Economía
Escenarios geopolíticos por conflicto entre Rusia y Ucrania
Un riesgo que parece inevitable es el de una mayor inflación a la esperada
Ramsé Gutiérrez Hernández, Senior Vice President / Co-Director de Inversiones en Franklin Templeton, señala que en las últimas semanas, las tensiones geopolíticas han ido incrementándose alrededor de Ucrania y que a ninguna de las partes involucradas le conviene escalar el conflicto, por lo que el contagio hacia otras economías se ha mantenido relativamente contenido hasta ahora, por ejemplo, la prima de un seguro contra un impago de Rusia se ha disparado muy por encima de los peores niveles del inicio de la pandemia, mientras que, la de México y en general de los mercados emergentes se ha mantenido relativamente estable y considerablemente menor respecto al inicio de la pandemia.
En su estudio “Efectos y escenarios de geopolíticas en Ucrania para México opina que, no obstante, un riesgo que parece inevitable es el de una mayor inflación a la esperada a principios del año. Esto, derivado de más de un factor, pero principalmente que se tenía una expectativa de rápida disminución de los precios de los energéticos durante el primer trimestre junto con el fin del invierno.
No obstante, estas expectativas han sido revisadas al alza principalmente por tres razones: 1) el probable fin de la pandemia que ha ido incrementando la demanda de energías fósiles, 2) la OPEP+ ha buscado mantener los precios altos con sus cuotas de mercado y 3) ahora, las tensiones geopolíticas entre Rusia y Estados Unidos por la injerencia rusa en Ucrania
Aunque, las expectativas de una reducción de los precios de energéticos sólo se han atrasado, es suficiente para que los bancos centrales tengan que seguir el curso de restringir sus condiciones monetarias. Por lo que, la retórica de alzas de tasas ha ido en aumento y con ello las expectativas de las tasas de referencia, en particular para EE. UU. y México.
Más allá del tema de la inflación, la situación actual es poco predecible por lo que la mejor herramienta es la formulación de escenarios con probabilidades para cada uno.
1.- Escenario optimista: rápida resolución
Un acuerdo geopolítico en el que se establezcan nuevas o viejas fronteras que sean aceptados por el gobierno ucraniano, ruso, y por la OTAN. Este escenario sería el menos dañino en términos económicos, aunque dado el nivel de alcance que ya tuvo el ejército ruso, será difícil promover un retroceso sin mostrar debilidad. Aunque, la probabilidad de este escenario es poco probable, una nueva frontera que muestre a Rusia con una fortaleza renovada sería el mejor escenario para el líder ruso.
2.- Escenario pesimista: conflicto sigue escalándose
Este es el escenario más temido y el menos probable, pues podría implicar el uso de sanciones más duras como, por ejemplo, desconectar a Rusia del sistema financiero global, lo que crearía un gran caos en aquel país y podría provocar que a su vez el gobierno ruso use otras medidas como el corte a la exportación de gas natural a Europa. Aunque es factible este escenario, podría abrir la puerta para un conflicto directo entre potencias nucleares, por lo que tanto Rusia, Estados Unidos y Europa tendrían que evitarlo o buscar que sea por tiempos muy breves.
3.- Escenario base: resolución lenta.
Dada la escala actual, la estrategia racional de EE. UU. y aliados es mantener sanciones medias hacia Rusia con ayuda humanitaria a Ucrania; dejar que se desgaste la posición de Rusia en Ucrania tanto por el costo económico de mantener su ejército como por las sanciones a su economía. Esto acompañado con medidas más agresivas por periodos cortos. Así se podría desgastar la posición del líder ruso de manera interna.
En estos momentos, aunque sea más probable este escenario base, hay demasiadas variables en juego como el papel que China podría desempeñar, ya sea apoyando a Rusia o queriendo aumentar su influencia en Taiwán.
Considerando el escenario base, en términos financieros podemos pensar que después del pánico inicial podría haber un rally de mercados accionarios; pues una vez que se descarte el escenario pesimista, los inversionistas aislarían las negociaciones políticas de los efectos sobre la economía global, donde la participación tanto de Ucrania como de Rusia es mínima.