Economía
Inversión al alza; consumo privado a la baja
Resalta crecimiento de 4.3% anual del empleo registrado por el IMSS
El análisis económico semanal de CIAL Dun & Bradstreet, señala que, en agosto, la inversión fija creció 1.13%, con respecto a julio, avanzando por segundo mes consecutivo, pero, aunque la inversión ha mostrado cierto avance, aún se ubica más de 5% por debajo de su nivel de principios del año pasado, antes de la pandemia. En agosto, la inversión en maquinaria y equipo retrocedió 1.0%, mientras que en obras de construcción avanzó 3.2%. Tras el -18.3% de 2020, la inversión crecería 11.5% en este año. La inversión sigue enfrentando grandes dificultades, afectada, especialmente, por factores sociopolíticos.
Por su parte, el consumo privado retrocedió 0.6% en agosto con respecto a julio, observando tres caídas consecutivas. El consumo está siendo afectado por la elevada inflación (menores salarios reales), la caída del crédito y cierta incertidumbre por parte del consumidor. Todo esto, pese a que el empleo ha mostrado avances importantes y prácticamente ha dejado atrás la crisis, visto esto por medio de los asegurados en el IMSS.
Lo anterior porque en octubre, el empleo vía los trabajadores asegurados en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reportó un crecimiento de 4.3% anual, generando en el mes 172,678 nuevos puestos de trabajo, en el sector formal privado de la economía. De esta manera, al cierre de este mes, el número de asegurados ascendió a 20.77 millones de trabajadores, superando a los 20.61 millones de febrero del año pasado.
Así, este segmento del empleo ya logró superar el nivel de prepandemia y se prepara para iniciar una nueva fase de expansión. En los últimos 12 meses se han acumulado 864,764 nuevos empleos, mismos que se han generado, principalmente, en las manufacturas y el comercio (68% del total).
Esta generación de empleos sostiene parte de los avances del consumo privado, pese a la mayor inflación y la caída del crédito al consumo. Tras perder 648,000 empleos en 2020, este año se crearán 791,000 nuevos puestos y el año 2022 serían 617,000.
La producción industrial se desacelera significativamente
En septiembre, la producción industrial creció 1.7%, por debajo del 4% esperado por el mercado. A su interior, la minería creció 2.0% anual, manteniendo tasas moderadas. La industria de electricidad, agua y gas retrocedió 3.4%, con dos caídas consecutivas. La construcción avanzó 9.2%, sosteniendo tasas aún elevadas, aunque hace un año sus caídas eran significativas (hay un efecto estadístico).
Lo más destacado es que las manufacturas (pesan 50% del PIB industrial) retrocedieron 0.5% anual en septiembre, siendo determinante el desplome observado por equipo de transporte, con –18.6% anual en septiembre. Solo como referencia: la producción de vehículos retrocedió 33.3% anual en septiembre y en octubre cayó 25.9%. Por ello, las manufacturas de octubre crecerían marginalmente. Así, tras la caída de 9.8% en 2020, el sector industrial crecería 7.1% en 2021 y 4.6% en 2022.
Caídas en la producción y exportación de vehículos
En octubre se produjeron casi 258,000 vehículos, una caída de 25.9% anual y ligando cuatro caídas. Como en el resto del mundo, en México esta industria está siendo afectada por la escasez de semiconductores, misma que podría prolongarse durante gran parte del próximo año. Por su parte, las exportaciones de vehículos retrocedieron 19.9% anual, con caídas importantes por cuarto mes consecutivo.
Te puede interesar: Avanza recuperación del empleo tras caída por pandemia
En este año, la producción de vehículos podría caer 2.9%, reportando cuatro años con caídas consecutivas. El próximo año, la recuperación sería de solamente 5.4%, mientras estimamos un repunte de alrededor de 27% en 2023, esto esperando que la crisis de semiconductores se haya resuelto hacia finales del 2022 y que la pandemia en el mundo haya sido bien controlada.
La inflación, en su nivel más alto desde 2017
Tal como estaba previsto, la inflación se mantiene en la parte alta, ubicándose en 6.24% anual en octubre y siendo su tasa más elevada desde diciembre de 2017. Como hemos adelantado, la inflación va a seguir presionada hasta el segundo trimestre del próximo año, que es cuando veríamos una disminución. Lo anterior, en respuesta a una moderación estimada de los precios de las materias primas a nivel mundial.
Internamente, la inflación está presionada nuevamente por los precios energéticos. La inflación subyacente también mantiene una tendencia alcista, con 5.2% anual, su mayor tasa desde mayo de 2009. De esta manera, revisamos al alza nuestra expectativa inflacionaria para el cierre de este año, hacia 6.80%, mientras se reduciría a 3.80% en 2022. Seguimos pensando que este repunte inflacionario es transitorio.