Bancos
Inflación subyacente impulsa inflación general
El área de análisis de Grupo financiero Banorte, encabezada por Alejandro Padilla Santana, señala que la inflación anual subió nuevamente, ahora en 4.98 por ciento desde 4.69 por ciento en mayo, hilando cuatro meses de avances., lo cual se explica por la no subyacente, ahora en 7.67 por ciento (previo: 6.19 por ciento), reconociendo un efecto de base más retador –que alcanzará su punto más álgido el próximo mes– y presiones en varios componentes –principalmente frutas y verduras en 19.7 por ciento a/a, con un séptimo mes con variaciones de doble dígito.
En un estudio señalan que mientras tanto, la subyacente siguió disminuyendo, llegando a 4.13 por ciento (previo: 4.21 por ciento), su menor nivel desde principios de 2021.
De esta forma, considerando la dinámica reciente y cambios en el balance de riesgos, revisaron sus pronósticos de inflación general al cierre del año y sería más alto en 10 puntos base (pb) en 4.4 por ciento.
En la subyacente, anticipan a este componente en 3.7 por ciento al cierre del año, contra su pronóstico previo en 4.4 por ciento, donde los bienes han sido mejor a lo esperado –cayendo a 3.3 por ciento a/a–, ayudados por cambios en los patrones de consumo y la fortaleza del peso mexicano. A pesar de los recientes ajustes de este último, creen que la dinámica positiva continuará, no esperando un efecto de traspaso sustancial en los próximos meses. Los servicios, parecerían que están dando señales de haber alcanzado ya su punto máximo. Sin embargo, seguiremos pendientes de la vivienda y la educación en el corto plazo.
En la no subyacente, los retos han aumentado. debido a que las presiones y volatilidad en los precios de las frutas y verduras han dificultado la realización de pronósticos precisos, aunque sin duda han insertado un sesgo al alza a todo el componente. Mientras tanto, creen que la velocidad de traspaso del tipo de cambio podría ser más evidente en los pecuarios ya que las importaciones de estos bienes han aumentado con fuerza.
Asimismo, consideran que los ‘amortiguadores’ para las gasolinas y el gas LP evitarán ajustes desordenados en los energéticos, aunque con un panorama de altos riesgos geopolíticos que implicando un balance negativo hacia delante.