Columna En Concreto
Medios de Estado o de gobierno
Por Joel Hernández Santiago
Los medios electrónicos de comunicación-información, privados, son por naturaleza distintos de los medios de Estado.
Los privados son del tipo comercial y viven de la venta de sus tiempos y productos, tanto informativos como de entretenimiento o debate, lo que los lleva a transmitir lo mismo serios programas de información, de análisis del hecho político y social, como también programas de distracción.
Es frecuente en estos medios privados-electrónicos la trivialización de lo informativo como de la representación de la vida del país y lo que entienden por diversión. Con asiduidad sus intereses no tienen que ver con los de la Nación y manipulan, apoyan o guardan silencio respecto de hechos de gobierno que debieran ser objeto de crítica rigurosa y responsable. Tienen su propia agenda e intereses a pesar de que son concesionarios de las vías de comunicación que le pertenecen a la Nación.
Por su parte, los medios de Estado –o públicos, como hoy prefieren llamarlos–, son los que en general viven del recurso público, que es decir, los que pagamos todos los mexicanos.
Por ello, y por ley y estatutos, estos medios le pertenecen al Estado y, por lo mismo, deben estar al servicio de los grandes intereses de la Nación. Y, como se sabe, la Nación somos todos los que nacimos aquí, como parte del Estado en el que está el todo nosotros y de nosotros, incluyendo al gobierno y a las distintas formas de pensamiento y expresión de todos los mexicanos…
Esto comprende, claro, a los partidos políticos y a la diversidad ideológica y social, con lo que se contribuye a la inclusión y a la democracia. No incluir es cometer un grave error y prefigura un claro desorden legal.
Esto viene al caso porque apenas el miércoles 27 de enero fue nombrado como nuevo director general del Canal 11, del Instituto Politécnico Nacional, Carlos Brito Lavalle, quien sustituye en el cargo al senador José Antonio Álvarez Lima. Se sabe poco del nuevo funcionario, aunque sí mucho de su enorme responsabilidad.
Veracruzano de 26 años de edad. Estudió Economía y Relaciones Internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM). Fue analista en la Comisión de Radio, Televisión y Cinematografía del Senado de la República y luego trabajó en el Canal 11 en la jefatura de adquisiciones de Producción. Pronto, en enero de 2020 fue nombrado Coordinador de Operaciones del Once, en donde coordinó los proyectos Aprende en Casa I y II… y algunas más responsabilidades en una historia de vida profesional, digamos, vertiginosa.
Está bien. Es joven y al parecer impetuoso. Qué bueno. La juventud da para eso. El conocimiento y la inteligencia habrá de demostrarlos con el trabajo, así la sensibilidad para demostrar el por qué está ahí, como responsable de un importante medio de información-comunicación de Estado, o Público, si se quiere, pero que es a fin de cuentas el Canal 11 de larga historia.
El Canal 11 es muy querido por los mexicanos; con muchísimos logros culturales y educativos, por su sobriedad e importancia cultural; y también por errores de comprensión de su naturaleza de Estado desde su fundación en 1959 como dependiente del Instituto Politécnico Nacional/SEP.
En lo que se refiere la juventud del nuevo director, para empezar merece que depositemos en él la confianza. Ya veremos en el camino si ésta se fortalece o no. De hecho, ser joven, es un valor importante y dar oportunidad a la gente nueva siempre es saludable y refresca; esto sin menoscabo de gente experimentada y de mayor edad.
Lo que sí importa es ver, en lo que sigue, si en verdad tiene interés en dar fortaleza a un medio por la vía de la pluralidad, la inclusión y la democracia, como prometió al tomar posesión: “… Convertir a Canal Once en una herramienta útil para la sociedad, que refleje la diversidad que se tiene como nación.” Eso dijo.
Y reiterar que este es un Canal 11 que es de todos y que por lo mismo merece el respeto que se le debe a lo que le pertenece a la Nación. Y este respeto comienza con la tarea de la democracia, de la inclusión de diversidad de ideas, de las expresiones distintas del individuo como de la sociedad en un país plural y de expresiones muy amplias y ricas en su naturaleza y trascendencia. Está en la ley.
Error grave será hacer de este Canal 11 un medio al servicio exclusivo del gobierno, sólo por quedar bien con él, y convertirlo en órgano de propaganda gubernamental, ideológica y de función pública del aquí y ahora. Esto vale, asimismo, para los medios de Estado en las distintas entidades del país.
Sí, necesitamos conocer los actos de gobierno. Sí necesitamos entender su naturaleza. Sí queremos saber qué hace el gobierno y qué hacen los gobiernos de los estados. Como también el hecho social que tenga que ver con la rica expresión cultural y educativa…
Sí queremos que esto se haga de forma plural, incluyente, cargados de verdad y de transparencia. Esto ya se ha probado en medios de Estado –como ocurrió durante la gestión de Miguel Ángel Granados Chapa en Radio Educación -1978-1980-, con gran éxito de audiencia, y de eso que se necesita para estos medios: el respeto de todos; y decir todos es decir de los mexicanos.
Ojalá este sea el rumbo y la meta del nuevo director del Canal 11, y de todos los medios estatales de Estado. Ojalá. De otra manera hay que exigir libertad de expresión con responsabilidad.