CONSTRUCCIÓN
Desarrolladores de vivienda ven claroscuros ante pandemia
Tramitología y hacer viviendas asequibles, entre los retos ante Covid-19, coinciden
En el sector inmobiliario y de la construcción se registran claroscuros que se deben atender de forma coordinada entre sector privado y público, con la atención de retos en ámbitos como el energético, tramitología, en los segmentos medio y social de la vivienda, en la transformación de oficinas y desarrollo tecnológico.
Con ello y otras acciones en conjunto, se podrá superar la crisis que se ha vivido por la pandemia y encaminarse a la concreción de ciudades asequibles, sustentables, vivibles, competitiva y con calidad de vida, coincidieron expertos en la materia, quienes subrayaron que esos son retos que ven como desarrolladores.
Los presidentes de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI), Pedro Fernández; de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI), Enrique Téllez; de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi), Gonzalo Méndez; del Instituto Mexicano de Ciudades Inteligentes Sustentables y Sostenibles (IMCISS), Felipe Flores; y de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), Francisco Solares, confiaron en que el sector en cuestión se recuperará, como lo ha hecho desde finales del año pasado y será en el 2024, cuando se puedan ver por completo los resultados.
Gonzalo Méndez expuso a detalle el contexto de la industria arrastra 37 de las 42 ramas de la economía y que ha crecido en los últimos seis años 1.8% anual, con lo que se corroboran los datos del INEGI de que representa 6% del PIB en cuanto a monto y que en 2019 se derramaron un billón 50 mil millones de pesos.
Resaltó que “la tramitología, es uno de los graves problemas de la industria. El costo financiero que pagamos desarrolladores por iniciar proyecto, desde que compramos suelo, hasta movimiento de tierra, pueden pasar tres o cuatro años, dependiendo del municipio o ciudad, por lo que la desregulación es algo fundamental que debemos trabajar. Debemos buscar ventanillas únicas y tramites más eficientes”.
Indicó que “los desarrolladores vemos hacia adelante que hay claroscuros, puesto que tenemos regiones como las turísticas que han tenido un problema muy serio en el mercado y el mercado se ha comportado por segmentos, en donde el residencial plus ha tenido una disminución importante y hay regiones del país que se han comportado bien como en el norte y corredor del Bajío”.
Insistió en que se ve una muy buena perspectiva para cerrar este año, luego de destacar que en los primeros cinco meses del año se iniciaron 96 mil 546 registros de vivienda, en comparación con el 2020 que fueron casi 65 mil, lo que representa 33% más.
Este año el crecimiento será de 5 o 6%, mientras que el Infonavit va 14% arriba en hipoteca de vivienda nueva, 28% más colocación de vivienda existente y el Fovissste también va por arriba de su meta.
“Se confirma que la vivienda se ha comportado como un elemento de la economía excelentemente resiliente”, subrayó Gonzalo Méndez quien dijo que hoy es un buen momento para comprar una propiedad, quien puntualizó que anualmente se realizan 650 mil nuevos matrimonios por año y el déficit de vivienda es de 9.2 millones, por lo que, de estas, por lo menos, se deben realizar en los próximos 10 años 6 millones nuevas casas o departamentos.
Pedro Fernández dijo que ante el Covid-19, se debe resaltar que esta industria tiene mucho sustento y México apunta en la mira de inversionistas internacionales, en el marco de una nueva normalidad en la que destaca la participación de los jóvenes quienes consideran el valor de la vivienda y ha incrementado la solicitud de créditos.
Hoy afirmó, “los compradores activos entienden que tener una vivienda representa el fortalecimiento del patrimonio, pero también se adquiere la oficina o lugar de trabajo. Intercambias amenidades más ad hoc a tus necesidades y puedes desplazarse a otros lugares y disfrutar de nuestras costas, montañas, campo, etcétera y es ahí donde entra el juego del arrendamiento
Pero el impulso de la colocación de créditos para la vivienda se ha incrementado de manera cuántica. Hay revalorización y concientización del valor que de tener hoy una vivienda”.
Insistió en la importancia del uso de la tecnología y enfatizó que el sector inmobiliario se va a recuperar como la primera fuerza generadora de la economía del país. «Tenemos la mayor cantidad de colocación de empleo y los insumos de más del 90%, son de manufactura nacional».
Enrique Téllez dijo que, en segmentos medios y residenciales, desdse 2019 se han registrado bajas en la demanda del producto, que se agudizó en el 2020 y primer parte del 2021, en particular en el mercado de la Ciudad de México que representa el 60% de lo que operan en el país.
“En ciudades como Guadalajara, Monterrey o Puebla, el mercado sufrió menos y la decisión de nuevos proyectos en CDMX se ha retrasado y se analiza la reactivación de nuevos proyectos hacia el futuro con base a la absorción de los inventarios actuales”.
Dijo que en pre pandemia se establecieron 11 corredores para vivienda asequible, que es de entre 800 mil y poco menos de los dos millones de pesos. Pero que tienden a hacer de más de cuatro millones, segmento que ha sido muy golpeado y no se ha visto una franca recuperación.
En oficinas, que también ha sido segmento muy golpeado, hoy se ve una recuperación inicial a partir de este verano, que hay un poco más de certeza de cuándo y cómo se regresará. Precisó que son más de un millón y medio de metros cuadrados de oferta en la CDMX, entidad que concentra 70% del total de metros cuadrados de oficinas en el país.
Felipe Flores dijo que se debe trabajar en la confianza del ser humano para recuperar el entorno económico ante la pandemia, así como la actividad en el mercado laboral, escolar y de vivienda.
Después de construir esta confianza, estamos hablando con diferentes administradores, propietarios, desarrolladores, de manera independiente, para ayudarles con ciertas reglas que hoy el gobierno ha impuesto para bien de todos. Lo que hacemos es darles ideas y maneras de buscar un mejor entorno de salud en todo lo que realizan en sus administraciones, de manera que se pueda dar la convivencia, puntualizó.
“Así hemos ayudado a escuelas, edificios y grupos de vivienda, donde tienen que entender que es cierto que el grupo familiar los va a arropar, pero tienen que expandir sus horizontes, aún con este entorno tan difícil de vivir.
“Tenemos dos opciones: o te encierras y mueres o tienes que afrontar las cosas como vienes, por lo que es un momento trascendental para el ser humano, porque en el medio inmobiliario, sufrir meses álgidos, con problemas económicos, con empresas paralizadas o que han desaparecido, es un impase muy largo, pero hay que reactivarlo convenciendo a la población en general para absorber, oficinas o escuelas, lo que sea. Que la gente vuelva a tomar una normalidad, pero que no distorsione su calidad de vida”.
Francisco Solares dijo que en Estados Unidos se dará una reactivación más rápida, entre otras cosas, porque se han destinado entre 700 y 800 mil dólares a infraestructura.
Dijo que unas 2 mil empresas han cerrado en esta pandemia en México y en lo que se refiere a la producción de empresas constructoras, se ha dado un decrecimiento de 39% de lo que han facturado en los últimos 15 años, lo cual se agravó en 2020 por la pandemia, aunque reconoció una ligera recuperación en este año.
Respecto al desarrollo inmobiliario, detalló que 60% de la construcción que se hace en México, proviene de recursos privados y 40% públicos. Y dentro de la primera una parte importante es la vivienda, así como la minería y otros desarrollos industriales.
Enfatizó que se da una disminución en el ritmo de inversión, con proyectos pospuestos o cancelados, lo cual tiene que ver también con la confianza en el momento para invertir, puesto que en el índice de confianza que mide el INEGI, el rubro más bajo es si este es el momento adecuado para invertir.
Por ello, se deben resolver varios factores para llegar al a producción que se tenía en 2019, pero no se llegará a esos números, sino al menos, hasta 2024.
Confió en que el gobierno federal incremente la inversión en infraestructura para el próximo año, luego de que en 2020 esa inversión fue de 2.6% del PIB nacional, pero de acuerdo a la Cepal, debe ser al menos 5% para poder avanzar.
Mencionó que, en el presupuesto federal, la inversión del gobierno en infraestructura estuvo muy focalizada en sus obras prioritarias, como el aeropuerto Felipe Ángeles, la refinería de Dos Bocas y el Tren Maya.
“Esto hace que solo empresas grandes tengan acceso a obras muy grandes. Tenemos confianza que el próximo año y el 2023 ya no haya más obras de este tamaño, sino que la inversión en infraestructura se pulverice y no se pierda el efecto multiplicador en la economía que tiene la construcción”, consideró.