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Aranceles desarticularían relación comercial en TMEC

Alejandra Marcos directora de Análisis y Estrategia, junto con Alejandro Fajardo subdirector de Análisis Económico en Intercam Grupo Financiero, consideran que la imposición de aranceles permanentes por parte del gobierno estadounidense, encabezado por Donald Trump, acabaría por dislocar la relación comercial y bilateral entre ambos países.
No obstante, consideran que no parecen haber suficientes incentivos por parte de Estados Unidos de distorsionar las altamente integradas cadenas de valor. La reindustrialización de Estados Unidos les parece una utopía, por no contar con la mano de obra ni los procesos productivos eficientes que se tienen en la actualidad con las cadenas productivas distribuidas entre ambos países.
En su documento de opinión análisis “Los aranceles y Trump: ¿Qué está en juego para la economía mexicana?”, indican que México acaba ofreciendo una serie de ventajas competitivas para la producción de Estados Unidos, por lo que no existe un Estados Unidos exitoso sin México en la ecuación.
Recuerdan que, tras el acuerdo de pausar los aranceles por parte de Estados Unidos a México, el pasado 3 de febrero, el martes 4 de marzo entraron en vigor las tarifas del 25 por ciento a todos los productos que importa Estados Unidos de México, mismos que fueron declarados como parte del estado de emergencia nacional al sur de la frontera de Estados Unidos por cuestiones relacionadas con la migración ilegal y el fentanilo.
El jueves 6 de marzo, tras una llamada telefónica entre Donald Trump y Claudia Sheinbaum, se logró un nuevo acuerdo temporal hasta el 2 de abril, siendo que todos los productos que se importan desde México que cumplen con las reglas del TMEC estarán exentos de aranceles hasta ese momento, mientras que el resto de los productos que no cumplen con las reglas de contenido regional, se les elevará el arancel de la nación más favorecida al 25 por ciento.
Destacan que el próximo 2 de abril el departamento de comercio de Estados Unidos debe entregar al ejecutivo un estudio completo sobre los déficits comerciales y hacer recomendaciones en materias de tarifas. En esa fecha, están programados para entrar en vigor los aranceles recíprocos. Es así que México tiene el espacio de tres semanas para negociar con su contraparte en Estados Unidos y lograr acuerdos.
En este sentido señalan que más de la mitad de las exportaciones que realiza México a Estados Unidos no cumplen con las reglas de origen, por lo que el efecto no será cuestión menor, considerando que México deberá de negociar la suspensión definitiva de esos aranceles, y trabajar en aras de alinear las exportaciones mexicanas para que cumplan las reglas de contenido regional.
No obstante, lo anterior, señalan que el estado de emergencia y la imposición de aranceles por esta materia tienen una fecha de caducidad, por lo que de largo plazo la argumentación de la imposición de aranceles debería de ser negociada con el congreso.
De esta forma, tomando en cuenta un reporte del departamento de comercio de Estados Unidos, se muestra evidencia que, en materia de autos y autopartes, México ha aumentado de manera significativa lo que exporta a Estados Unidos pagando el arancel de la nación más favorecida, que oscila entre cero y 2.5 por ciento según el producto, y que esto implica que no se cumple cabalmente con las reglas de origen.
Más allá de lo que suceda en las siguientes semanas sobre la imposición de aranceles recíprocos, creemos que el fondo de las amenazas y lo que busca Estados Unidos en materia comercial con sus principales socios comerciales, van en el sentido de alinear las exportaciones mexicanas para que cumplan en su mayoría las reglas de origen, más aún en la manufactura.
De tal manera que la integración y el fortalecimiento de Norteamérica sea una realidad y no exista espacio para poder exportar a Estados Unidos vía México sin que se cumpla con las reglas del TMEC.
Con base en la orden ejecutiva, es importante dilucidar que tanto puede afectar a las exportaciones mexicanas (importaciones estadounidenses) para poder tener en cuenta que sectores podrían seguir en el ojo del huracán.
Para los analistas, parece importante resaltar que todos aquellos productos que se exportan hacia Estados Unidos y que no cumplen con los requisitos del TMEC, se atienen al arancel de nación más favorecida (NMF) de Estados Unidos para dicho sector; arancel que se aplica de manera uniforme al resto del mundo.
Lo anterior implica, por ejemplo, que, si un automóvil no cumple con las reglas de origen, para poder cruzar la aduana estadounidense deberá pagar un 2.5 por ciento de arancel de NMF. Este arancel es distinto por producto y depende de las políticas de exención y elusión que permita cada país.
En ese sentido, encuentran que la Organización Mundial de Comercio calcula que Estados Unidos tiene un arancel promedio de NMF de 2.7 por ciento y depende de cada producto el arancel que puede recibir o no, por ejemplo, en lácteos el arancel es del 19.4 por ciento y sólo el 9 por ciento de las importaciones está libre de arancel, siendo un sector que se asume protegido por Estados Unidos.
Otro ejemplo sería el de bebidas y tabaco que presenta un arancel del 18.1 por ciento, sin embargo, cerca del 50 por ciento de las importaciones está libre de gravamen, se asume entonces que el sector está abierto al comercio.