Infraestructura
La sequía es natural, la acción depende de habitantes y autoridades
Son 19 los estados que padecen crisis hídrica resume la Coparmex
La sequía es un fenómeno que cada año se presenta con mayor intensidad, frecuencia y amplitud territorial y queda claro que los fenómenos climatológicos no son la única explicación de la crisis hídrica que vivimos en más de la mitad del territorio, sino que, en gran medida, depende de lo que hacemos o dejamos de hacer los habitantes y las autoridades, refiere empresarios.
La crisis de abasto y falta de agua que, de acuerdo con datos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) sufren 19 estados del país, no solo tiene que ver con la escasez de lluvias sino con la ausencia de planeación, de medidas para reducir el hacinamiento y de reparación de fugas.
Es necesario resolver el manejo adecuado de aguas residuales que pueden ser tratadas, además de la sobreexplotación de los acuíferos, aseguró el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), José Medina Mora Icaza, en entrevista con Grupo En Concreto.
Mencionó que para GreenPeace la falta de lluvia es central, pero no es el único factor que provoca la escasez de agua potable en los hogares de México. Mala calidad, acceso inequitativo, construcción de infraestructura en áreas de recarga o conservación y mala gestión son algunos de los otros muchos factores que inciden.
A los gobiernos estatales y municipales, los convocó a que asuman su responsabilidad de formular, actualizar y controlar el desarrollo de los programas de operación hidráulica y hacer la planeación para la distribución del líquido en sus comunidades; no pueden “lavarse las manos”.
Manuel Perló Cohen, experto e investigador de la UNAM, alertó sobre la necesidad de hacer cambios drásticos en materia hídrica en el subterráneo; de lo contrario, “nos encaminaremos a una catástrofe silenciosa, la cual no es visible como cuando el nivel de las presas disminuye, un río está contaminado o un manantial se seca”.
El especialista del Instituto de Investigaciones Sociales de la Máxima Casa de Estudios, detalló que México tiene definidos 653 acuíferos y 38.7 por ciento de este recurso utilizado en el país proviene de esas fuentes; de estos, 105 están sobreexplotados; es decir, la extracción excede a la recarga, en varios de ellos en más de 100 por ciento. Por ejemplo, en el Valle de México, el denominado Texcoco, presenta esta situación en 800 por ciento,
Dijo que la mayoría está donde llueve menos, del centro al norte del territorio, en entidades como Querétaro, San Luis Potosí, Durango, Zacatecas, Coahuila, Nuevo León, la costa del Pacífico Norte y en la Península de Baja California.
En esta región del territorio nacional, agrega, extraemos del subsuelo 40 mil litros por segundo, lo que significa dos terceras partes del total que se consume en el área metropolitana de la Ciudad de México. Otra cantidad importante la traen del sistema Cutzamala (aproximadamente 15 mil litros por segundo) y una más del acuífero Toluca-Lerma.
La CDMX en alto riesgo
“Para abastecer a la capital del país, se sobreexplotan los mantos acuíferos de nuestra propia geografía y de los vecinos (Estado de México e Hidalgo), algunos a 100 kilómetros de distancia. Al ritmo de extracción actual, se calcula que en la Ciudad de México quedaría agua para cerca de 40 años”, advirtió el investigador Perló Cohen.
El coordinador del libro “El estudio del agua en México. Nuevas perspectivas teórico-metodológicas”, mencionó que no es fácil saber cuánta agua hay en el subsuelo; deben hacerse estudios muy modernos, con tecnología muy avanzada para poder identificar cuánto recurso hay y qué calidad tiene, si es potable o no, porque muchas veces puede contener sustancias químicas, presentes de manera natural.
Perlo Cohen, agregó que podemos tomar diversas acciones para detener el proceso de deterioro de los acuíferos; “revertirlo es cosa más seria y difícil, pero por lo menos podemos frenarlo, que la pendiente no se haga cada vez más aguda y extrema”, lo cual debe partir de una profunda investigación para saber cuánto líquido tenemos.
“De igual manera, es importante proteger las áreas de recarga del acuífero; debemos conservarlas como si fueran lugares sagrados, porque si las perdemos el agua que debería infiltrarse va a correr por el asfalto e irá a dar al drenaje. Una opción más, es hacer la recarga artificial de acuíferos con agua tratada de calidad, como lo que se realiza en países como Estados Unidos, Australia, Alemania o Israel, así como reducir la extracción subterránea mediante el uso eficiente y el cuidado del líquido, con ayuda de equipos de consumo doméstico e industriales ahorradores”, concluyó el especialista.
Grupo Suez, empresa de gestión y uso eficiente del agua, estima que las industrias podrían reducir su consumo hasta 70 por ciento con el reúso de sus aguas que es la clave para que las empresas puedan ahorrar.
La firma expone que el retorno de la inversión sobre la infraestructura necesaria para el reciclado del agua se consigue en un promedio de entre tres y cinco años, dependiendo de las necesidades y en muchos casos, incluso las empresas limpian sus aguas residuales y las convierten en aguas que pueden ser utilizadas para diversos usos municipales de no consumo humano.
“Si una industria de alimentos que utiliza 1,500 metros cúbicos de agua al día para su producción tuviera la infraestructura instalada y tecnología suficiente, podría recuperar alrededor de mil metros cúbicos de agua diariamente, lo que supone una reducción del 70 por ciento en el consumo de agua, la recuperación de su inversión puede hacerse en unos cuatro años”, publica la empresa.
Respecto a la utilización industrial del agua, la mayoría de los procesos de fabricación (desde una galleta hasta un auto) emplean en mayor o menor medida agua. La producción de bebidas requiere de agua que se queda en esos productos finales, pero muchas otras industrias como la minera, las armadoras, la metalera, la papelera, la química, la cementera, etc. son grandes consumidores de agua.
En sus procesos de fabricación, el agua en vez de ser desechada puede ser reutilizada, obteniendo grandes ventajas: ahorro en el consumo de agua, lo que supone un ahorro en el costo de producción, conservación del agua como recurso escaso y valioso para toda la comunidad y protección del medio ambiente evitando vertidos tóxicos.
Conservación del recurso
Grupo Suez expone que en México, un factor agravante en la situación hídrica del país que se está sufriendo, tanto para la población civil como para las industrias, es por motivos concretos como el sobre uso de este recurso natural, la falta de reúso de agua, deficiencias de infraestructura, falta de cultura de conservación del agua y el efecto de La Niña.
Los enfoques tradicionales desempeñan un papel importante en la resolución de crisis del agua, pero cada vez está más claro que la recuperación de las aguas residuales será clave y por ello, desarrollan desde hace más de 30 años, tecnología para aprovechar las aguas residuales tratadas para el abastecimiento, el riego y para usos industriales para diversas aplicaciones.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el consumo promedio debería de ser de 100 litros de agua por persona (equivalentes a cinco o seis cubetas). Con ese consumo se satisfacen las necesidades de consumo e higiene. Sin embargo, hay ciudades en el país donde las personas, por malos hábitos, llegan a consumir hasta 380 litros por día.
Expertos señalan que un total de 105 de 653 acuíferos subterráneos en México se encuentran en condiciones de sobreexplotación, por ello es necesario frenar esta situación y apostar por su recarga.
Medina Mora Icaza destacó que las entidades más afectadas por la sequía son Aguascalientes, Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Coahuila, Durango, Guanajuato, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, Veracruz y Zacatecas. Sin embargo, en las otras 13 también se han presentado condiciones de sequía atípica y sólo Campeche, Chiapas, Tabasco, Yucatán y Quintana Roo registran menos problemas.
El líder empresarial detalló que la relación entre los recursos hídricos y el desarrollo económico ha comenzado a deteriorarse conforme se complica la disponibilidad de agua. Un ejemplo claro de esta relación es que se han generado pérdidas millonarias por el bajo rendimiento agrícola por hectárea en los distritos de riego que operan bajo el sistema de abasto a través de represas.
Según expertos del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, de los aproximadamente 22 millones de hectáreas que se siembran en el país, 16 millones son de cultivos que dependen principalmente de las lluvias y que hoy están profundamente afectadas por falta de agua. Eso ha agravado la inflación, pues se enfrenta una menor oferta de productos del campo por el aumento de sus precios.
“Es preciso advertir que la responsabilidad de asegurar el abasto, distribución y tratamiento de agua es de los tres niveles de gobierno, y en nada abonan las declaraciones de autoridades que buscan evadir su tramo de competencia; es una responsabilidad compartida que requiere de diálogo, planeación, visión de largo plazo y recursos suficientes para el desarrollo de infraestructura. Todos son responsables”, recalcó.
Compromisos globales
Medina Mora Icaza mencionó que la política ambiental del presente Gobierno federal no cumple con los compromisos internacionales asumidos en instrumentos como el Acuerdo de París, que firmaron 193 países y con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
“Nuestro llamado es para hacer valer el Objetivo de Desarrollo Sustentable 6 Agua Limpia y Saneamiento y su meta número 1 que nos compromete de aquí al 2030, a que se logre el acceso universal y equitativo al agua potable a un precio asequible para todos.”
Es a la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la autoridad responsable de la administración de este recurso indispensable. Recae en ella regular, controlar y proteger las aguas nacionales, otorgar permisos de descarga de aguas residuales, pero fundamentalmente establecer las directrices nacionales con oportunidad.
“Por ello, hacemos un llamado para que aceleren las gestiones, y se publique y difunda el Acuerdo de inicio de emergencia por ocurrencia de sequía severa, extrema o excepcional en cuencas para 2022 y se tomen todas las medidas necesarias para mitigar la grave crisis que enfrenta el país”, indicó.
Sin embargo, el presidente de Coparmex, llamó al Congreso de la Unión y a la Secretaría de Hacienda para que se dote de los recursos necesarios en 2022 y 2023 a las entidades federativas para el desarrollo de infraestructura necesaria para la captación, reinyección, saneamiento y reparación de fugas en la red nacional pues la austeridad mal aplicada ha provocado recortes de más del 30 por ciento de los recursos con los que contaba Conagua.
“A las familias y empresas de todos los tamaños también les hacemos un llamado para dejar el consumo del agua de forma lineal y apostar por un modelo circular, donde se utilice la mínima cantidad de recursos posibles, incluidos el agua y la energía, para satisfacer sus necesidades. Debemos recordar que “gota a gota, el agua se agota”.
Por ello, coincidió con la experta Julia Carabias, quien considera urgente conservar el ciclo hidrológico y los ecosistemas; usar y aprovechar el recurso hídrico de manera eficiente, integral y sustentable porque solo así podremos contribuir a mejorar la calidad de vida de todos.
Agregó que, en la Coparmex, impulsan el Modelo de Desarrollo Inclusivo que tiene como uno de sus pilares promover el cuidado del medio ambiente y la actividad económica sostenible, por eso quieren que las empresas sean un factor de cambio que impacten positivamente a sus comunidades.
“Ante esta crisis nos ponemos en acción y como primer paso generamos conciencia, cada uno podemos aportar nuestro granito de arena. Sin agua no hay vida, no hay desarrollo y no hay país. El agua es de todos y por ello todos somos responsables de su uso y de su cuidado”, concluyó.