FINANZAS
Política monetaria Banxico con sesgo expansivo y mensaje confuso
Alejandra Marcos, Alejandro Fajardo y Alberto Vargas, analistas de Intercam Grupo Financiero señalan que Banco de México (Banxico) decidió recortar la tasa de fondeo a 10.0 por ciento en una decisión unánime y ampliamente esperada por el consenso de mercado.
En su documento de Opinión Análisis, señalan que el tono del comunicado tiene un sesgo expansivo (dovish), porque adelantó en su guía prospectiva que evaluará la posibilidad de que pudieran considerarse, en algunas reuniones, ajustes a la baja de una mayor magnitud; sin embargo, dentro de los mensajes principales, destaca que el balance de riesgos para la inflación sigue estando sesgado al alza, el entorno es incierto y además aplaza nuevamente la convergencia de la meta de inflación hasta el tercer trimestre del 2026.
De esta forma, el comunicado de política monetaria es confuso. Por un lado, el Banco de México deja ver cautela y un entorno más complicado, puesto que incrementó sus estimados de inflación del 2025, retrasó la convergencia de la inflación a la meta tres trimestres, reconoció el riesgo de los aranceles, pero en su guía prospectiva abrió la posibilidad de evaluar recortes de mayor magnitud, en alguna de las reuniones.
Desde el punto de vista de los especialistas, lo anterior parece reforzar que Banxico da mayor peso en sus decisiones al componente subyacente y no al general, si bien la meta se fija con respecto a este último en un nivel de 3.0 por ciento en cambio anual.
Al interior del comunicado se resalta que, desde la decisión de política monetaria previa, en la mayoría de las economías avanzadas la inflación general aumentó recientemente y la subyacente ha mostrado cierta persistencia.
En consecuencia, la Reserva Federal de EE.UU. redujo en 25 puntos base sus tasas de referencia y el dólar estadounidense se apreció. En cuanto a México, las tasas de interés de valores gubernamentales de corto plazo disminuyeron, mientras que las de mediano y largo plazos presentaron movimientos al alza.
Respecto al crecimiento, la economía presentó una mayor expansión durante el 3T24, sin embargo, se prevé que la economía muestre atonía al cierre del año y durante 2025. En este sentido, el balance de riesgos para el crecimiento está sesgado a la baja.
En cuanto a la inflación general en México, la Junta señaló que se redujo de 4.76 por ciento en octubre a 4.55 por ciento en noviembre, al tiempo que la subyacente prolongó su clara tendencia a la baja al pasar de 3.80 por ciento a 3.58 por ciento en el mismo periodo.
Adicionalmente, la Junta de Gobierno incrementó sus estimados de inflación, principalmente por una mayor persistencia del componente de servicios y, además, reconoció que la posibilidad de que se implementen aranceles a las importaciones de EE.UU. provenientes de México ha añadido incertidumbre al entorno.
Hacia adelante, Banxico prevé que la inflación general converja a la meta en el tercer trimestre de 2026, retrasando el cumplimiento de ésta tres trimestres.
Respecto al balance de riesgos para la inflación se mantiene sesgado al alza, con el mismo número de riesgos mencionados en el anuncio anterior. Entre los riesgos al alza, Banxico considera:
1) persistencia de la inflación subyacente; 2) mayor depreciación cambiaria; 3) mayores presiones de costos; 4) afectaciones climáticas; y 5) conflictos geopolíticos o políticas comerciales. A la baja: 1) una actividad económica menor a la anticipada; 2) un menor traspaso de algunas presiones de costos; y 3) que el efecto de la depreciación cambiaria sobre la inflación sea menor al anticipado.
En la opinión de los analistas, Banxico debería mantener la cautela, sin embargo, la discusión sobre la elevada tasa de interés que reina en el mercado puede inclinar la balanza hacia recortes más agresivos; no obstante, lo anterior, en el panorama inmediato detectaron los siguientes riesgos que pudieran moderar las expectativas de recortes de mayor magnitud.
1) La cercanía con la toma de protesta de Donald Trump y la posibilidad de ver volatilidad en el tipo de cambio. Per se no les preocupan los eventos de volatilidad, pero ante un peso más depreciado y una inflación de mercancías en mínimos no pueden dejar de lado que pudiera subir más rápido de lo que estimamos.
2) La Reserva Federal será más paciente y no descartan que no recorte sus tasas durante la primera mitad del 2025. Esto implicaría que, si Banxico sigue recortando, el diferencial de tasas se reduciría y por ende puede provocar una mayor depreciación del peso. Lo cual abona nuevamente al riesgo inflacionario de las mercancías.
3) No descartan nuevos choques en los precios más volátiles, que contagien a los componentes de la subyacente o que la inflación de servicios nuevamente deje de descender.