CONSTRUCCIÓN
Bain & Company: Transición Energética 203X
Las empresas lideran la transición energética hacia una estrategia realista y sostenible.
En el camino hacia un futuro con cero emisiones netas de carbono, las empresas enfrentan la necesidad de balancear dos objetivos: satisfacer una demanda energética en constante crecimiento y reducir las emisiones de carbono. Sin embargo, el ritmo acelerado de la transición y los desafíos adicionales, como el incremento en la demanda de energía impulsado por la inteligencia artificial y la electrificación, están poniendo una presión sin precedentes en las redes eléctricas a nivel mundial.
Frente a esta realidad, la estrategia tradicional de fijarse únicamente en metas a largo plazo, como 2050, está evolucionando. Hoy en día, muchas empresas están adoptando un enfoque más pragmático y cercano, denominado «Horizonte 203X», que prioriza objetivos realizables a 5 o 15 años. Este enfoque permite a las compañías moverse con mayor agilidad, tomando decisiones informadas y ajustables a los retos emergentes, como las tensiones geopolíticas, la complejidad regulatoria y los costos de capital en aumento.
Las proyecciones de demanda energética muestran que la demanda global de energía primaria deberá transformarse drásticamente para alcanzar los objetivos de neutralidad de carbono en 2050. En 2022, las fuentes fósiles, como el gas natural, el carbón y los líquidos (incluido el petróleo), dominaban el consumo energético global con más de 400 quads (cuatrillones de BTU). Sin embargo, para lograr la neutralidad de emisiones en los próximos años, los modelos proyectan una transición significativa hacia fuentes renovables, especialmente solar y eólica, las cuales ganarán terreno frente a los combustibles fósiles.
Además de la transformación en el consumo energético, el informe de Bain & Company destaca la necesidad de que las empresas fortalezcan sus capacidades internas para adaptarse al nuevo entorno competitivo. Muchas empresas líderes en el sector están adoptando una estrategia escalonada. Este enfoque implica:
- Definir lo que se sabe y lo que no se sabe: Al enfocarse en el horizonte 203X, las empresas pueden reducir las variables estratégicas y centrar sus esfuerzos en las incertidumbres que pueden afectar su planificación. Esto permite priorizar inversiones adaptables a múltiples resultados potenciales.
- Identificar las áreas de ventaja competitiva: Navegar la transición energética requerirá una combinación de ventajas estratégicas, desde la adopción de tecnologías innovadoras hasta el acceso privilegiado a recursos críticos. Las empresas están evaluando su posición frente a 12 posibles palancas de competitividad, identificando cuáles son más relevantes para su modelo de negocio.
- Evaluar desempeño y capacidades clave: Las empresas líderes están llevando a cabo una evaluación honesta de su rendimiento y capacidades, cerrando brechas críticas para posicionarse mejor frente a la transición. Esto incluye inversiones estratégicas en tecnología y asociaciones que permitan una ejecución robusta y adaptativa.
El caso de Maersk, que ha lanzado su primera flota de barcos que funcionan con metanol verde, además de biodiésel, es un ejemplo claro de cómo las empresas están desarrollando estrategias resilientes y flexibles para cumplir con sus objetivos de descarbonización a corto y mediano plazo.
“Las empresas que adoptan la visión de 203X están demostrando que es posible avanzar con firmeza en el camino hacia cero emisiones sin comprometer la viabilidad financiera. Este enfoque no solo mitiga las incertidumbres que paralizan la toma de decisiones, sino que también permite a las empresas ajustarse dinámicamente a las tendencias y disrupciones emergentes, capitalizando oportunidades estratégicas de cara a un futuro energético distinto”, comenta Luis Lapiedra, Socio de Bain & Company en México.
Consulta el reporte completo en: Winning in the Energy Transition, One Step at a Time | Bain & Company