Economía
Presupuesto 2023 obliga a reforma fiscal de gran calado: BBVA
Luego de la presentación del Paquete Económico 2023, analistas del Grupo Financiero BBVA México coincidieron en que, aunque el Gobierno federal busca mantener un equilibrio fiscal, este tiene poco margen de maniobra por lo que será necesario en el mediano plazo se implemente una reforma fiscal que aumente los ingresos tributarios.
“Sería aún más deseable que esta reforma fuera de gran calado y contemplara una mayor eficiencia en la ejecución de dicho gasto. Paquete económico 2023 busca mantener equilibrio fiscal con poco margen de maniobra”, dijo Carlos Serrano, analista en jefe de BBVA México.
Todo ello, considerando que las presiones sobre el gasto público continuarán por los apoyos a Pemex, así como los programas sociales, el deterioro de la infraestructura debido a la falta de mantenimiento, el costo financiero de la deuda (que ha aumentado y seguirá haciéndolo debido al incremento en las tasas de interés) y el pago de pensiones.
Indicó que el paquete económico refuerza el compromiso con la disciplina fiscal al proponer una meta de déficit primario de 0.2 por ciento del PIB y buscar la estabilidad de la deuda pública en 49.4 por ciento del PIB.
No obstante, la previsión de un crecimiento económico de 3 por ciento para 2023 es optimista en relación con nuestro pronóstico de 1.6 por ciento, la previsión de 1.2 por ciento del FMI y la expectativa de 1.4 por ciento del consenso de analistas económicos
“De materializarse un escenario de dinamismo económico para 2023 más en línea con nuestra previsión y la del consenso de analistas, la disciplina fiscal aunada a la continuidad de los proyectos insignia y la priorización del gasto en programas sociales implicarán ajustes en otros rubros del gasto público”, indicó.
Serrano, indicó que el paquete económico 2023 está caracterizado por tres aspectos fundamentales: no habrá nuevos impuestos ni modificaciones a la miscelánea fiscal; se mantendrá la disciplina fiscal, y el Gobierno seguirá apoyando los programas sociales y proyectos insignia y es el quinto presupuesto de esta administración que confirma la política de mantener las finanzas públicas sanas y una deuda pública como porcentaje del PIB relativamente baja.
No obstante, advirtió, “el siguiente año será más complejo de lo usual ante las condiciones de mayor apretamiento monetario (tanto externas como internas) y la desaceleración prevista para el crecimiento económico global, en particular para el de los Estados Unidos, nuestro principal socio comercial. Los tres aspectos mencionados aunados a estas previsiones económicas implicarán un reducido margen de maniobra para el gobierno federal ante un escenario que contemple menores ingresos públicos a los previstos”, dijo.
Por su parte, el analista Arnulfo Rodríguez, señaló que el paquete económico mantiene la disciplina fiscal al proponer una meta de 0.2 por ciento del PIB para el déficit primario del próximo año. Ello representaría una política fiscal ligeramente más laxa en relación con el superávit primario de 0.1 por ciento estimado para 2022.
“En relación con los ingresos petroleros, el Gobierno federal tiene la expectativa de elevar la producción petrolera de 1.835 millones de barriles diarios estimados para el promedio de 2022 a 1.872 millones de barriles diarios para el promedio de 2023. Esta meta podría cumplirse siempre y cuando continuara el ritmo de crecimiento en la producción petrolera de los nuevos campos, aunque también existen riesgos a la baja en este pronóstico. No obstante, el menor precio promedio estimado para el barril de petróleo en 2023 implicaría una caída anual real de 15.5 por ciento en dichos ingresos, dependiendo de la estrategia de coberturas que se decida adoptar”, expuso.
En esa línea, consideró adecuado que no se haya aumentado la tasa del impuesto sobre la renta (ISR) ni la del IVA dado el efecto económico contractivo de ambos impuestos en el corto plazo, sobre todo en una economía que tiene el mismo nivel de producción que hace cinco años.
En materia de egresos, los analistas aseguraron que de acuerdo a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), el gasto público seguirá rigiéndose por los principios de austeridad, racionalidad y eficiencia. La política pública continuará privilegiando el desarrollo de las regiones rezagadas y con un enfoque hacia sectores estratégicos a través de inversiones en el sector energético y proyectos de infraestructura de transporte comercial, hidráulicos y de conectividad.