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Visión de efectos del COVID 19: CI Banco
Los analistas de CI Banco realizaron un análisis de los efectos económicos y financieros del coronavirus (COVID 19), porque ha colapsado los mercados financieros, registrando caídas no vistas desde los peores días de la gran crisis económica de 2008-2009 y en algunos casos desde el crack de octubre de 1987.
Los especialistas manifiestan que una vez declarada la pandemia por parte de la Organización Mundial de la Salud, el pánico a una recesión global hunde a los mercados, los inversionistas evalúan entre los posibles impactos económicos que pudieran tener las restricciones anunciadas por las autoridades de Estados Unidos y Europa, al compararse con los estímulos fiscales y monetarios anunciados,.
Algunas de las principales preguntas que surgen por este acontecimiento de pandemia y a las cuales buscan dar respuesta son:
¿Hasta dónde se puede depreciar el peso mexicano?
“En los últimos días hemos visto a la moneda mexicana presionarse a sus peores niveles históricos, por momentos por arriba de los 23.0 pesos por dólar spot. La condición actual dificulta realizar un pronóstico del tipo de cambio para las siguientes semanas y meses. En el corto plazo no se vislumbra que topo de cambio haya tocado ya su máximo y los altibajos seguirán rigiendo el comportamiento de la moneda en las siguientes semanas” señalan en su reporte.
Loa analistas recuerdan que la función principal de tener un tipo de cambio flexible es poder absorber los choques externos, en este caso de pánico en los mercados financieros globales, amortiguando de alguna manera el impacto a la economía mexicana.
Manifiestan que técnicamente no existe un techo de hasta donde pudiera detenerse la depreciación y fundamentalmente la moneda dejaría de caer hasta que las noticias positivas sobre una posible contención del COVID-19 empiecen a fluir. En este escenario, cualquier nivel de tipo de cambio se puede alcanzar. Aun así, su escenario base señala que el nivel más alto podría ser 24.30 pesos por dólar spot.
¿Una recesión económica global es inminente? ¿En México?
De acuerdo al reporte, el que estemos ahorita o no encaminados a una recesión económica mundial luce como una pregunta retórica. La actuación de los mercados financieros con las caídas significativas de los últimos días y las decisiones recientes de los bancos centrales de economías desarrolladas, en particular la Reserva Federal Estadounidense (FED), son de tal calibre como aquellas realizadas en los peores momentos de la gran crisis del 2008-2009.
Que la economía mundial caiga en ella depende en buena medida del alcance que tengan las restricciones que día con día se imponen a la movilidad de las personas y el cierre de empresas, y que inevitablemente paralizan la actividad económica.
La mala noticia es que probablemente, en la primera mitad del año muchos países registrarán procesos recesivos. Por ejemplo, países como Japón, Corea del Sur, Alemania, Francia e Italia ya habían cerrado un cuarto trimestre del año prácticamente estancados o con caídas, por lo que esta situación se agravará en los primeros seis meses del 2020. China ya había registrado su peor ritmo de crecimiento durante 2019, y las primeras cifras que conocemos del periodo enero-febrero implican una parálisis económica seria.
La duda es EUA, los distintos índices que miden probabilidades de recesión de la economía estadounidense se ubican alrededor del 50.0%.
La buena noticia es que en cuanto se logre la contención del COVID-19, se revertirían los shocks de oferta global y comenzaría una recuperación, tanto de los precios de los activos financieros, como de la actividad económica. En este sentido consideramos que el impacto será temporal y muy probablemente en la segunda mitad del año, la economía global reporte un rebote.
El sentimiento actual de los agentes económicos se parece más a una situación de incertidumbre como la vivida durante los atentados del 11 de septiembre de 2001 y no tanto como la vivida durante la crisis económica del 2008-2009. En este sentido, una recuperación sería mucho más rápida.
En el caso particular de México, se verá afectado por lo que sucede en el exterior, pero también por la parte interna. Sin duda, nuestro país todavía cuenta con cierto grado de fortaleza en el marco de estabilidad macroeconómica, con ciertos rasgos positivos en las finanzas públicas.
Para que la afectación económica sea menor, se requiere atender uno de los eslabones más débiles que explicaron la caída del PIB de 2019: la inversión privada. Para reanimarla, se requieren mensajes de parte de la Administración Pública que alienten y favorezcan los proyectos productivos del sector privado. Es imperativo buscar recuperar la confianza del inversionista.
En este sentido, el plan de infraestructura energética, el cual puede ser anunciado tan pronto como esta misma semana, vuelve a cobrar relevancia como una oportunidad para entusiasmar a los inversionistas.
De poco servirán los planes de Hacienda de adelantar el gasto público, en particular en proyectos de infraestructura, si no se mejora el ambiente de negocios interno. Por lo pronto, es probable que continúen deteriorándose las perspectivas económicas de este año hacia el 0.0%.