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Moody´s puede bajar más la calificación de la deuda de PEMEX

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PEMEX

La calificadora Moody’s Investors Service («Moody’s») confirmó la calificación de familia corporativa (CFR) de B1 Petróleos Mexicanos (PEMEX) y las calificaciones senior no garantizadas de las notas existentes de la compañía, así como las calificaciones basadas en la garantía de PEMEX. Moody’s también confirmó la Evaluación de Crédito de Línea Base (BCA) de PEMEX, que refleja su fortaleza crediticia independiente, en caa3. Al mismo tiempo, Moody’s cambió la perspectiva de las calificaciones de PEMEX a negativa desde estable.

Es de recordar que la Calificación B1 implica que ya no tiene el grado de inversión y es especulativa, pero la perspectiva negativa significa que la calificadora está evaluando el bajar más su calificación.

De acuerdo a Moody´s, las calificaciones B1 de PEMEX toman en consideración el análisis conjunto de incumplimiento de Moody’s, que incluye los supuestos de la agencia calificadora de un apoyo gubernamental muy alto en caso de necesidad y una correlación de incumplimiento muy alta entre PEMEX y el Gobierno de México (Baa2 estable), lo que resulta en cinco escalones de aumento del BCA caa3 de la compañía.

Desde 2016, y lo más importante y cada vez más de 2019 a 2023, el gobierno ha apoyado a PEMEX de varias maneras, incluidas inyecciones de capital, reducciones de impuestos y amortización anticipada de notas por cobrar del gobierno. Moody’s asume que el gobierno, según lo prometido, continuará financiando las necesidades de efectivo de PEMEX en 2023 y 2024 y ayudará a la compañía a cumplir con sus amortizaciones de deuda de 4.6 mil millones en 2023, 10.9 mil millones en 2024 y 4.9 mil millones en 2025.

La calificadora señala que la afirmación del BCA caa3 refleja las expectativas de Moody’s de que PEMEX continuará registrando un flujo de caja libre negativo y la necesidad de grandes cantidades de financiamiento externo dadas las persistentes pérdidas en el negocio de refinación de la compañía, la necesidad de mantener el nivel de inversión (capex) al menos en los niveles actuales para mantener estable la producción y las reservas, altos gastos por intereses y altos vencimientos de deuda en 2023-25.

La acción también toma en cuenta que el acceso de PEMEX a los mercados de capitales es actualmente limitado dado su alto riesgo de crédito intrínseco y la falta de medidas para mitigar su exposición a riesgos ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG).

Agrega que a pesar de los precios actuales del petróleo que están por debajo del precio presupuestado, Moody’s espera que el negocio de exploración y producción (E&P) de PEMEX continúe apoyando la generación de efectivo de la compañía. PEMEX ha sido capaz de mantener la producción y las reservas de petróleo y gas en niveles relativamente estables y lograr un crecimiento de la producción a través de condensados.

Dada la incapacidad de PEMEX para invertir mayores sumas de capital en exploración y producción, Moody’s estima que en 2023 y 2024, la compañía solo podrá sostener la producción y las reservas en los niveles actuales. Sin embargo, Moody’s también reconoce que los precios actuales del petróleo resultarán en altas regalías y costos operativos en el negocio de refinación.

El BCA caa3 también incorpora la débil liquidez de PEMEX y su alta dependencia del apoyo gubernamental. Al 31 de marzo de 2023, la compañía tenía 3.3 mil millones en efectivo y no tenía disponibilidad bajo sus líneas de crédito renovables comprometidas para hacer frente a los vencimientos de deuda.

La perspectiva negativa sobre las calificaciones de PEMEX refleja la opinión de Moody’s de que en ausencia de cambios fundamentales en la estrategia comercial de PEMEX, es probable que la compañía enfrente mayores riesgos crediticios, dada la incapacidad de la compañía para aumentar las inversiones de capital y mejorar su desempeño financiero y operativo como resultado de las restricciones de liquidez.

Moody’s asume que el apoyo proveniente del Gobierno de México seguirá siendo muy alto en 2023 y 2024. Pero, como es probable que los fundamentos financieros subyacentes de la compañía continúen deteriorándose en un escenario que no incorpora cambios en el modelo de negocio actual, Moody’s también contempla que la próxima administración, que asumirá el cargo a fines de 2024, encontrará cada vez más oneroso replicar lo que se ha observado en los últimos años, ya que las perspectivas de un espacio fiscal reducido en los próximos años restringirían la capacidad del soberano para brindar apoyo a niveles. comparables a los registrados a lo largo de la administración saliente de López Obrador.

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