Empresas
¿Mis finanzas? ¿Cómo comienzo?
Dr. Arturo Morales
M en C y F Carlos Chávez
Sin duda un tema actual dadas las circunstancias de la pandemia han sido aquellos relacionados a la previsión, planificación y proyección a futuro: en ahorro y por ende las finanzas. Esto ha hecho reconsiderar la vieja creencia de ”vive ahora que pudiera ser tu último día”.
Existe una falsa creencia que para comenzar a pensar en inversiones debemos tener un ahorro considerable lo cual a su vez hace pensar que los únicos grupos sociales que pueden llevarlo a cabo son aquellos acomodados y solventes. Si bien esto es cierto para determinado conjunto de productos financieros, existen otros que nos pueden ayudar cuando nuestro poder de ahorro es limitado o nulo. A continuación se describen tres de los grupos que consideramos apropiados para este primer paso en el camino inversionista:
- Anualidades o rentas. Se refiere a los productos que se adquieren con el compromiso de dar aporte mensual o comúnmente anual (de ahí el nombre) por un periodo de tiempo largo teniendo como objetivo típicamente el retiro. Son ofrecidos normalmente por aseguradoras y el compromiso incluye la promesa de una tasa de interés cuasi fija típicamente ligada a algún activo subyacente libre de riesgo como UDIS. Esta opción nos obliga a la renta establecida (acordada inicialmente de acuerdo al a capacidad de pago del ahorrador) por el tiempo comprometido y no quiere de una aportación inicial, si se tiene puede ingresarse. Es de utilidad cuando no somos disciplinados y tiene algunas garantías en caso de descenso, ya que el contrato incluye un seguro de vida que devuelve el ahorro más el interés a los beneficiarios. La contra es que se debe pagar la renta durante el tiempo contratado y aunque se puede retirar o renunciar a este, existen penalizaciones al capital. Son muy recomendables y la única observación es que si bien a largo plazo los montos que muestra el agente son atractivos revisa que la renta no sea una carga ni pese a tu economía actual; es importante prever el futuro pero sin sufrir el presente.
- Fondos de inversión. Estos productos están compuestos por diferentes combinaciones de grupos de activos financieros, conocido como portafolio, con el fin de diversificar y mitigar el riesgo que conlleva cada uno con el objetivo de ofrecerlo a los inversionistas. Esta opción es ofrecida por casas de bolsa y plataformas de inversión. En general, requieren un aporte mínimo sugerido pero en la actualidad algunos parten de diez mil pesos. De requerirse se puede retirar en capital entre 24 y 72 horas por lo que es líquido; puede ingresarse capital a discreción y de igual manera retirase únicamente absorbiendo los costos de comisión de entrada o compra y de salida o venta. Se recomienda si se tiene un ahorro previo y si se tiene cierta disciplina para ingresar aportes periódicos. El beneficio que se ofrece es mayor que las anualidades y aunque no hay plazos se recomienda mantenerlo por varios años para aprovechar el interés compuesto.
- Renta fija. Se relacionan a los productos emitidos por el gobierno como son los llamados bonos o certificados del tesoro (CETES); también se les conoce como libres de riesgo. Los hay en distintas variedades según su plazo aunque los más comunes por su acceso público mediante plataforma dedicada son los CETES. Son accesibles al público y de simple manejo. Ofrecen un rendimiento establecido por una entidad gubernamental y son útiles para comenzar a manejar el ahorro y ofrecen un medio confiable para comenzar a observar oportunidades de inversión: no requieren montos mínimos y son líquidos ya que se pueden comercializar a discreción. La contra de este producto es el beneficio ofrecido pero se puede complementar con algún otro producto para ir conformando un portafolio.
En la figura siguiente se muestran ejemplos de los activos de las opciones como comparación:
Figura 1. Gráfica de rendimientos de los últimos diez años de UDIS, fondo agresivo de GBM y CETES. Datos tomados de Yahoo! Finanzas 29 de agosto de 2020.
La sugerencia es que comiences a investigar sobre los productos financieros que escuchas en tu día a día. Comienza por leer sobre sus conceptos sin tratar de entenderlos del todo. Poco a poco notarás que hay muchas personas interesadas en temas financieros y habrá opiniones encontradas las cuales se apegan al nivel de riesgo y perfil de inversionista de cada uno. Recuerda que cada quién te hablará desde sus limitaciones, pudieran no ir con tus creencias o perfil de inversión, así que:
- Toma lo que te sirve y continua revisando continuamente el mercado de los productos que llaman tu atención
- Revisa donde se comercializan
- Investiga sobre sus costos de operación: impuestos, comisiones, etc. , y por último
Antes de inscribirte u optar por alguna institución o plataforma investiga sobre ellas, que sean sólidas y de renombre. Lo más importante, mantente diversificado (de esto hablaremos más adelante…). Existen otros grupos de productos que se verán más adelante en los siguientes pasos del inversionista como: acciones, mercado de criptomoneadas; y opciones de interés como las plataformas de crowdfunding.
Adicional a lo anterior, debes identificar tu perfil de inversionista el cual te permitirá conocer que tanto apetito al riesgo tienes y a partir de ahí diseñar una canasta de inversiones de acuerdo a tus características de inversionista…