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Violencia en proceso político electoral
Nydia Iglesias, Subdirectora de Estudios Económicos de Citibanamex, señala que la debilidad del Estado Mexicano ante el crimen organizado ha colocado al País en la tercera posición mundial entre los más vulnerados por ese flagelo, además de que organismos internacionales, autoridades electorales y partidos políticos se han referido a la impunidad con la que, cada vez más, intervienen los carteles en la competencia electoral.
En su nota especial “Elecciones 2024: los riesgos de la violencia político electoral”, señala que cuando son cuestionados sobre cuál consideran como el principal problema del país, la mayoría de los mexicanos responde que es la inseguridad.
Señala que, ante la irrupción de noticias sobre extorsión, enfrentamientos de grupos criminales, levantamientos de jóvenes, hallazgos de fosas clandestinas y presencia impune de actores criminales en más zonas del país, la preocupación por temas económicos parece desdibujarse.
Dice que la deteriorada resiliencia del Estado mexicano ante el crimen organizado ha dado lugar a una crisis de extorsiones y desapariciones en el país, pero también a mayor presencia e influencia del crimen en procesos electorales.
Opina que en el marco del proceso electoral 2024, el tema de seguridad se mantiene como la principal preocupación de los electores y, en consecuencia, obligará a los candidatos a pronunciarse sobre esa agenda.
La consultora Data Cívica contabiliza los ataques, asesinatos, atentados y amenazas contra personas que se desempeñan en el ámbito político y colaboradores, y contra instalaciones de gobierno o de partidos. Comparado con los dos años previos al proceso electoral federal del 2021, durante los últimos dos años, el número de ese tipo de agresiones se ha incrementado más de 400 por ciento.
El número de candidatos asesinados en los últimos dos comicios federales aumentó considerablemente comparado con procesos anteriores. Según Noria Research, que ha estudiado el fenómeno de la violencia política en el país a lo largo de todo este siglo, aproximadamente 64 por ciento de las incidencias ocurre durante las campañas y 3 por ciento el día de la elección.
En esa lógica, de acuerdo con la consultora Data Cívica, durante los tres primeros meses desde que inició el proceso electoral en curso (septiembre a noviembre 2023) se registraron 85 asesinatos de actores políticos. Luego, tan sólo durante enero 2024, ya se han registrado 16 asesinatos más de candidatos y precandidatos.
Según Noria Research, más de la mitad de las agresiones se producen en el sur del país, destacando a Veracruz (16 por ciento), Oaxaca (9 por ciento), Puebla (8.5 por ciento), Guerrero 7 por ciento), Michoacán (7 por ciento) y Chiapas (6 por ciento).
La mayor parte de los ataques y presiones asegura Noria, ocurren en el entorno de los alcaldes y sus equipos, así como de precandidatos y candidatos a alcalde; sólo 3.5 por ciento de los ataques registrados históricamente está relacionado con funcionarios federales.
En su opinión 30 de los 32 estados del país renovarán alcaldes este año. El riesgo de que el crimen organizado intervenga en las elecciones de junio próximo es alto. Un elemento de ese tipo de operación es la violencia política con la que el crimen interviene cada vez más en la competencia por cargos de elección popular, para intimidar o incluso eliminar a quienes amenazan sus intereses desde el ámbito de la autoridad civil.
A partir de 2018 el número de agresiones y asesinatos políticos se ha incrementado tan significativamente que, este año, las autoridades electorales nacionales han expresado su preocupación por el riesgo de que la violencia política impida el ejercicio libre y pacífico del voto ciudadano.
Destacan los pronunciamientos de Tribunal Electoral y de organismos internacionales, respecto a los riesgos de violencia política electoral. En el reporte sobre el Índice Global del Crimen Organizado, en la sección de México, se explicita que “las organizaciones de narcotraficantes han logrado ejercer una influencia notable en el proceso democrático de México, supuestamente haciendo todo lo posible para garantizar la elección y/o reelección de aliados políticos claves, incluido el asesinato de políticos percibidos como amenazas.”
Por su parte, en noviembre del 2023, el Presidente del Tribunal señalo que uno de los retos más alarmantes para la elección 2024 es la presencia del crimen organizado, pues “ha permeado en todos los rincones de la vida cotidiana”. Otro ministro del Tribunal, más recientemente, afirmó que “la violencia por grupos criminales en las elecciones es un elefante en el cuarto de la democracia mexicana y visibilizarla es el primer paso para remediarla.”