Autos, pistas y algo más…

Listos para iniciar nuestro electrizante recorrido de esta semana?

En México la industria automotriz continúa motivada, porque aunque sea lenta, como de unos 20 km/h, avanza hacia la ansiada recuperación, tanto en ventas, como en producción y exportación; las marcas, aún con sus broncas económicas y su asfixiante lucha contra la escasez  de chips continúan lanzando modelos nuevos en el mercado doméstico, y hasta los productores de autopartes ponen de su granito de arena para no rezagarse en el comercio internacional con proyectos que incluyen la producción de baterías  mirando hacia la inminente invasión de vehículos eléctricos.

Recientemente Fiat lanzó su nuevo Mobi Tracker, Cupra hizo lo propio con el nuevo Cupra León, Ford anunció que por primera vez trae a territorio mexicano la pick-up deportiva Ranger Raptor, Hyundai está de plácemes con la presentación del nuevo Elantra 2022, y KIA prepara una sorpresa para el próximo lunes, entonces ahí va, acelerando poco a poco con la ilusión de que la aguja del velocímetro se mueva más rápido

Lo decepcionante de todo esto es cuando se duerme con el enemigo. Y lo decimos porque todo este esfuerzo que hace el sector automotriz, parece no importarle a nuestras autoridades federales.

A ver, en Guanajuato, el gobernador Diego Sinhue Rodríguez acaba de anunciar el proyecto de reconversión de las siete plantas automotrices instaladas en esa entidad para evitar que se desplomen ya que el mercado estadounidense es nuestro mayor importador y ese país ya anunció que para 2030 el 50% de su parque vehicular tendrá que ser de coches eléctricos.

Aún más, según la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, en los próximos meses se estaría colocando en México la primera piedra para una compañía que se dedica a la producción de baterías. Dice la funcionaria que el yacimiento de litio de la empresa británica Bacanora Lithium en Sonora y el T-MEC incentivan la producción de vehículos eléctricos en nuestro país, sin duda son proyectos interesante pero…. También parece un cuento más, para seguir dando atole con el dedo al pueblo bueno y sabio.

Por un lado, una dependencia del gobierno federal anuncia con bombos y platillos la llegada de esa empresa para producir baterías en territorio nacional, y por otro, el enemigo en casa, se regocija anunciado la adquisición de una refinería estadounidense para que nuestro país sea autosuficiente en la producción de gasolinas y diésel. ¡toingggg!

Entonces, ¿esto significa que nuestro pueblo bueno y sabio no debe ilusionarse ni aspirar a que comprar vehículos eléctricos, que de hecho son los vehículos del futuro?, ¿que el parque vehicular de nuestro país deberá seguir sometido a coches con motor de combustibles fósiles?.

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Mientras en México seguiremos atados, al menos unos tres años más, Ford Motor Co acaba de anunciar su plan de invertir 30 mil millones de dólares en electrificación con la mirada puesta a que en 2030 el 40% de su gama sea totalmente eléctrica.

Pero así como la firma del óvalo azul planea su evolución, muchas otras marcas también están en proceso de transición, metidas en la carrera para cambiar sus líneas de gasolina a energía eléctrica, sobre todo, por la presión que se ejerce en Europa y China para reducir las emisiones contaminantes.

Lo peor  ya se habla de proveedores de autopartes que preparan su llegada a nuestro país, hay interesan,