EMPRESA
Nuevos aranceles impulsan la reconfiguración del comercio global

Ari Ben Saks, Associate Partner de Impuestos y Coordinador de los servicios de inversión en Nearshoring para EY México, advierte que los cambios generados por los aranceles decretados por el presidente de Estados Unidos de América, deben entenderse como parte de una reconfiguración más amplia del orden comercial global.
“Estamos viendo una aceleración del fenómeno de regionalización. Estados Unidos busca reducir su dependencia de proveedores externos, fortalecer su industria manufacturera y proteger sectores estratégicos como el automotriz. Esto obliga a sus socios, incluido México, a adaptarse rápidamente para mantener su competitividad”, señaló el directivo.
En un comunicado señala que la reciente imposición de aranceles a automóviles y autopartes importadas, por parte de la administración estadounidense, marca una nueva etapa en la transformación del comercio internacional; en un entorno caracterizado por tensiones geopolíticas, reindustrialización y políticas proteccionistas, México continúa consolidándose como un punto clave dentro de las cadenas de valor regionales.
Recuerdan que, a partir del 3 de abril, entraron en vigor los esperados aranceles recíprocos para las importaciones a los Estados Unidos, incluido un arancel a todos los vehículos de pasajeros y camiones ligeros.
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En el caso de México, se mantiene la orden ejecutiva conocida como IEEPA (International Emergency Economic Powers Act), por lo que se espera se aplique un arancel del 25 por ciento a la parte de valor no originado en los Estados Unidos y, en el caso de las autopartes, este se aplicará una vez que el CBP (Customs and Border Protection) defina la metodología para aplicar estos aranceles a más tardar el 3 de mayo de este año.
Por otro lado, los productos que cumplan con el Tratado de Comercio México Canadá Estados Unidos (T-MEC) continuarán con un trato preferencial y los productos que no cumplan con el mismo tendrán imposiciones arancelarias al momento establecidas en la IEEPA. También se informó que, en el caso de desaparecer la IEEPA, el arancel general por reciprocidad sería del 12 por ciento para México.
El especialista considera que, pese al endurecimiento de las políticas comerciales, México continúa siendo un destino atractivo para la inversión extranjera directa, especialmente en industrias con productos que busquen cumplir con las reglas del T-MEC para poder acceder más libremente al mercado norteamericano.
De acuerdo con EY, una proporción significativa de los anuncios de inversiones extranjeras recientes proviene de empresas que no buscan únicamente exportar a Estados Unidos, sino más bien consolidar su presencia en el mercado mexicano y latinoamericano.
México cuenta con décadas de experiencia como socio clave en la manufactura regional y el fenómeno del Nearshoring, si bien no es nuevo, ha cobrado fuerza en los últimos años debido a las disrupciones globales en las cadenas de suministro.
El reto ahora es mantener ese atractivo mediante políticas públicas que brinden certidumbre a largo plazo. Iniciativas como el Plan México deben reforzarse con regulaciones claras, desarrollo de talento y una agenda tecnológica ambiciosa.
A nivel regional, otros países latinoamericanos también están viendo incrementos en la inversión extranjera en sectores estratégicos. No obstante, si quiere competir con éxito en la nueva dinámica comercial, la región debe atender retos estructurales urgentes como la baja adopción tecnológica y la falta de infraestructura logística.
Frente a un entorno de creciente fragmentación comercial, América del Norte y América Latina siguen siendo regiones estables. Con visión estratégica, cooperación regional y una apuesta decidida por la reindustrialización, podemos convertir esta coyuntura en una oportunidad histórica para reposicionar nuestro papel en la economía mundial.
“La mayoría de estas compañías está apostando por México como un hub regional. No se trata únicamente de evitar aranceles, sino de ganar acceso a un mercado en expansión y bien conectado con América del Norte”.
“Esto demuestra que el atractivo de México no se limita a su cercanía geográfica con Estados Unidos, sino que está respaldado por una infraestructura industrial madura, tratados comerciales sólidos y un ecosistema productivo robusto”, afirmó Saks.