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14 de febrero, el amor y las compras con planificación: BBVA
Contar con preupuesto, anticipar compras y aprovechar ofertas, entre las recomendaciones
El 14 de febrero se celebra el Día de San Valentín, Día del Amor y la Amistad, o Día de los enamorados. La festividad asimilada por la Iglesia católica, se remonta al siglo III en Roma, donde un sacerdote llamado Valentín se opuso a la orden del emperador Claudio II, quien decidió prohibir la celebración de matrimonios para los jóvenes, considerando que los solteros sin familia eran mejores soldados, ya que tenían menos ataduras y vínculos sentimentales.
Valentín, opuesto al decreto del emperador, comenzó a celebrar en secreto matrimonios para jóvenes enamorados (de ahí se popularizó que San Valentín sea el patrón de los enamorados).
Al enterarse, Claudio II sentenció a muerte a San Valentín, el 14 de febrero del año 270, alegando desobediencia y rebeldía. Por este motivo, se conmemora todos los años el Día de San Valentín.
Además, como curiosidad, en cuanto a la comercialización de esta celebración, la primera reseña que existe es la que señala la norteamericana Esther A. Howland como la precursora de la venta de tarjetas regalo con motivos románticos y dibujos de enamorados que ideó y realizó a mediados de la década de 1840.
Unos productos que se vendían por unos centavos en la librería que regentaba su padre en Worcester (Massachusetts) y las cuales se convirtieron en todo un éxito.
En este marco, María de los Ángeles Bueno Sosa, directora de Educación Financiera de BBVA México, explica que la próxima celebración del 14 de febrero, “sin duda será un evento en el que la gente buscará celebrar y recuperar la cercanía con las personas que más quiere. Y es importante tener presente que continuamos en una contingencia sanitaria y que hay que priorizar las medidas de cuidado y protección en todo momento”.
Bueno Sosa, destaca que que “San Valentín es una fecha donde se hace un número relevante de compras en diferentes tipos de productos y servicios, por lo que es importante mantener los gastos dentro de un presupuesto”.
Al respecto la ejecutiva plantea ocho puntos básicos:
Contar con un presupuesto. Determinando previamente la cantidad de recursos que se pueden dedicar a la celebración sin afectar los gastos recurrentes. Establecer los gastos de acuerdo con los ahorros, inversiones y fijar un tope máximo de dinero, evitando así un sobreendeudamiento.
Anticipe sus compras y compare precios. Determine con la suficiente anticipación los productos y servicios que desee adquirir, compárelos en diferentes tiendas y plataformas de comercio en línea para encontrar la mejor opción.
Planifique previamente sus actividades. Contar con una programación le permitirá conocer el importe aproximado de los gastos en cada una de las actividades y así disfrutar de la celebración sin sorpresas desagradables.
Aproveche las ofertas de la temporada. Una gran cantidad de comercios y servicios ofrecen promociones y descuentos para esta celebración, conozca previamente los beneficios que le pueden ofrecer como descuentos, meses sin intereses, bonificaciones o cupones y verifique si de acuerdo con el método de pago puede obtener beneficios adicionales.
Evite el sobreendeudamiento. Mantenga las compras dentro de sus planes y evite dejarse llevar por el momento. Puede ocurrir que ante el ambiente festivo se generen compras impulsivas y se haga uso del crédito. Si se encuentra en una situación así, reflexione: ¿Realmente lo necesito? ¿Es urgente comprarlo hoy? ¿Lo puedo pagar o me genera una deuda no prevista?
Ponga en contexto la compra no planeada. Si aparece una oferta muy tentadora es bueno ponerla en contexto con una meta de ahorro. Si un producto cuesta una cierta cantidad de dinero, antes de comprarlo realice un ejercicio de que tendría que hacer y cuánto tiempo tardaría en ahorrar para comprarlo, esto puede ayudarle a evitar una compra impulsiva.
Benefíciese de su tarjeta de crédito. Las tarjetas de crédito normalmente cuentan con beneficios como meses sin intereses, promociones en comercios específicos o con un programa de recompensas. En el caso de las tarjetas de BBVA las compras pueden ser efectuadas con Puntos BBVA, de esta forma no se incrementa el saldo de la tarjeta.
Un regalo personal. Una cena romántica en casa puede resultar más económica que un restaurante y añade un toque personal, ya que se está obsequiando el trabajo y la planeación y preparación de la cena. Si decide salir a un restaurante, asegúrese que el gasto se encuentre dentro de su presupuesto y reserve previamente su lugar, recuerde apegarse a las medidas de protección de salud.