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Inflación primera quincena enero presionada por productos agropecuarios
La inflación al consumidor durante la primera quincena de enero (IQ) creció 4.90 por ciento anual (a/a), superando el 4.70 por ciento proyectado por GFB×+ (consenso: 4.78 por ciento), mientras que el índice subyacente se expandió 4.78 por ciento, en línea con nuestro estimado y el del consenso señala Alejandro J. Saldaña Brito, economista en Jefe de Grupo Financiero B×+.
En su comentario “Cuesta de enero” visible en inflación quincenal. señala que la inflación interanual rebotó por quinta lectura consecutiva, presionada por el índice no subyacente, en tanto que el subyacente se mantuvo a la baja y creció a su menor ritmo desde agosto de 2021. Al interior, la moderación sigue explicando principalmente por el apartado de mercancías.
Agrega que la variación quincenal fue la mayor para una 1Q enero desde 2021, ante el fuerte crecimiento en el índice no subyacente, en especial productos agropecuarios (huevo, chile poblano, papaya) y tarifas autorizadas (servicio agua, trámites vehiculares), las cuales típicamente se ajustan al inicio del año.
La variación del subyacente fue menor a lo observado en 2022. Como es usual al inicio de cada año, se actualizaron los precios de algunos servicios (fondas, restaurantes) y de ciertas mercancías (cigarrillos, refrescos), que además resintieron el ajuste al IEPS.
El índice subyacente hiló 23 lecturas a la baja y creció a su menor ritmo desde agosto de 2021. Gran parte de la desaceleración se ha explicado por el apartado de mercancías, en especial las no alimenticias, ante la dilución de los choques de años pasados (pandemia, guerra Ucrania) y la apreciación cambiaria. Las alimenticias han cedido, pero aún exhiben variaciones elevadas.
Por otro lado, los servicios se moderaron ligeramente en esta lectura, mostrando su menor variación desde septiembre. Sin embargo, siguen sin presentar un claro punto de inflexión, probablemente por un traspaso más gradual de los choques de años pasados y su mayor sensibilidad al aumento en los salarios.
Estima que la inflación interanual exhiba cierta desaceleración a lo largo del presente año. Sin embargo, el panorama es incierto y predominan los riesgos al alza.
Opina que, tras la dilución de los choques de años pasados, un entorno de moderación en el crecimiento económico y en el gasto contribuiría a que la inflación ceda un poco más en 2024. No obstante, advertimos que el proceso puede ser cada vez más gradual e, incluso, no lineal.
En particular, asume que todavía se observará cierta renuencia en el rubro de los servicios, dentro del índice subyacente, producto de un traspaso más lento de los choques de oferta de años previos y de las presiones salariales. Además, las tensiones geopolíticas actuales y los eventos climáticos (erg. sequías) pueden presionar algo más los precios de energéticos y alimentos, dentro del índice no subyacente.
De esta forma, juzga que es altamente probable que la inflación vuelva al rango de tolerancia de Banxico (3.0 por ciento +/- 1.0 por ciento) hasta el primer trimestre de 2025 1T25.
Recuerda que el comunicado del último anuncio de política monetaria de Banxico reiteró que se estima necesario mantener la tasa objetivo en su nivel actual “cierto tiempo”. Sin embargo, en las minutas de la reunión, algunos funcionarios se inclinaron en favor de recortar la tasa de referencia en el 1T24.
Además, si bien el dato de inflación quincenal superó estimados, el subyacente quedó en línea con lo esperado y mantuvo una tendencia descendente. Así mismo, las condiciones financieras, pese a exhibir volatilidad estos días, se han relajado en los últimos meses. Por todo ello, todavía estima que Banco de México anuncie en marzo, y no en febrero, un recorte de 25 puntos base (pb). en la tasa objetivo.