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Destacan cambios de conducta en personas por pandemia
Deben ser una oportunidad para fortalecer la gestión del recurso humano y detonar su productividad, consideran expertos
La pandemia de Covid-19 trajo consigo cambios en la conducta de las personas y hoy se convierten en una oportunidad para las organizaciones para fortalecer sus procesos de gestión de capital humano y detonar la productividad de las empresas si optimizan sus procesos de administración, atracción y fidelización del talento.
Expertos en gestión de capital humano, durante su participación en el foro “Oportunidades para potenciar y fidelizar el talento como palanca de desarrollo después de Covid-19”, coincidieron con lo anterior, tras escuchar los resultados del estudio Covid19, impacto en el comportamiento de los colaboradores 2021 elaborado por Intelab, empresa que a través de herramientas tecnológicas facilita la gestión del recurso humano en las organizaciones, el cual muestra cambios de conducta de los empleados debido a la actual contingencia sanitaria y las afectaciones y riesgos psicosociales y su impacto en el modelo de negocio de las organizaciones.
Fernanda Zenizo, Directora General de Intelab, señaló que para la elaboración del estudio, se evaluaron a más de 120 mil personas en edad laboralmente activa, a través de Accutest, plataforma tecnológica de Intelab, de los sectores industrial, logístico y financiero durante el año previo a Covid-19 (Etapa 1 – de abril 2019 a abril 2020) y a un año de su inicio (Etapa 2 – abril 2020 a abril 2021). La licenciatura fue el grado académico más prevalente en el sector financiero con un 72%, mientras que para el industrial fue bachillerato con 55% y para el de logística fue secundaria con un 41%.
Entre los hallazgos, destaca que el porcentaje de mujeres solicitando trabajo continuó disminuyendo en el sector industrial de una etapa a otra, pasando del 25% al 11% (casi 50%). Estos datos coinciden con los del Banco Interamericano de Desarrollo que reportó que en México las mujeres fueron más afectadas que los hombres respecto a la pérdida del empleo durante el 2020. “Es altamente probable que la disminución de búsqueda de empleo por parte de mujeres se debe a que permanecieron en casa, entre otras actividades, a cuidar a los hijos que no asistieron a clases presenciales”, dijo.
Ante la pérdida de poder adquisitivo, así como de los riesgos a la salud debidos a la pandemia, los valores de las personas empleadas y en búsqueda de trabajo se están deteriorando, aumentando el riesgo de las organizaciones en términos de ciberseguridad, fraudes, mermas, robos o crímenes de cuello blanco por lo que éstas deben de poner más atención en la gestión de riesgo y del factor humano.
Por ello, indicó que la clave para los empleados en esta nueva era es saber organizar sus prioridades, diferenciar lo urgente de lo importante para poder seguir teniendo un equilibrio entre el trabajo y vida personal, destacando que no se debe confundir productividad con la no desconexión.
Héctor Márquez de AMECH , consideró que “aunque la tendencia de recuperación de empleo es alentadora, comparando febrero del 2020 previo al inicio de la pandemia, al cierre de mayo de 2021, aún quedan 550 mil empleos por recuperar. De acuerdo con cifras del IMSS de los 10 sectores productivos, hay 6 que aún no se recuperan y el más grave es el de servicios para empresas en donde aún faltan 414 mil empleos, por ello es muy importante abrir espacios para la inversión económica en el país y la participación de expertos en Recursos Humanos para disminuir el riesgo de rotación, brindar herramientas de capacitación y cerrar la brecha digital pues lo anterior será clave para la reactivación de los empleos en las organizaciones”.
Al respecto, Omar Nacib Estefan, Titular de la Unidad de Salud y Seguridad en el Trabajo de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) dijo que un gran cambio que la contingencia impulsó aún más fue el que como trabajadores buscamos tener empleadores dignos, que más allá del cumplimiento legal de sus obligaciones referentes a las condiciones de trabajo, de capacitación y adiestramiento, salud y seguridad. El empleador debe de dar un paso más allá, tiene que generar y atender el sentido de pertenencia del colaborador a la empresa, no dar por sentado que ya por cumplir con obligaciones legales, es suficiente.
En su oportunidad, Annabelle Sulmont, Coordinadora de Iniciativas Gerenciales del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) precisó que no atender la brecha de participación laboral que existe en México entre hombres y mujeres, provoca que, de facto, no estamos aprovechando un talento existente.
“La crisis derivada de la pandemia ha revelado una crisis crítica y estructural de los cuidados, que afecta en mayor medida a las mujeres. A nivel de la sociedad, es decisivo reconocer nuestra dependencia a las labores de cuidados. Tenemos que establecer mecanismos de corresponsabilidad plena, entre hombres y mujeres, entre el Estado, los centros de trabajo y los hogares. Estos últimos deben de hacer explícito que el trabajo de su personal está condicionado por la resolución digna de sus responsabilidades de cuidados”, aseveró.