México de Mastercard, las que destacan entre una decena más que están al frente de aseguradoras, fintech o pequeñas compañías del sector.
Además de las tres mujeres que son parte de la Junta de Gobierno del Banco de México, Irene Espinosa, Galia Borja y Victoria Ceja Rodríguez, esta última recién nombrada gobernadora del banco central, encargo por el cual dejó la titularidad en la subsecretaría de Egresos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
En su más reciente Panorma anual de Inclusión Financiera, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), publicó que en 2020 se registró una brecha de género de distribución en cuentas de captación de 2.7 puntos porcentuales a favor de las mujeres.
La distribución del número de cuentas de captación de la banca múltiple (comercial, como la conocemos) fue de 49% mujeres y 51% hombres, donde las cuentas que más favorecieron a las mujeres en cuanto a número fueron las de plazo; en cuanto a saldo promedio; las cuentas N3 (donde la suma de los abonos en el transcurso de un mes no podrá exceder el equivalente en moneda nacional a 10 mil UDIS; poco más de 1,428 pesos) fueron las que más favorecieron a las mujeres.
En el caso de la banca de desarrollo, la distribución del número de cuentas de captación fue de 71% mujeres y 29% hombres, las cuentas que más favorecieron a las mujeres en cuanto a número fueron las cuentas N2 (donde los abonos en el transcurso de un mes no podrá exceder el equivalente en moneda nacional a 3,000 UDIS; un aproximado de poco más de 420 pesos).
El reporte refiere que las de plazo fueron las únicas cuentas que presentaron un saldo promedio a favor de las mujeres. Por otro lado, la distribución del número de cuentas de captación de las Sociedades Cooperativas de Ahorro y Préstamo (Socap) fue de 55% mujeres y 45% hombres; todos los tipos de cuentas (ahorro, vista y plazo) favorecieron a las mujeres en número y en saldo promedio solo las cuentas de ahorro y vista.
Respecto a la distribución del número de cuentas de captación de las Sociedades Financieras Populares (Sofipo) fue 55% mujeres y 45% hombres, las cuentas más favorables para las mujeres en cuanto a número fueron las de vista y en cuanto a saldo promedio las de plazo.
La misma encuesta, pero de 2018, refiere que el nivel escolar de licenciatura o más registró el mayor porcentaje de la población que ahorró en una cuenta, con 46% para hombres y 37% para mujeres, así como también para el caso del porcentaje de la población que usa su tarjeta de crédito, con 92% para hombres y 88% para mujeres.
Y el nivel primaria tuvo el mayor porcentaje de la población que piensa cubrir los gastos de su vejez con apoyos del gobierno, con 58% para hombres y 62% para mujeres.
Datos que revelan una extensa brecha de género en una actividad que las mujeres han demostrado capacidad y calificación. Razón por la que el Senado aprobó una reforma a la Ley de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, para promover la perspectiva de género en la organización y prestación de servicios de las entidades financieras integrantes del Sistema Financiero Mexicano.
La presidenta de la Comisión para la Igualdad de Género, Martha Lucía Micher Camarena, argumentó que según estudios del Banco Interamericano de Desarrollo, es prioritario implementar políticas públicas para su empoderamiento, que contengan indicadores de género, específicamente, sobre su acceso y permanencia en los mercados financieros y de valores.
La iniciativa, impulsada también por los integrantes del sistema financiero, es para corregir las desigualdades en el uso de productos bancarios, de ahorro y de crédito. La Encuesta Nacional de Inclusión Financiera de 2018, en términos de Afores reveló que sólo 31 por ciento pertenece a mujeres y el 49 a los hombres; en seguros, el 23 por ciento mujeres y 28 hombres; propiedad de activos 35 mujeres y 38 hombres.
En particular, sobre los servicios hipotecarios, como otro ejemplo, de acuerdo con datos del Sistema Nacional de Información e Indicadores de Vivienda (SNIIV), a diciembre del año pasado: 56.81 por ciento de los financiamientos de vivienda fueron otorgados a hombres, y 42.96 por ciento fueron para mujeres.
Los datos del SNIIV revelan que los montos de financiamiento otorgados a mujeres mexicanas al finalizar el 2021 fueron los siguientes de acuerdo con el segmento de vivienda que eligieron comprar: las mujeres mexicanas entre 30 y 59 años se les otorgaron más créditos. Siendo el segmento Residencial Plus al cual se le destinó un monto mayor de financiamiento con 41.6 mil millones de pesos.
Porque según datos del sistema presentan: consolidación de antigüedad laboral; planes de desarrollo profesional mejor establecidos; planificación en la integración de un hogar; mejor historial crediticio, inclusión financiera y capacidad hipotecaria; menor nivel de riesgo crediticio; valoración de la vivienda como un activo o inversión, y necesidad de contar con un espacio propio para el desarrollo personal. Estos son solo algunos datos.