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“Fin del apoyo COVID y algunas cifras del sector inmobiliario en México”
Por Federico Pizarro
Se viene el cierre de este tormentoso 2020, la esperanza de que el finiquito del movimiento de traslación de la Tierra al Sol nos traiga la finalización de esta pandemia, que las vacunas finalmente alcancen la certidumbre médica adecuada, que los procesos que en lo normal llevan más de 10 años de pruebas se logren en 10 meses, que la cadena de distribución sea factible y que por fin sea cierto y no una estrategia política la frase “se ha aplanado la curva”, será seguramente el deseo de cada una de las 12 uvas del próximo 31 de diciembre.
Es en este contexto que el sector inmobiliario se ha tenido que movilizar y tratar de adaptarse a los cambios en la operatividad de construcción, ventas, titulación, rentas y ocupación de los espacios, a los criterios prudenciales de los proveedores financieros y a la falta de confianza del mercado que ya se venía sintiendo desde el triunfo de un gobierno poco comprometido con los intereses de la industria en lo general, que ya desde finales del 2018 enmarcaba una tendencia a la baja en su tamaño y que este evento desafortunado vino a exacerbar .
Hacia septiembre pasado comenzaron a finalizar los apoyos que en plan coloquial en la banca se conocieron como programa “COVID”, y que básicamente difirió los intereses y obligaciones de capital para los créditos individuales y empresariales. Refiriéndome a estos últimos, los ejercicios fueron genéricos y prácticamente en masa, siendo que ahora deben evaluarse posiciones mucho más puntuales y específicas para cada caso, evidentemente la cadena de generación de valor, pagos o riqueza está completamente constriñida, pensemos en una plaza comercial en donde el restaurante que arrienda el local ha sufrido la dramática disminución de comensales y que por tanto le es imposible pagar la renta, provocando que el arrendador, presumiblemente el dueño de la plaza no pueda liquidar su crédito al banco, y así la cadena se fragua para el sector y subsectores, demandando en forma indispensable recalendarización de pagos, ampliación de plazos y en ocasiones créditos adicionales o incorporación de flujos de pago diferentes a los acordados de inicio.
En este momento las reestructuras y generación de ideas para apoyar el correcto desenvolvimiento de los proyectos, son el día a día en la mecánica de los créditos, siendo caldo de cultivo para asesores que arriesgan poco y pretenden ganar mucho, para que el patrimonio en el que se basó la operación muchas veces no aparezca y también para la poca empatía cuando el cliente más lo necesita.
Las siguientes semanas en este mercado que hoy es de compradores que intentarán colocar su poder en la negociación serán claves, el acercamiento a las instituciones para cerrar una negociación de salida real y justa , y sobre todo la correcta lectura del dinamismo del sector y del mercado para no sobredimensionar los problemas, para entender que las sociedades de proveeduría de servicios debe mantenerse, para no recargarse de más en los bancos quienes también tienen problemas y necesidades pero sobre todo para situar las bases de negociaciones factibles y ejecutivas, será indispensable para que juntos se puedan lograr las acciones que permiten la sostenibilidad de los negocios.
Por lo pronto les dejo algunas cifras para que pensemos cómo van las cosas hasta ahora:
La colocación de crédito hipotecario ha caído en unidades cerca de un 10%, considerando las Onavis y a la Banca Comercial, el índice de morosidad está en niveles del 10.3%, resaltando por lo alto el del Infonavit con 15.4% y por lo bajo el de la banca en 3.2%. La tasa de los créditos hipotecarios se encuentra en un promedio históricamente bajo al 9.10% a un plazo de 19.4 años de contratación. En cuanto al crédito a la construcción de vivienda, el saldo de la banca comercial arroja un total de 97,600 millones de pesos con un índice de morosidad de tan solo el 1.5%
El sector demanda verdaderos líderes y compromisos reales, no apuestas individuales, ni esfuerzos aislados, mucho menos promesas populistas, el problema es de todos y juntos tendremos que resolverlo.