Economía
PEMEX mejora utilidad operación y disminuye pérdida neta en IT21
Petróleos Mexicanos (Pemex) informó que en el primer trimestre del 2021 (IT21) tuvo una utilidad de operación de 111,408 millones de pesos, superior en 268.9% a la lograda en el mismo periodo del 2020 (IT20), con una pérdida neta de 37,758 Mp, menor en un 93.4% a la del IT20.
En su reporte a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), Pemex detalla que logró un margen EBITDA de 33% y que la pérdida cambiaria del 1T21 fue de 56,204 mp, misma que se reduce con respecto de la pérdida de 469,206 mp en el 1T20; sin embargo, esta variable que es de valuación casi en su totalidad afecta negativamente el resultado neto del primer trimestre del 2021.
Agrega que la pérdida neta no fue generada por factores operativos ni factores de ingresos o costos de la empresa, sino que es totalmente generada por la valuación de los saldos de la deuda.
Además, siguió generando recursos para el financiamiento del gasto público del país. Aportó al gobierno federal 133,299 mp durante el 1T21.
Al 31 de marzo de 2021, el monto total de la deuda de Pemex, incluyendo intereses devengados, ascendía a 2,348.1 mil millones de pesos (mmp), en términos nominales, lo que representa un aumento de 3.9 %, comparado con el monto total de la deuda de la petrolera, incluyendo intereses devengados, de 2,258.7 mmp al 31 de diciembre de 2020.
El 31.6 % de la deuda vigente al 31 de marzo de 2020, es decir, 742.7 mmp (EUA$ 36.0 mil millones), tiene vencimientos programados en los siguientes tres años, incluyendo 391.1 mmp (EUA$19.6 mil millones) con vencimiento en 2021.
Al 31 de marzo de 2020, Pemex tenía un capital de trabajo negativo de 465.8 mmp (EUA$ 22.6 mil millones).
Factores de riesgo
De acuerdo con el texto, el monto de los pasivos es considerable y la entidad está expuesta a restricciones de liquidez, lo cual podría dificultar la obtención de financiamientos en términos favorables, podría afectar la situación financiera, los resultados de operación y la capacidad para pagar la deuda de la entidad y, finalmente, la capacidad de la paraestatal para operar como negocio en marcha.
El nivel de endeudamiento de Petróleos Mexicanos podría incrementarse en el corto o mediano plazo, por nuevas actividades de financiamiento o la depreciación del peso en comparación con el dólar y podría tener un efecto adverso en la situación financiera, resultados de operación y liquidez.
Para cumplir con las obligaciones de pago de su deuda y obtener recursos para sus inversiones, Pemex ha recurrido y podría seguir recurriendo a una combinación de flujos de efectivo provenientes de sus operaciones, disposiciones bajo las líneas de crédito disponibles y endeudamiento adicional, incluyendo el refinanciamiento de la deuda.
En caso de que la Entidad no pueda obtener financiamiento en condiciones favorables, esto podría limitar la capacidad de la petrolera para obtener mayor financiamiento, invertir en proyectos productivos financiados a través de deuda y afectar su capacidad para cumplir sus obligaciones de pagos de principal e intereses con sus acreedores.
La empresa referida del Estado podría estar expuesta a restricciones de liquidez y podría no cubrir su deuda o estar en condiciones de hacer las inversiones necesarias para mantener los niveles actuales de producción, así como para mantener e incrementar las reservas probadas de hidrocarburos asignadas a Pemex por el gobierno federal, lo que podría afectar adversamente la situación financiera y los resultados de operación.
Calificación dividida
El reporte señala que Pemex tiene una «calificación dividida», con dos calificaciones crediticias sin grado de inversión de dos agencias calificadoras, pero con calificaciones crediticias con grado de inversión de otras agencias calificadoras. Si bien estas bajas no constituyen un incumplimiento o un evento de incumplimiento bajo los instrumentos de deuda, han aumentado el costo de financiamiento
Cualquier reducción adicional de las calificaciones crediticias puede tener consecuencias negativas importantes en la capacidad de la paraestatal de acceder a los mercados financieros y los términos a los que puede obtener financiamiento, incluyendo el costo financiero. A su vez, esto podría dañar significativamente la capacidad de Pemex para cumplir con las obligaciones existentes, la situación financiera y los resultados de las operaciones.
La regulación ambiental
Otro aspecto que manifiesta en el texto es que una amplia gama de leyes y reglamentos ambientales federales y estatales, tanto generales como específicos para la industria, regulan las operaciones de la paraestatal en México. Estas disposiciones a menudo son difíciles y costosas de cumplir y conllevan penalizaciones considerables en caso de incumplimiento.
Esta obligación de cumplir con la normativa ambiental aplicable aumenta el costo de las operaciones y limita su capacidad de extracción de hidrocarburos, lo que resulta en menores ingresos.